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IU afianza su apuesta por Sumar como frente amplio y rechaza las tesis que defendían una relación bilateral

Las bases respaldan el documento de la dirección saliente, que define a Sumar como un frente amplio y apuesta por la fórmula de la federación de partidos, y tumba las enmiendas que optaban por dar un paso atrás en la integración en el proyecto de Yolanda Díaz.

Antonio Maíllo
Antonio Maíllo, junto a dirigentes de Izquierda Unida, este domingo en la sede de UGT en Madrid. D. Álvaro Minguito / IU

De la XIII Asamblea Federal de Izquierda Unida no sólo sale un nuevo coordinador de la organización, Antonio Maíllo, sino también la hoja de ruta política y estratégica que el partido seguirá a partir de ahora. Y en esa ruta una de las claves más importantes reside en el rol que IU pretende jugar en el espacio de la izquierda alternativa y su relación con el principal actor de ese espacio en este momento, Sumar.

La relación de la organización con el proyecto liderado por Yolanda Díaz ha sido uno de los elementos fundamentales del proceso asambleario de Izquierda Unida. Los debates han ido mucho más allá de esta cuestión, y la militancia y los dirigentes han abordado muchos asuntos que nada tienen que ver con Sumar y que atañen sólo a su formación, pero la expectación sobre qué decisión se tomaría ha sido una constante.

Finalmente, el documento político aprobado por la militancia, tras ser sometido a un proceso de debate durante los últimos meses (y después de que este sábado se votaran las enmiendas que llegaron vivas hasta el final de la asamblea) apuesta por continuar la senda marcada por IU desde la irrupción de Sumar; es decir, avanzar en una integración en la que el proyecto liderado por Díaz se convierta en un frente amplio bajo la fórmula orgánica de federación de partidos.

La cuestión no es menor, ya que la relación entre IU y Sumar estaba en su peor momento (a raíz de una negociación sobre la lista de las europeas que relega al candidato del partido liderado por Maíllo, Manu Pineda, al cuarto puesto, por detrás de formaciones como Compromís o los comuns). 

De hecho, bastantes voces de la organización apostaban por dar un paso atrás en esa integración y considerar formalmente a Sumar como a un aliado en una relación bilateral que funcionaría a través de coaliciones electorales en los momentos en los que se celebraran comicios.

Frente amplio o coalición electoral

El documento respaldado por la militancia en la XIII Asamblea Federal, elaborado y aprobado en marzo por la dirección saliente de Alberto Garzón, dejaba clara su apuesta: "Hacemos la propuesta consecuente de construcción de un Frente Amplio, democrático y con voluntad de constituirse en bloque histórico".

Pero, siendo conscientes de que la unidad es cosa de, al menos, dos, el texto dejaba la puerta abierta a otro escenario: "Si Sumar no avanza en la construcción de un frente amplio, desde Izquierda Unida aportaremos por consolidar la coalición a nivel estatal, asentar los mecanismos de coordinación que se han ido construyendo y reforzando la bilateralidad".

"Si no conseguimos pasar de una coalición, Izquierda Unida no abandona su objetivo de poner en marcha mecanismos de participación popular como asambleas abiertas o primarias para los diferentes procesos electorales", continuaba el texto.

Con estos dos escenarios sobre la mesa, y en un momento de tensión entre Sumar e IU por la lista de las europeas, se presentaron varias enmiendas en el marco de la asamblea que apostaban de manera decidida por considerar a Sumar una coalición y por tener una relación bilateral en base a acuerdos puntuales.

Todas estas enmiendas han sido rechazadas, y el contenido íntegro del documento político aprobado por la anterior dirección de la organización quedará como hoja de ruta de la nueva Coordinadora en lo que respecta a la alianza con Yolanda Díaz.

El polémico 30% de los partidos en Sumar

Sin embargo, en IU descartan asumir sin ninguna modificación ni reparo a la alianza con Sumar tal y como está configurada. El partido de la vicepresidenta segunda eligió hace unas semanas a su dirección en un cónclave al que no acudieron el resto de partidos (por petición de Sumar, que en ese momento mantenía una tensa negociación con Izquierda Unida por la lista de las europeas).

En la formación liderada por Maíllo no están conformes con el 30% de representación que los de Díaz otorgan a los partidos políticos en el Grupo de Coordinación de Sumar (el máximo órgano de toma de decisiones entre asambleas).

Además, consideran que la construcción de este proyecto y algunas de las decisiones adoptadas a la hora de repartir cargos o roles en instituciones han sido adoptadas de manera "poco democrática", y que Sumar precisa del despliegue de "mecanismos efectivos de participación democrática, deliberación y toma de decisiones", según reza el documento político aprobado.

"La negociación de la lista de las europeas y el resto de decisiones adoptadas estos meses han pillado a IU en un proceso interno para elegir a una nueva dirección y para definir su estrategia. Ahora ya tenemos coordinador, vamos a tener una nueva dirección y también tenemos una hoja de ruta clara y aprobada por nuestra militancia. Y por supuesto que vamos a tomar decisiones respecto a Sumar", comentan desde el partido.

De momento, no habrá ningún movimiento hasta después de las elecciones europeas, un proceso en el que, comentan desde IU, "estamos plenamente volcados". Sin embargo, después la nueva dirección, encabezada por Antonio Maíllo, abordará el papel que quiere para el partido en la configuración de la izquierda alternativa y la relación con Sumar.

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