MADRID.- El Consejo Político Federal de Izquierda Unida ha aprobado este sábado su política definitiva sobre convergencia para las elecciones municipales y autonómicas, que define la coalición electoral como la fórmula jurídica más apropiada desde el punto de vista organizativo, económico y mediático, tal y como ha defendido el coordinador federal, Cayo Lara.

Sin embargo, el documento aprobado por 106 a favor, 38 en contra y una abstención, presentado por la secretaria de convergencia, Lara Hernández, abre la posibilidad a que IU se integre en candidaturas bajo la fórmula de “partido instrumental”, método acordado por Podemos y Ganemos Madrid para presentar una candidatura al Ayuntamiento, sin siglas de partidos, en la que el actual candidato de IU quiere participar, tal y como viene defendiendo desde las primarias en las que se impuso. También es la fórmula de los espacios de confluencia en Galicia (Marea Atlántica). Sin embargo, debe someterse a referédum de la militancia en los municipios afectados.

La resolución dice explícitamente que "ha llegado la hora de dar un paso al frente y asumir que estos espacios de confluencia sin la referencia electoral de IU para las próximas elecciones". Esos espacios, prosigue, son los que siguen la experiencia de Barcelona, donde Podemos, ICV-EUiA, Procés Constituent y Guanyem Barcelona se han constituido en coalición electoral bajo el nombre de Barcelona en Comú.

IU considera así que "la coalición electoral es el marco que mejor permite la concreción de la convergencia electoral, pero al mismo tiempo reconoce la existencia de otras realidades diferentes en la construcción de la convergencia como las que se están produciendo en las ciudades de Pontevedra, Orense, Santiago y otras de Galicia así como en la ciudad de Madrid". En estos municipios la fórmula de la coalición electoral no ha prosperado y lo que se plantean son convergencias en partidos políticos sin siglas. IU "declara que participará en todos aquellos procesos que supongan una alternativa real al bipartidismo y que sean aceptados mediante referéndum entre la militancia de los espacios implicados", afirma el documento aprobado. Sin embargo, el Consejo ha especificado que esos referendos sólo se pueden celebrar en las ciudades citas expresamente en el documento.

Del mismo modo, insiste en la necesidad de seguir intentando construir espacios de convergencia en aquellos municipios donde todavía no están del todo desarrollados.

Incógnita en Madrid

La resolución despeja incógnitas en varios municipios, pero sigue dejando dudas en el caso madrileño. La dirección de IU-Comunidad de Madrid es contraria a esta resolución y a integrar a IU en el proyecto municipalista en el que no habría siglas. La pasada semana anunció que su candidato, Mauricio Valiente, estaba dando pasos hacia su expulsión si seguía adelante con su intención de integrarse en ese "partido instrumental" y de presentarse a sus primarias.

Además, ese referéndum tendría que ser convocado por los órganos de dirección de IU-CM, por lo que no está claro que se vaya a dar esa posibilidad a Valiente, que no reconoce a estos órganos y que está liderando al sector crítico con la dirección madrileña, junto al PCM, para forzar al federal a que deje de reconocer a IUCM. Valiente cuenta con el apoyo a su iniciativa electoral del recién ratificado candidato de IU a la Moncloa, Alberto Garzón, que ha asegurado a los periodistas esta mañana que "ir en una candidatura sin singlas no significa disolver IU".

Construir espacios de convergencia autonómicos
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El texto también abre la posibilidad a la construcción de confluencias a nivel autonómico en todas las regiones donde sea posible hasta que se celebran las elecciones. "Creemos necesario intentar, desde el respeto a los procesos locales, la configuración de una espacio autonómico de confluencia" que impulsen esos procesos municipales, por lo que no se cierra la puerta a que IU participe en el proceso de construcción de la candidatura de unidad popular que su excandidata a la Comunidad de Madrid, Tania Sánchez, está impulsando tras abandonar la formación por sus diferencias con la dirección madrileña.