Alfonso Fernández Mañueco ha conseguido recuperar cinco de los seis escaños de Vox en las elecciones generales de este domingo y aumentar la distancia con el PSOE de Luis Tudanca en la comunidad. Ante el incontestable resultado, el líder popular se viene arriba y pide que gobierne la lista más votada. Una opción política que no tuvo en cuenta cuando perdió las elecciones en 2019.

El presidente de Castilla y León tiene, sin embargo, una memoria frágil. Y omite hacer alusión a que hace cuatro años perdió las elecciones y no tuvo inconveniente en pactar un gobierno de coalición -que hizo saltar por los aires en cuanto pudo para cambiar a Ciudadanos por Vox- como perdedor de las elecciones.

Tampoco le gusta recordar a Mañueco que fue el primer líder del PP en alzar a la ultraderecha a un ejecutivo autonómico.

El presidente del Partido Popular de Castilla y León insistió en sus primeras declaraciones tras el 23J que "España ha votado cambio y también ha votado diálogo", durante su valoración de los resultados electorales desde el hotel Alameda Palace de Salamanca.

Mañueco  consideró en sus declaraciones que "como candidato más votado en España", Alberto Núñez Feijóo, "debe ser presidente del Gobierno".

A su juicio, "otros partidos" -omitiendo nombrar al PSOE-  "deben facilitar esa situación". Advirtió también anoche de que "Feijóo liderará el diálogo para formar gobierno" y subrayó que "tiene toda la legitimidad para llevar a cabo un nuevo futuro para España".

La reacción de los socialistas no se ha hecho esperar. A juicio de Tudanca, "el PSOE es el único partido que sabe conjugar la pluralidad parlamentaria y la estabilidad".​