El proyecto de ley de Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2022 ha echado a andar este miércoles en el Congreso. La presentación de las cuentas públicas por parte de la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, tras entregar el llamado "libro amarillo" a la presidenta de a Cámara Baja, Meritxell Batet, ha dado el pistoletazo de salida a una norma que goza de preferencia en su tramitación sobre el resto de proyectos y proposiciones de ley.

En este sentido, la Mesa del Congreso, oída la Junta de Portavoces, ha aprobado también este miércoles las modificaciones del calendario de sesiones plenarias previstas al incluir la tramitación del proyecto presupuestario, cuyos apoyos se encuentran de momento en el aire toda vez que el Gobierno apuesta por reeditar las mayorías de los Presupuestos de 2021.

Según el calendario aprobado por el órgano de gobierno de la Cámara Baja, los plazos de la tramitación del proyecto presupuestario de 2022 se ajustará a lo establecido en el Reglamento, a diferencia del año pasado, cuando se recortó el trámite para tenerlo en vigor en enero del presente curso.

Así, el plazo para que los grupos parlamentarios soliciten las comparecencias de responsables de los distintos departamentos ministeriales concluirá el 15 de octubre. Y del 25 al 29 de octubre se reunirán las comisiones para celebrar estas citas en las que los altos cargos del Ejecutivo y de los organismos públicos tendrán que explicar las partidas correspondientes.

Al mismo tiempo, se abre el plazo de presentación de enmiendas a la totalidad, que se cierra el 29 de octubre, y al articulado, que podrán registrarse hasta el 5 de noviembre.

Asimismo, el Congreso fija la primera gran prueba de fuego de los Presupuestos, esto es, el debate de enmiendas a la totalidad, para los días 3 y 4 de noviembre, en el que el Pleno decidirá, por mayoría simple, si acuerda devolver el proyecto al Gobierno. En caso de rechazarse los vetos (solo pueden ser de devolución y no de texto alternativo), el proyecto de Presupuestos continuará su tramitación.

Después, las cuentas públicas se estudiarán en la ponencia creada en el seno de la Comisión de Presupuestos, que tiene hasta el 12 de noviembre para aprobar el informe. Y, a partir de ese momento, dará comienzo el debate del informe y las enmiendas al articulado en dicho órgano parlamentario con la finalidad de tener elaborado el dictamen antes del 19 de noviembre.

Una vez que la comisión apruebe el dictamen, los diferentes ministros presentarán sus partidas en el Pleno entre los días 22 y 25 de noviembre, un debate que acabará con la votación de las enmiendas al articulado y las secciones no incorporadas en las fases anteriores y que los grupos hayan pedido mantener vivas.

En este caso, la votación se realiza diferenciando el articulado del proyecto y cada una de sus secciones. Si todas reciben el respaldo de la mayoría simple, más votos a favor que en contra, el proyecto será remitido al Senado para continuar su tramitación.

En la Cámara Alta, según recoge el Reglamento, el procedimiento de este proyecto de ley tiene una duración máxima de un mes. Si el texto recibe alguna modificación, será remitido de nuevo a la Cámara Baja para que sea ratificado. En caso de no incluir modificaciones, los Presupuestos quedarían definitivamente aprobados y listos para ser publicados en el Boletín Oficial del Estado y entrar en vigor, una previsión que el Gobierno fija en cualquier caso para el 1 de enero de 2022.