Vamos a analizar algo muy curioso que sucede con esto del periodismo y la política. Os pongo literalmente un tweet de José García Domínguez: "Algún día deberíamos fundar el Movimiento de los Periodistas No Alineados, una plataforma gremial de los que todavía aspiramos a ejercer este oficio sin rebajarnos a ejercer de hoolingans de PP, PSOE, VOX, Podemos o el partido que sea". 

¿Quién es este señor? En su bio de Twitter se puede leer que trabaja en El Mundo, Libertad Digital y The Objetive. También es un habitual en Esradio. Los "periodistas no alineados" 

Hubo otra periodista objetiva, neutral y sin ideología que ayer contestó a ese tuit de José García Domínguez diciendo "cuenta conmigo" (me apunto al club de los periodistas no alineados). ¿Sabéis quién? La misma. Lucía Méndez es la que dice que "cuenten con ella" para ese "club de periodistas neutrales y apolíticos". Lucía Méndez escribe en el diario El Mundo. 

Os podría dejar por aquí mil titulares que muestran la exquisita neutralidad política de El Mundo. Pero os voy a exponer solo uno de un editorial que publicaron a pocos días de las últimas elecciones madrileñas: "Madrid no puede caer en las garras del extremismo".  

Es decir, Lucía Méndez trabaja en un periódico que no es ya que haga política, es que directamente entra en campaña pidiendo el voto contra Unidas Podemos y contra la izquierda. Pero es más: no es solo que el periódico en el que trabaja tenga una línea política totalmente definida, es que Lucía Méndez es otro nombre más que podríamos añadir a la lista que aporta Sara Serrano, porque, como ya hemos contado aquí en La Base en alguna ocasión, trabajó nada menos que en la Secretaría de Estado del gobierno de Aznar. 

Y más allá de, efectivamente, la desfachatez que demuestran diciendo esto, creo que es fundamental entender cuál es la idea que hay detrás de ese razonamiento, que es lo que quería comentaros hoy. Es una idea que yo creo que podríamos resumir en una frase: "solo es ideología si es de izquierdas; si es de derechas entonces es neutralidad, objetividad y técnica". Es importante esto porque es un mecanismo que se utiliza permanentemente para ponerle un disfraz de neutral a cualquier voz que defienda el orden establecido o los intereses de los que tienen el poder. 

Si un economista, por ejemplo, defiende medidas económicas de izquierdas, entonces está hablando de ideología y está defendiendo una posición política. Pero si un economista defiende políticas económicas de derechas, entonces se le pone un traje, una corbata y se le presenta como un "experto", como alguien que habla desde una perspectiva técnica, objetiva, no política ni ideológica.

Lo que pasa es que creo que no hay nada más ideológico en este mundo que calificar lo que es una posición política como algo neutral y objetivo. En fin. Os hablaba del caso de los economistas porque me parece bastante paradigmático de cómo funciona este mecanismo. Os dejo unos ejemplos: 

Hay dos señores en España que seguramente son los que más a menudo hemos visto en las televisiones hablando como "economistas": casi siempre que se quiere incluir la opinión de un supuesto "experto" en economía sobre un tema X, aparece alguno de ellos. Nos referimos al "doctor cum laude por la universidad ultracatolica de Valencia" Daniel Lacalle y a José Carlos Díez.

Desde su difraz de supuestos analistas neutrales que nos iluminan desde su conocimiento puramente técnico, hemos oído a Daniel Lacalle decir cosas como que bajando los impuestos a los ricos se recauda más; y a José Carlos Díez, por ejemplo, le hemos escuchado decir: en 2007 que podíamos "descartar una burbuja inmobiliaria", en 2009 que ya habíamos salido de la crisis o que siempre hay que rescatar a los bancos con dinero público.

Ideas plenamente neutras y apolíticas. La realidad es que Daniel Lacalle ha sido el principal asesor económico del PP, de hecho en 2019 se presentó a las elecciones generales en las listas del PP como número 4 por Madrid. Y José Carlos Díez, por su parte, ha sido también responsable de economía en el PSOE.

Otro ejemplo que recordaba esta mañana pensando en el programa es el de un tal Nacho Martín Blanco, un habitual de Espejo Público en los últimos años al que presentaban como "politólogo" y "analista internacional" y que no supo responder a Monedero quien era el presidente de Portugal después de repetir en varias ocasiones acusaciones a Podemos en relación a Venezuela e Irán. 

Se cubrió de gloria el tipo. Bueno, pues resulta que el tal Nacho Martín Blanco, este simple "analista internacional" obsesionado con Venezuela pero que no sabía quién era el presidente de Portugal, un año después de este momento fue fichado para ser diputado de Ciudadanos en el Parlament catalán. Otro periodista neutral.