Público
Público

Independentismo catalán Los Gobiernos de España y Catalunya acuerdan blindar el catalán pero trabajan en más avances para convocar la mesa de diálogo

A pesar de la sensación de bloqueo, las negociaciones entre los dos ejecutivos han llegado a algún acuerdo. El Govern valora el paso, pero lo considera insuficiente para convocar una nueva reunión de la mesa y espera conseguir una entente de mínimos en el camino para la resolución del conflicto político que permita avanzar en la negociación.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el president de la Generalitat,  Pere Aragones, en su encuentro en el Palau de la Generalitat el pasado 15 de septiembre, previo a la primera reunión de la mesa de diálogo. REUTERS/Nacho Doce
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el president de la Generalitat, Pere Aragones, en su encuentro el pasado 15 de septiembre, previo a la primera reunión de la mesa de diálogo. Nacho Doce / REUTERS

"Sin plazos, pero sin dilaciones innecesarias", con estas palabras fijaba el president de la Generalitat, Pere Aragonès, el tempo con el que tenía que transcurrir la nueva etapa de la mesa de diálogo y negociación entre los gobiernos de España y de Catalunya para la resolución del conflicto político entre Catalunya y el Estado. Una nueva etapa inaugurada el pasado 15 de septiembre en Barcelona con la reunión entre la delegación del Gobierno español -encabezada por el propio presidente Pedro Sánchez- y la catalana -encabezada por Aragonès, pero sin participación de los consellers de Junts, después de una nueva trifulca entre los socios del Govern de ERC y Junts.

Así comenzó a caminar la nueva mesa de diálogo con trabajos que ya se anunciaron como "complejos" y "discretos". Una discreción que, según el Govern, no busca la "opacidad", sino "la eficiencia en la negociación evitando turbulencias mediáticas".

Pero una cosa es que no haya plazos y otra bien diferente es que la sensación de parálisis existe y es evidente. Fuentes del Govern reconocen que "estamos fuera de plazo" por lo que respecta a la convocatoria de la segunda reunión de la actual mesa de negociación entre gobiernos. Las expectativas en la Generalitat eran que se hubiera podido convocar después de Reyes. Y eso, a pesar de la ausencia de calendario público, imprime una sensación de bloqueo y de callejón sin salida.

Acuerdo sobre el catalán y reunión frustrada esta semana

Ahora bien, eso no quiere decir que no se haya trabajado intensamente en la negociación entre los equipos que lideran la consellera de la Presidència, Laura Vilagrà, por parte catalana, y la ministra de Política Territorial, Isabel Rodríguez, por parte española. Como tampoco quiere decir que no haya habido avances e incluso algún acuerdo. Concretamente, según ha podido saber Público, ha habido uno sobre el "blindaje" e impulso del catalán. Un acuerdo que no ha supuesto la activación de la nueva reunión porque desde el Govern se considera insuficiente para convocarla, pero que puede dar un empujón a la negociación.

La "insuficiencia del acuerdo" para el Govern y la agenda internacional de Pedro Sánchez han propiciado un nuevo aplazamiento

De hecho, fuentes de la negociación consultadas admiten que, de haberse dado por bueno, el Gobierno español estaba dispuesto a sentarse a la mesa de una nueva reunión pública esta misma semana pasada, habiéndose incluso perfilado una fecha para el encuentro en torno al jueves pasado. La "insuficiencia del acuerdo" para el Govern y la agenda internacional de Pedro Sánchez, que esta semana ha tenido que participar en la cumbe europea sobre la crisis energética –aunque no está previsto que los presidentes participen en todas las reuniones y es probable que no lo hagan en la próxima convocatoria-, han propiciado un nuevo aplazamiento, mientras se continúa trabajando para conseguir más avances, aunque sea de mínimos, que satisfagan a las dos partes.

Blindaje e impulso del catalán

Respecto al acuerdo del catalán al que según diversas fuentes del Govern y de ERC se habría llegado, la discreción que impera en la negociación impide tener acceso al contenido explícito plasmado en un documento, pero la existencia del cual sí que ha podido ser corroborada. La idea es que se estipulen medidas en "defensa y para el fortalecimiento del catalán en el marco de un Estado plurilingüe" y su "reconocimiento".

Alguna fuente apunta a la posibilidad de que este acuerdo incluye no solo la actuación en Catalunya, sino también en Madrid, con la posibilidad del uso del catalán en instituciones del Estado. Aunque este punto no ha podido ser confirmado por Público. Cabe recordar la histórica reivindicación del catalanismo para el uso del catalán en foros como el Congreso de los Diputados o incluso el Parlamento Europeo, donde ahora mismo está prohibido intervenir en catalán.

Aunque el acuerdo no entre de lleno en el cometido que, según la parte catalana, debe tener la mesa de diálogo para la resolución del conflicto, no debe olvidarse la importancia y el peso que en Catalunya tiene la derivada lingüística. Más en estos momentos, con una alta tensión en torno a la sentencia judicial que obliga a impartir el 25% de clases en castellano en los colegios catalanes, cargándose el modelo de inmersión lingüística en catalán de las últimas tres décadas y que entrará en vigor a partir de este lunes.

Un tema que este jueves provocó un terremoto después de que sectores de Junts y del independentismo reaccionaran abruptamente contra el acuerdo que el partido de Carles Puigdemont firmó con ERC, PSC y En Comú Podem para una modificación legislativa que blinde la inmersión en catalán, pero también dé carta de naturaleza al castellano como lengua de uso en la escuela (un hecho que ya es una realidad en los centros escolares). Junts decidió, horas después de firmar el acuerdo, "congelar" su participación en el mismo a causa de la presión y la división interna.

Borradores para encauzar el fondo del conflicto

El acuerdo conseguido en la mesa de diálogo sobre el catalán es valorado desde el Govern como un paso importante

El acuerdo conseguido en la mesa de diálogo sobre el catalán es valorado desde el Govern como un paso importante, no solo por el contenido, sino para poder "establecer una cadena de confianza". Pero, a pesar de un cierto debate interno entre los republicanos, se ha acabado descartando, ya que "no está en la línea del fondo de la cuestión que es la resolución del conflicto político" que para la parte catalana de la negociación pasa por algún tipo de planteamiento que permita ejercer el derecho a decidir de los catalanes y que suponga la retirada de las causas contra los más de 3.000 independentistas encausados judicialmente. En palabras de los independentistas, derecho de autodeterminación y amnistía.

En el Govern admiten la "extrema dificultad" para plasmar esta cuestión aunque sea en un primer acuerdo de mínimos con el Gobierno español, pero apelan incluso a "la imaginación" para conseguir un principio de acuerdo que pueda desbloquear la negociación. "Nadie dijo que esto sería ni rápido ni fácil", recuerdan.

Fuentes de la negociación reconocen que ha habido aproximación en este tema con algún redactado que antes de Navidad ya permitía albergar cautelosas esperanzas para la nueva convocatoria de reunión. Pero el documento o los documentos planteados han quedado de momento en borrador y no han sido aceptados por el Gobierno estatal. Aunque nuevamente el hermetismo se impone en lo concreto, el planteamiento iría entorno a plasmar la necesidad de una solución "dialogada" y "democrática" del conflicto político entre Catalunya y el Estado.

¿Nueva reunión antes de Semana Santa?

La mesa de diálogo continua estando, a pesar de todo, sin fecha. Aunque el nuevo deadline sería la Semana Santa. A la pregunta a los dirigentes de Esquerra sobre si se podría cerrar un acuerdo "suficiente" y por tanto una nueva reunión de la mesa de diálogo antes de Semana Santa, se impone un silencio cómplice sin aceptar ni negar el plazo. Eso sí, la portavoz de ERC, Marta Vilalta, insiste en que no va a haber reunión que valga sin acuerdos tangibles. "No tiene sentido hacerla para una foto", asegura. "Lo importante no son las fechas o las reuniones, sino el contenido y los resultados", reafirma.

Esquerra se considera que hay que aislar la mesa de diálogo de la actualidad

Pero lo cierto es que sacar la mesa de diálogo del actual bloqueo es ya una prioridad y genera preocupación y enfado en las filas republicanas. En la dirección del partido admiten que la coyuntura no ha ayudado con situaciones como la pandemia, las elecciones en Castilla y León, y ahora la guerra en Ucrania y su derivada de la crisis energética. Por eso, en Esquerra se considera que hay que aislar la mesa de diálogo de la actualidad. "Siempre habrá temas urgentes, pero el conflicto con Catalunya sigue siendo un tema que el Estado debe ver como prioritario en resolverlo", aseguran.

El próximo obstáculo para cumplir con el anhelado plazo de Semana Santa puede ser que para esas fechas se prevé una nueva y fuerte tormenta política por la apertura de juicio oral a la presidenta del Parlament, Laura Borràs, por un presunto caso de irregularidades contables.

Subirats admite el compromiso para antes del verano

En cambio, el ministro de Universidades, Joan Subirats, pone sobre la mesa un nuevo plazo veraniego para la reunión de la mesa de diálogo. Subirats asegura en una entrevista en Catalunya Ràdio que el "compromiso" es que se reúna antes del verano. El titular de Universidades se ha limitado a desear que así sea y ha asegurado que es un tema que no han tratado en el Consejo de Ministros. Preguntado por si la carpeta catalana aún es prioritaria, ha dicho que lo es en tanto que tema político sin revolver: "Pero las carpetas no dejan de crecer. Está la carpeta catalana, pero ahora también la del conflicto en Europa, el tema energético y una nueva carpeta que es el tema del Sáhara".

Vilalta presiona en este sentido al Gobierno español y le advierte de que "no busque excusas" para poder convocar la próxima reunión de la mesa de diálogo con la Generalitat. "Que hagan lo que se comprometieron a hacer, que es resolver el conflicto político. La portavoz de ERC confirma que "se están haciendo las gestiones necesarias para que pueda haber pasos y acuerdos, aunque sean pequeños", pero apela al deber del Gobierno español con la mesa de diálogo. "Si está comprometido con este proceso de negociación, que se arremanguen y trabajen, porque las soluciones no vienen solas: deben construirse", subraya.

El ministro de Universidades, Joan Subirats asegura que la carpeta catalana aún es prioritaria en tanto que tema político sin revolver

La secretaria general adjunta de ERC también opina que el Acord Nacional per a l'Amnistia i l'Autodeterminació, una propuesta de Aragonès que se pondrá en marcha este jueves 31 de marzo y se presentará públicamente el 1 de abril, puede tener un papel importante en la presión para la negociación. A juicio de Vilalta, este espacio debe "aglutinar consensos de país más allá del Govern y del Parlament" y acabar con "un acuerdo a nivel de país que pueda interpelar al máximo de actores". "Puede ser útil para seguir movilizados e interpelar al Gobierno del Estado para que escuche el clamor mayoritario de nuestro país", añade.

Aragonès: "Tendrá consecuencias en el Congreso"

Sobre las consecuencias del bloqueo, ninguna de las partes quiere concretar ninguna repercusión. En Esquerra se reafirman en que no se levantarán de la mesa de negociación mientras dure la actual legislatura. Y que analizarán una por una todas las iniciativas del Gobierno español "votando en consideración de los intereses de Catalunya".

Pero el president de la Generalitat, Pere Aragonès, lanzó recientemente un aviso a Pedro Sánchez en una entrevista concedida a Público. En ella explicaba que, si no se avanza en la resolución del conflicto entre Catalunya y el Estado, ERC podría abandonar el apoyo al Gobierno en el Congreso y no se podría contar con los republicanos para próximas investiduras.

El president recordaba que el apoyo a Sánchez se produjo "porque había un compromiso de avanzar hacia la resolución". "Si ese compromiso está en duda o no se concreta, creo que todo el mundo comprenderá que tendrá consecuencias en el posicionamiento político de ERC en el Congreso", afirmaba.

Igualmente, y poniendo la mirada en una posible futura investidura a un presidente del PSOE, Aragonès aseguraba en la entrevista de Público que ERC "siempre intenta aprender de los hechos y de las experiencias; y aquí también se sacará un aprendizaje en función de cómo evolucione". "En función de eso, tomaremos las decisiones en la próxima legislatura", añadía.

Aragonès admite que la mesa de negociación ha quedado estancada

Aragonès admitía que la mesa de negociación ha quedado estancada y el president no escondía su disgusto, a la vez que culpaba al Gobierno español. "Ahora mismo estamos en una cierta situación de bloqueo, pero sigue habiendo interlocución. Y, por tanto, quien debe tomar una decisión es el Gobierno español de si quiere resolver el conflicto político o no. Pero, si lo quiere resolver, no será por la vía de la imposición, sino por la de la negociación y el reconocimiento de Catalunya. Nosotros hemos hecho una propuesta y ahora estamos esperando la del Estado", explicaba.

¿Te ha resultado interesante esta noticia?

Más noticias