El presidente de la Gestora del PSOE, Javier Fernández, abrió el foro económico del PSOE que prepara la ponencia en esta área de cara al 39º Congreso del partido, pidiendo propuestas ambiciosas, pero realistas, “porque la credibilidad económica nos dará credibilidad gubernamental”, afirmó.

Fernández hizo una intervención socialdemócrata pura y dura, pero a la vez advirtió contra los discursos “fervorosos” en en esta línea –lo que sonó como respuesta al programa presentado el pasado lunes por Pedro Sánchez-; y también contra las propuestas “demagógicas y populistas” –lo que sonó como respuesta a las iniciativas programáticas que plantea Podemos-, a las que se refirió en más ocasiones.

Fernández indicó que el PSOE tiene que tener en sus propuestas varios objetivos claros. El primero es que toda política económica tiene que tener un objetivo social. También señaló que hay que consultar a los expertos para conocer la situación, pero reivindicó que las decisiones finales deben ser “políticas” y, sobre todo, “autónomas”.

Por ello, proclamó que el PSOE cree en la superioridad ética de la socialdemocracia, y que sigue vigente el principio de que “tanto mercado como sea preciso, tanto Estado como sea necesario”. Y a continuación se preguntó: "¿Y Estado para qué? Para arbitrar, para prevenir los riesgos de la innovación financiera, para iluminar su cara oscura”.

Aseguró que el PSOE no cree en la autorregulación de los mercados, porque si en economía todo es calculable , “el sufrimiento y la angustia no lo son, y la economía no puede sustraerse de la idea de lo social”.

Aseguró que es imprescindible asomarse al exterior en una economía globalizada, pero abogó por que hay fórmulas de actuación estatales diferentes en cuanto al modelo fiscal, el modelo educativo o el mercado de trabajo, donde el PSOE debe marcar sus diferencias en su programa.

Reivindicó que el PSOE se tiene que diferenciar en sus propuestas por la idea que tenga de la realidad, “y nosotros tenemos una idea de la realidad mejor, porque sabemos que no hay relación entre crecimiento e igualdad, entre el mercado y Estado, ni entre las finanzas y la economía productiva. Los mercados no se legitiman solos. Lo único que media es el Estado de Bienestar”. Por eso, señaló que el Estado de Bienestar es el rompeolas de todas las crisis “y es el patrimonio político de todos los socialistas”, concluyó.