MADRID.- La decisión de Tania Sánchez de abandonar su escaño en la Asamblea de Madrid abre un nuevo escenario en la tramitación de la querella interpuesta por el PP por los presuntos delitos de malversación, tráfico de influencias y prevaricación.

Cuando Tania Sánchez entregue su acta de diputada -lo que ocurrirá en los próximos días-, el PP o la Fiscalía deberán instar al TSJ de Madrid para que la querella pase al juzgado ordinario que le corresponda, ya que Sánchez perderá su condición de aforada.

Una vez se inhiba el TSJM, será remitida al partido judicial de Arganda del Rey para pasar a reparto y que sea asignada a un nuevo magistrado que decida si admite la querella, previo informe de la Fiscalía.

Esto hará ganar a Tania Sánchez algo de tiempo ante una hipotética imputación, al menos estas semanas que la querella ha estado sin admitir en el TSJM, y lo que tarde el proceso burocrático por el que se produzca la inhibición y la querella pase al juzgado en que sea asignada.

Sin embargo, la rapidez o lentitud con la que se tome la decisión de admitirla a trámite dependerá de la carga de trabajo que tenga el juzgado en cuestión. Si fuera a parar a un juzgado muy congestionado de trabajo, una supuesta imputación de Sánchez podría no llegar hasta después de las elecciones autonómicas y municipales, a las que la exmilitante de IU pretende presentarse.

Esto supondría que la denuncia se quedase parada a falta de la decisión sobre su admisión durante casi cuatro meses. Si se produjera la imputación, Tania Sánchez estaría en una situación muy complicada de cara a presentarse a las elecciones.