Los grupos parlamentarios de ERC y Bildu han registrado este viernes 13 votos particulares para modificar las recomendaciones del Pacto de Toledo para la reforma de las pensiones. Ambos grupos se abstuvieron en la votación del informe de recomendaciones, que fue aprobado en esta comisión por una amplia mayoría, excepto con los votos en contra de Vox.

En este sentido, las dos formaciones han rechazado más de la mitad de las 22 recomendaciones -enumeradas desde el cero al 21-, según el texto de votos particulares -al que ha tenido acceso Público- registrado por los diputados Jordi Salvador i Duch, de ERC, e Iñaki Ruiz de Pinedo, de Bildu.

Entre los votos particulares, ambos grupos piden cambiar la recomendación número dos que hace referencia al Mantenimiento del poder adquisitivo y mejora de las pensiones. Así, defienden que hay que asegurar por ley el poder adquisitivo anual e indefinido al IPC de las pensiones públicas. Por ello, proponen la creación y consolidación de "mecanismos presupuestarios anuales para el mantenimiento del poder adquisitivo".

En cuanto a la recomendación número 12, que trata sobre la Edad de jubilación, sendos grupos defienden la jubilación a los 65 años, ya que prolongar la vida laboral hasta lo 67 "es una situación que no tiene en cuenta la realidad personal y laboral de la población activa actual ni futura".

Otro de los votos hace referencia a la recomendación número tres sobre el Fondo de reserva. En esta ocasión, ambos grupos coinciden en que "la disminución del Fondo obedece a la persistente desviación de fondos de la Seguridad Social para el pago de gastos impropios, lo que ha deteriorado las cuentas de la SS durante demasiados ejercicios presupuestarios". Por tanto, piden que se sustituya este párrafo por el que está redactado en el texto, el cual recoge que "la disminución del Fondos obedece al persistente desequilibrio financiero que ha deteriorado las cuentas...".

ERC y Bildu, entre otras reclamaciones, piden "un equilibrio entre la lógica contributiva y el principio de solidaridad", esto es, enmarcar las bases y los periodos de cotización en un contexto en el que la precariedad y el paro asolan el sector del empleo.

Exigen también ahondar mucho más en la recomendación que hace referencia a las mutuas, al entender que se han convertido en gestoras de "una parte importante del sistema".