MADRID
Actualizado:Los niños y niñas de nueve años probablemente no sepan qué tienen en común Adolf Hitler, Benito Mussolini o Francisco Franco. Los libros de texto no suelen abordar la Segunda Guerra Mundial y el auge de las dictaduras europeas hasta que los alumnos llegan a la ESO. Las redes sociales, sin embargo, permiten un primer contacto rápido y directo con todos estos personajes y sus discursos: tres de cada diez usuarios de TikTok tienen menos de 18 años y los contenidos abiertamente fascistas campan a sus anchas –muchas veces, encubiertos– por la plataforma china.
TikTok alterna vídeos que promueven la negación del Holocausto, con otros que vanaglorian la figura de Adolf Hitler y recuerdan con nostalgia la dictadura alemana. Los usuarios proponen "sin ningún tipo de pudor" volver al nazismo para solucionar algunos "problemas" del siglo XXI: los avances feministas, las políticas LGTBI+ o la supuesta "invasión de inmigrantes" en los países occidentales. La aplicación no sólo mantiene en circulación estos vídeos y cuentas, sino que favorece su difusión a través de los algoritmos, según un artículo reciente del Institute for Strategic Dialogue (ISD), publicado bajo el título NazTok: una red neonazi organizada de TikTok que obtiene millones de visitas.
"Los creadores de contenido que difunden discursos neonazis y fascistas tienen una motivación fundamentalmente política. Lo que consiguen es normalizar la aceptación de los discursos de odio y las narrativas extremistas, porque llegan a mucha gente, también de forma colateral", señala Steven Forti, profesor de Historia Contemporánea en la Universitat Autònoma de Barcelona y autor del libro Extrema Derecha 2.0. La propaganda nazi se recopila muchas veces a través de emoticonos, memes y códigos lingüísticos que son "fácilmente identificables" para los usuarios, pero no para los sistemas de moderación de las plataformas.
Los agitadores sociales hablan de "alubiones" para sortear los "pocos" filtros que puede aplicar TikTok si utilizan la palabra "judios". El eufemismo "personas que no comen jamón" sirve para no aparecer en los resultados de búsqueda de "moros" o "musulmanes". La estética nazi y los símbolos fascistas no se aprecian muchas veces en las miniaturas de los vídeos y las referencias más radicales se esconden detrás de creaciones firmadas por una inteligencia artificial.
Los memes son "una forma de utilizar el humor para difundir propaganda nazi"
"El contenido antisemita se codifica para que los moderadores no sean capaces de descifrarlo. Los creadores de contenido aprovechan las debilidades de las plataformas y se nutren de una cultura política en la que la gente se viene arriba con el mantra de estar luchando contra la censura de las grandes corporaciones", precisa Iago Moreno, sociólogo y experto en estrategia digital. El informe del ISD demuestra que las publicaciones con referencias nazis "circulan con total normalidad", es decir, sin ningún tipo de censura, de hecho, casi cualquier usuario puede crear un perfil y hacerse viral a base de imágenes con proclamas fascistas.
Hitler, ¿un gatito con bigote?
"Te animamos a verificar los hechos y consultar fuentes fiables al buscar información sobre este tema". Esta es la primera respuesta que ofrece TikTok al introducir en el buscador el nombre de Adolf Hitler. Los usuarios, sin embargo, pueden acceder al mismo contenido buscando por alguno de los eufemismos y códigos de lenguaje que promueven los círculos de perfiles más radicales. La plataforma permite rastrear con naturalidad publicaciones sobre otros dictadores europeos, como Franco o Mussolini.
La investigadora y escritora Justine Simon, autora del libro #ChatonsMignons, explica en una conversación con Público que los usuarios de estas aplicaciones "evocan el nazismo a través de memes o personajes simpáticos, como los gatitos". Las imágenes de un felino blanco con un bigote negro, como el de Hitler, esconden muchas veces discursos xenófobos, racistas y machistas. "Es una forma de utilizar el humor para difundir propaganda nazi desde una perspectiva desdemonizada. Esta incongruencia facilita la difusión y la viralidad", sostiene.
El uso de canciones y sonidos como referencias codificadas también es bastante habitual. Los investigadores del ISD encontraron cientos de publicaciones de ideología nazi navegando por la música en lugar de buscando por palabras clave. El sonido de los disparos del francotirador de Christchurch, condenado por asesinar a 51 personas en dos mezquitas, acumula un total de 1.200 vídeos. "La música desempeña un papel fundamental. Tenemos casos que llaman especialmente la atención, como el de un gato que levanta el brazo haciendo el saludo fascista, con la marcha militar alemana de fondo. Este vídeo no ha sido censurado", reivindica Justine Simon.
TikTok, un juego sin reglas eficaces
Los autores del estudio NazTok: una red neonazi organizada de TikTok que obtiene millones de visitas han analizado un total de 200 cuentas de extrema derecha y su actividad durante los últimos meses. El propio informe destaca que la aplicación no está eliminando los vídeos y perfiles que vulneran los términos y condiciones de uso, incluso cuando otros usuarios alertan de las infracciones. "Las denuncias que un usuario puede enviar rara vez conllevan un bloqueo. Las redes utilizan la libertad de expresión como excusa para justificar la falta de censura. Es difícil trazar líneas rojas, pero cuando hablamos de discursos de odio, la respuesta debería ser unánime. Este es el verdadero problema de fondo", explica Steven Forti.
"Es difícil poner límites, pero ante los discursos de odio, la respuesta debería ser unánime"
Las fuentes consultadas por este diario insisten en la necesidad de mirar más allá de la plataforma china y ponen el foco en otras empresas, como YouTube o X. "Esto no es nuevo y sucede en más redes sociales. El caso de TikTok, no obstante, tiene una particularidad: su algoritmo, diseñado para ubicar al usuario en una especie de burbuja que le refuerza sus propias opiniones y creencias. Es una dinámica que afecta tanto a los militantes de izquierdas como a los de derechas. Nadie se salva. El usuario consume el contenido con el que comulga y el algoritmo sólo le da más de lo que le gusta", explica Ana Mayagoitia, profesora en la Universidad Internacional de la Rioja e investigadora sobre discursos de odio, politeinment y medios.
TikTok recomienda "rápidamente" los contenidos de temática nazi, sobre todo a los usuarios que participan de manera activa en las conversaciones que propone la extrema derecha. Los vídeos de perfiles ultra suelen incluir imágenes y recursos generados por inteligencia artificial, pensados para "modernizar la propaganda fascista" y "eludir" la moderación de la plataforma. Los jóvenes pueden dar en varios clics con la traducción deepfake de un discurso de Hitler, vídeos de Franco creados con IA o llamamientos a la violencia contra el pueblo judío.
"Hay una ceguera estructural hacia los contenidos neonazis. TikTok tiene capacidad para proteger a los usuarios ante la penetración de estos discursos, pero las medidas no están funcionando. Es imposible conseguir resultados sin entender cómo funcionan estas redes y cuál es su capacidad de regeneración", advierte Iago Moreno. El sociólogo recuerda que la plataforma prima el potencial para generar interacciones, promociona a los usuarios pequeños e impulsa las cuentas de reciente creación, que muchas veces empiezan de cero tras haber sido suspendidas o denunciadas.
El caso español, más de lo mismo
Los expertos consideran que "España está igual que el resto de países", porque las plataformas, normalmente multinacionales, siguen la misma lógica de funcionamiento en todo el mundo. "Tenemos una extrema derecha crecida, con representación parlamentaria, que favorece la normalización de discursos radicales en las redes sociales, también aquí", matiza Steven Forti. Núcleo Nacional es uno de los movimientos de referencia del neofascismo español. El grupo, acusado de cometer varias agresiones violentas en los últimos meses, utilizó en sus primeros vídeos imágenes de Franco o Hitler como reclamo, para ganar visitas y seguidores. "Esto no sólo ocurre en TikTok, también en Youtube y, sobre todo, en el Twitter de Elon Musk", sentencian los expertos.
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