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Timoteo Mendieta no aparece

Las prueba de ADN realizadas por la Justicia de Argentina refutan que el padre de Ascensión sea uno de los 11 represaliados de la fosa número dos del cementerio de Guadalajara cuyos datos han sido analizados. La ARMH pedirá nuevos permisos para abrir la fosa número 1 del mismo camposanto.

Ascensión Mendieta durante la exhumación de la fosa en la que se creía que estaba su padre.- REUTERS

ALEJANDRO TORRÚS

MADRID.- "Fui yo quien les abrió la puerta de nuestra casa cuando vinieron a por mi padre". Así reaccionó Ascensión Mendieta, de 91 años de edad, a la noticia que hace apenas unos días le comunicó su hija: los restos de su padre, Timoteo, no están entre los 11 cuerpos de la fosa número 2 del cementerio de Guadalajara cuyo ADN ha sido analizado en Buenos Aires gracias a la Justicia de Argentina. Los restos de Timoteo Mendieta, asesinado en noviembre de 1939 por el régimen de Franco, siguen sin aparecer. La búsqueda, que ya dura casi 80 años, continúa. 

"Ha sido una noticia dura. Muy dura. Pero vamos a seguir peleando. Hasta el final", ha señalado Chon Vargas, hija de Ascensión Mendieta, a Público. "Esta es una pelea en la que estamos nosotros, pero también miles de hermanas, hijos, esposas de desaparecidos. Y no podemos abandonar. Tenemos que seguir", ha proseguido Mendieta.

La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica tampoco tira la toalla y continuará la lucha para poder encontrar los restos de Timoteo Mendieta en el nuevo año. "Todos los documentos que teníamos a nuestra disposición señalaban que Mendieta estaba enterrado en la fosa número 2, pero el ADN dice que no es así. Ahora barajamos otras hipótesis. Ese mismo día fueron fusilados otras víctimas que fueron enterradas en tres fosas individuales y en la fosa número 1. Pensamos que pudo haber un baile de nombres y que Mendieta se encuentra en esa fosa", explica a Público Marco Antonio González, vicepresidente de la ARMH, entidad que se encargó de la exhumación y de sufragar los gastos derivados de la misma. 

La mala noticia que ha recibido Ascensión Mendieta, sin embargo, no empaña el significativo avance que ha supuesto la apertura de la fosa número 2 del cementerio de Guadalajara para las víctimas y para el movimiento memorialista. El revuelo mediático que acompañó a esta exhumación permitió que 15 familias que tienen a seres queridos en esas fosas comunes se sumaran a las peticiones de exhumación y, en el caso de los ADN coincidan, estas familias sí podrán recuperar a sus familiares. 

"Lo único que puedo decir en este sentido es que seguiremos buscando hasta el final los restos de Timoteo Mendieta. No pararemos ni un segundo hasta conseguirlo. Tampoco hay que obviar que en este proceso muchas familias pueden encontrar a sus seres queridos y eso también es una muy buena noticia", señala Ana Messuti, abogada de las víctimas del franquismo en la conocida como querella argentina en declaraciones a Público. 

La exhumación de la fosa número 2 del patio 4 del cementerio de Guadalajara, donde se cree que hay cerca de mil represaliados republicanos, se realizó por orden de la Justicia de Argentina y fue ejecutada (y sufragada) por la ARMH. Los datos que la familia Mendieta había logrado reunir durante toda una vida de lucha apuntaban a que los restos de Timoteo se encontraban en aquela fosa número 2. Así lo detallaba, por ejemplo, el certificado de inhumación que expidieron las autoridades franquistas en noviembre de 1939 en el que se informaba a la viuda de Timoteo Mendieta, María Olivas, del lugar exacto donde había sido enterrado su marido.

"En contestación a su oficio fecha 15, en el que interesa conocer el lugar de inhumación del cadáver de Timoteo Mendieta Alcala, tengo el honor de comunicarle, que lo fue en el patio 4º, fosa nº 2, del Cementerio civil. Dios guarde a usted muchos años", señala este documento fechado en 17 de noviembre de 1939.

Certificado de inhumación que expidieron las autoridades franquistas en noviembre de 1939

Además, un informe facilitado por el Ayuntamiento de Guadalajara también certificaba el lugar del enterramiento y facilitaba la relación de personas que fueron enterrados en la fosa común y la época en la que fueron inhumadas. Así, este informe señalaba que en la mencionada fosa había 22 personas, entre ellas Timoteo Mendieta, y que fueron enterradas entre el 16 de noviembre de 1939 y el 9 de septiembre de 1940. Los 11 primeros que cayeron a esa fosa, entre los que supuestamente estaba Timoteo Mendieta, fueron fusilados a mediados del mes de noviembre de 1939.

La ciencia, sin embargo, ha rechazado que Timoteo Mendieta sea uno de esos 11 fusilados que fueron enterrados aquel 15 de noviembre de 1939. La hipótesis ahora, como se ha mencionado anteriormente, es que los restos de Timoteo fueran uno de los últimos que se lanzaron a la fosa número 1 antes de que fuera cerrada. "Si antes pensábamos que fue uno de los primeros en ser lanzado a la fosa número 2, la hipótesis ahora es que puede ser uno de los últimos de la número 1", explica Marco Antonio González. 

Las dificultades para encontrar a Timoteo Mendieta hacen aún más cruel y despiadado un proceso de búsqueda doloroso. "Si el Estado se hubiera encargado de las exhumaciones en su debido momento este tipo de situaciones no se darían. La dejadez del Estado está creando más dolor si cabe. A Ascensión Mendieta le robaron al padre en vida y ahora se lo están robando en la muerte", denuncia Ana Messuti.

Ascensión Mendieta durante la exhumación de la fosa común donde, según la documentación de la época, descansan los restos de su padre Timoteo.- REUTERS

Ascensión Mendieta durante la exhumación de la fosa común donde, según la documentación de la época, descansan los restos de su padre Timoteo.- REUTERS

El caso de Ascensión Mendieta

El caso de Ascensión Mendieta ha sido uno de los más mediático entre las víctimas del franquismo de los últimos años. Esta mujer, de 91 años de edad, cumplió los 88 volando hacia Buenos Aires para poder contar a una jueza, por primera vez en su vida, el asesinato de su padre Timoteo cuando ella era apenas una niña. Tenía sólo 13 años. La barbarie dejaba una viuda y siete hijos huérfanos.

La apertura de una de las muchas fosas existentes en el cementerio de Guadalajara fue recibida con gran ilusión y esperanza por parte de Ascensión, que insistía en su deseo de ser enterrada con un hueso de padre. De hecho, esta mujer guarda urna en casa para que cuando fallezca metan dentro del tarro un hueso de su padre. "No sabes la de noches que me he acostado pensando en él. Eso se lleva por dentro... Tantos años sin poder llamar a tu padre... Ahora ya podré sacarle", contaba Ascensión en una entrevista con este medio. 

"No sabes la de noches que me he acostado pensando en él. Eso se lleva por dentro... Tantos años sin poder llamar a tu padre...", decía Ascensión en una entrevista con este medio

La lucha por Ascensión ejemplifica a la perfección la de miles de personas en todo el Estado que intentan dar una sepultura digna a sus seres queridos fusilados o desaparecidos durante la Guerra Civil y los primeros años de dictadura franquista. Pero ningún "no" ni ningún portazo pudo frenar a esta mujer. Con casi 90 años decidió embarcarse en un viaje de miles de kilómetros y acudir a Argentina a declarar ante la juez María Servini en la única causa en el mundo que investiga los crímenes de la Guerra Civil y el franquismo. De momento no lo ha conseguido. Pero la lucha continúa y Ascensión Mendieta no se rinde. 

Tasas por uso del cementerio público

Por otro lado, el Pleno del Ayuntamiento de Guadalajara vota este viernes la propuesta de Ahora Guadalajara de no cobrar a la ARMH por los trabajos de exhumación en el propio cementerio. El Ayuntamiento aplicó a la entidad la Ordenanza Fiscal Reguladora de la Tasa por Prestación de los Servicios del Cementerio Municipal obligando al pago de una tasa por cuerpo recuperado y por la futura inhumación. Es decir, el Estado no sólo no busca a las víctimas de la dictadura sino que, además, cobra a las asociaciones que cumplen con los exhortos judiciales de búsqueda de los desaparecidos. 

En este sentido, la propuesta de Ahora Guadalajara, a la que ha tenido acceso este diario, pide que tanto las exhumaciones como las posteriores inhumaciones de los restos de las víctimas de la represión franquista no tengan que pagar tasas. Asimismo, la moción recoge que en el caso de haber algún impedimento de "índole legal", el Consistorio debe comprometerse a "habilitar una subvención para aliviar de este gasto" a las víctimas. 

Ascensión Mendieta ante la fosa de su padre, Timoteo Mendieta.- REUTERS

Ascensión Mendieta ante la fosa donde se creía que estaba su padre, Timoteo Mendieta.- REUTERS

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