El nuevo presidente de Eusko Alkartasuna, Unai Ziarreta, inició ayer su mandato al frente de una ejecutiva de integración con un discurso en el que defendió la celebración de una consulta popular en el País Vasco y la vigencia del objetivo de la independencia.

Ziarreta, proclamado presidente con el 68,5% de los votos del VII Congreso Ordinario de Eusko Alkartasuna celebrado en San Sebastián, manifestó en su primer discurso que “la consulta popular anunciada por el Gobierno vasco tiene que suponer un hito fundamental en el camino hacia la paz y la normalización política de este país”. A su juicio, la consulta pondrá “los focos de la solución” al conflicto vasco en el “derecho de autodeterminación, la reivindicación del diálogo y la defensa activa de todos los derechos humanos”.

Las coaliciones, para después

No obstante, el nuevo líder de EA –y sucesor, por tanto, de Begoña Errazti– admitió que las expectativas de llegar a un acuerdo con el Estado para celebrar la consulta son escasas, por lo que llamó a “estar preparados para afrontar un escenario primero de desacuerdo y después de confrontación institucional” al que los nacionalistas deberán hacer frente “con actitudes plenamente cívicas y democráticas”.

El Congreso de EA aprobó con un gran consenso la ponencia política, que sólo recibió un voto en contra y en la que no se añadió ninguna alusión a coaliciones electorales, una cuestión que será decidida por la Asamblea Nacional. El texto admite que el apoyo a la consulta de Ibarretxe “marcará la estrategia para los próximos años”, pero se condiciona ese respaldo a que se admita la decisión de la mayoría “sin añadiduras de transversalidad que supondrían otorgar derecho de veto a los partidos estatales o primar las minorías”.

 
PÚBLICO
San Sebastián // La presencia del dirigente de la ilegalizada Batasuna Pernando Barrena como invitado en el Congreso de Eusko Alkartasuna levantó ampollas entre algunos sectores, que le recibieron con silbidos y algún grito como “¡Criminal!” o “¡Condena lo de Sestao!”.

Los signos de desaprobación, minoritarios, fueron sofocados tanto por la presidenta de la Mesa, Elisa Sainz de Murieta, como por la ovación dedicada posteriormente al dirigente abertzale. Los signos de desaprobación no desaparecieron totalmente pese a la ovación, pues cuando Barrena se había situado ya en el estrado, un compromisario le interrumpió con el grito “¡Condena lo de Sestao!”, en alusión al atentado perpetrado contra los juzgados de paz de esta localidad.

Pocos minutos antes de que sucediera este incidente, la presidenta de la Mesa del Congreso había hecho pública una condena –con Barrena y la también miembro de la Mesa Nacional de Batasuna Karmele Aierbe presentes en la sala–, tanto del atentado de Sestao, como del ataque al concejal de EA en Rentería.

Las relaciones con la izquierda abertzale nunca han sido una cuestión pacífica en EA, como han expresado en más de una ocasión dirigentes
del sector crítico.