El Ministerio del Interior ha negado que se estén produciendo retrasos en los controles de seguridad del aeropuerto de Barajas y dudan de la denuncia de Iberia que cifró en 15.000 las conexiones perdidas desde el 1 de marzo. 

Fuentes ministeriales han defendido que, pese a no tener quejas formales, los retrasos que se producen en las colas o controles ocurren de manera puntual y no estructural, ya que el número de policías es proporcional al flujo de pasajeros.

El presidente de la Confederación Empresarial de Madrid (CEIM, patronal), Miguel Garrido, ha asegurado que es "urgente" que el Ministerio recomponga en los aeropuertos "la calidad que debe tener una actividad tan importante" como la relacionada con la entrada de los turistas en España.

Un refuerzo de 500 agentes para el verano

Desde Interior también han asegurado que desde finales de julio se reforzará con 500 agentes los 12 aeropuertos principales de España, entre los que se encuentran los de Madrid, Barcelona, Palma de Mallorca, València o Lanzarote. De esta manera, el número de policías, unos 1.725, será superior al personal existente antes de la pandemia. Aunque la previsión de viajeros de Aena para este mes, de 16 millones, es menor a los 19 millones cifrados en el mismo periodo de 2019

El refuerzo de las plantillas, por tanto, se basa en las previsiones realizadas por Aena, que ha estimado que para este verano del 2022 habrá un total de 56 millones de pasajeros, respecto a los 66 registrados en 2019.

Hacer frente a la llegada de turistas británicos

Interior asegura que no hay riesgo de colapso en el caso de los turistas británicos, que suponen para España el 10% de los pasajeros anuales. Tras el Brexit, los británicos, pese a estar obligados a pasar por el control de pasaportes, la inspección que se les hace es mínima.

El personal de policía, explica Interior, es suficiente pese al volumen de británicos que desde la aprobación del Brexit pasan por las inspecciones correspondientes a los países que no pertenecen al espacio Schengen. Los ciudadanos británicos, tal como aprobó la Comisión Europea, acceden por los mismos controles que los ciudadanos europeos.