MADRID.- Vendió patatas y cebollas durante 48 años. Pero en el año 2008 dispuso de dos millones de euros para comprar solares y construir gasolineras. Es Eduardo Cubas, suegro de David Marjaliza, presunto cerebro de la trama Púnica que conseguía contratos de alcaldes y altos cargos autonómicos del Partido Popular.

El vendedor de patatas rechaza ante el juez central de instrucción 4, Eloy Velasco, que sea testaferro de Marjaliza o que haya ocultado dinero en cajas de seguridad para su yerno.

"Usted, que es un vendedor de patatas, ¿tiene dos millones para comprarse solares y hacer gasolineras? ¿Tanto da la patata?, ¿Cómo está el kilo de patatas?”, le pregunta el juez en el interrogatorio.

“Ahora, muy barato... Las cebollas dan dinero y las patatas también”, explica el suegro de Marjaliza que se enfrasca con el juez sobre el precio del tubérculo en el interrogatorio.

"Qué quiere que le diga, llevo toda mi vida para conseguir un dinero", expone Cubas. “Pero ahora que me pregunta –agrega- se me viene a la memoria que yo vendí unos terrenos a David Marjaliza en Torrejón de Velasco” (Madrid), donde su hijo Gonzalo llegó a ser alcalde.

- ¿Cuál es el objeto social de “Patatas y cebollas SL”?
- Comprar, vender, cultivar…
- ¿Y de proyecciones Torrevelasco?
- Unos chalets que hice con unos primos míos en 1990… y se ganaron algunas perras.

Eduardo Cubas era administrador de empresas como Patatas y Cebollas SL, Proyectos Cuna e Hijos y, socio de otra que se le había olvidado comentar al juez: Ed Oil, con la que construyeron gasolineras, y de la que negó que fuera propiedad de Marjaliza.

A esa última empresa le aportó 780.000 euros en 2008, mismo año en que se hizo una aportación de dos millones de euros a Proyectos Cuna para comprar una parcela en la que instalarían una gasolinera en Daimiel (Ciudad Real).

"¿Qué pasó para que en 2008 tuviera tanto dinero?", quiso saber entonces el juez, a lo que éste contestó: "no recuerdo".

"¿Cómo no va usted a recordarlo? Yo no sé lo que son dos millones de euros", apostilló el juez Andreu.

"Es que me acaban de operar del colón", se justificó Cubas.

“Eso no afecta a la memoria”, responde el juez. “Pues no me acuerdo”, insistió el jubilado.