MADRID.— Se acabó la pelea por la ocupación de los escaños del hemiciclo del Congreso de los Diputados. La Mesa, tras dos semanas de retraso por la falta de un acuerdo conjunto, ha adoptado este jueves por mayoría una decisión que pone fin a las pretensiones de los diferentes partidos integrados en el grupo Mixto.

Sus 19 diputados, que integran a los 8 de la antigua Convergència Democràtica de Catalunya, ahora llamado Partit Demòcrata Català, se ubicarán definitivamente en el gallinero del hemiciclo, ocupando parte de las dos últimas filas del queso central de las tres que conforman las bancadas de escaños. Además, estos diputados del grupo Mixto, el quinto por número de parlamentarios, no tendrán acceso directo a ninguno de los pasillos que dan acceso a los escaños.

De esta forma se rechaza la propuesta planteada por el grupo Mixto en la que sus 19 diputados ocupaban una zona más centrada a la derecha del queso central y con acceso al pasillo de la derecha. Tanto los grupos popular como el de Ciudadanos, que tienen mayoría en la Mesa, rechazaban ese planteamiento, que tampoco contaba con el visto bueno total de Podemos. Los socialistas se mantenían al margen de esta polémica ya que no afectaba a su ubicación a la izquierda del arco parlamentario.

La propuesta final también relega ligeramente a una fila superior al grupo de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), aunque mantiene acceso a uno de los pasillos rodeado por miembros del grupo de Podemos. El más beneficiado de la distribución final de escaños es Ciudadanos, que pese a perder diputados respecto a la legislatura anterior retiene prácticamente la misma posición en el centro del hemiciclo.

Distribución de los escaños del Hemiciclo en la XII Legislatura aprobada por la Mesa del Congreso de los Diputados.

El PNV, por su parte, seguirá teniendo su situación de privilegio en primera fila a la izquierda del queso central, con acceso al pasillo. Pese a tener un escaño menos que en la anterior legislatura, el PNV mantiene la misma ubicación en el hemiciclo.

Con esta decisión el PP y la presidenta de la Cámara baja, Ana Pastor, se han inclinado a favor de la oposición de Ciudadanos a la propuesta del grupo Mixto al tiempo que, pese algunas conjeturas, no ha tendido la mano a las pretensiones de los diputados catalanes que esperaban algún tipo de compensación tras habérseles negado la constitución de un grupo parlamentario propio por primera vez desde 1977.