La Sección 8ª de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Madrid ha rechazado este jueves la petición de Ecologistas en Acción de suspender de manera cautelar la tala masiva de árboles para ampliar la Línea 11 del Metro de Madrid. El corte de árboles afecta a más de mil ejemplares asentados en los parques de Arganzuela-Madrid Río y de Comillas.

Los ecologistas entienden que los cortes anunciados por la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento, al producirse dentro de una zona verde, provocarán un perjuicio irreparable y reclamaron la paralización de las obras para, además, pedir a la Comunidad un cambio en la ubicación de las estaciones. 

Los magistrados, sin embargo, no opinan de la misma forma y sostienen que el demandante "no concreta los perjuicios irreparables" vinculados a las obras. Además, argumentan que la suspensión solicitada no viene respaldada por un objetivo o fin concreto. Los jueces, en ese sentido, entienden que paralizar la tala para discutir sobre la ubicación de las estaciones se debe enmarcar en "un debate procesar distinto que abarcaría la cuestión urbanística".

El auto, de esta forma, vuelve a reabrir la polémica sobre el arbolado en la zona de Madrid-Río. Los colectivos ecologistas y vecinales han protagonizado varias jornadas de protestas para tratar de impedir las obras. Tras constatar el descontento social, la Consejería de Transportes anunció en el mes de febrero un cambio en el plan de obras, sin concretar nada y dejando claro que la ubicación de las estaciones no se alteraría. 

Las obras de ampliación de la Línea 11 tienen dos puntos calientes. Por un lado, la estación de Madrid-Río. Las bocas de metro, en un principio estaban planificadas en el Paseo de Yeserías, donde no se preveía afección en el arbolado.

La Comunidad de Madrid, sin embargo, cambió el trazado por "conveniencias técnico estructurales y para evitar cercanía con otras infraestructuras como la M30". Como compensación, el Ayuntamiento de Martínez-Almeida anunció que plantaría 20.000 retoños en otros puntos de la capital, algo que no contentó a vecinos y organizaciones conservacionistas.

La otra zona polémica estaba en el Parque de Comillas, al sur de Madrid Río. Los operarios tenían previsto arrancar allí, al menos, 300 árboles para que las tuneladoras pudieran abrirse paso bajo tierra. La Consejería de Transportes indicó en su día que no había ubicaciones alternativas si se quería responder a la demanda de los vecinos del sur de mejorar la conexión de metro con el centro y norte de Madrid.