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El impulso de las renovables y las ayudas a las empresas centrarán la política de reindustrialización en Catalunya

Ante la pérdida de empleo y del peso del sector en el conjunto de la economía, sindicatos y patronal demandan simplificación administrativa y atractivos fiscales en el marco del Pacte Nacional per a la Indústria.

Instal·lacions del grup Àuria, a Igualada. L'empresa forma part de la Federació de Cooperatives de Treball de Catalunya.
Foto de archivo de empresa industrial de Catalunya. ACN

El Govern de la Generalitat de Catalunya anunciaba hace pocos días la aprobación de la mayor línea de ayudas industriales de su historia, medida que prevé beneficiar a más de 200 empresas y generar más de 20.000 puestos de trabajo con una dotación de 45,7 millones de euros.

Detrás de esta iniciativa, está la voluntad de financiar proyectos de inversiones productivas que mejoren la competitividad, el impacto en el grado de sostenibilidad ambiental y la digitalización en empresas industriales. Durante la presentación de esta línea, el conseller d'Empresa i Treball, Roger Torrent, destacó "el esfuerzo presupuestario y del personal de la Direcció General d'Indústria para conseguir que ésta sea la mayor convocatoria de ayudas que jamás ha hecho el Govern en toda su historia".

En este sentido, recordó que el objetivo es "actualizar los procesos productivos industriales hacia un modelo más sostenible y digitalizado". Más allá de este propósito, los sindicatos y las patronales, satisfechos con la acción, reclaman agilizar la puesta en marcha de las ayudas, evitando el exceso de trabas administrativas, e incrementar el peso de las energías renovables en el mix eléctrico catalán como elemento para consolidar la apuesta por la competitividad y la sostenibilidad económica.

Empresa i Treball recuerda que el objeto de esta línea son los proyectos de inversión para nuevas plantas industriales o para la mejora de los procesos productivos de fábricas existentes que comporten un volumen de inversión mínimo de 250.000 euros y un máximo de 3 millones de euros. Un requisito indispensable para acceder a las ayudas es el mantenimiento de los puestos de trabajo existentes en la fecha de la solicitud, mientras que la creación de nuevos trabajos ha sido uno de los criterios de valoración más relevantes para la puntuación de los proyectos. En este sentido, la media de incremento de plantilla de las empresas que han accedido a las ayudas es de un 7,38%.

La voluntad de mejora se produce en un escenario continuado de pérdida de peso de la industria, hasta hace una década motor económico de Catalunya, en el global del Producto Interior Bruto (PIB); lo que va acompañado de una reducción de la población ocupada en el sector. Así, según los datos del Institut d'Estadística de Catalunya (Idescat), la población ocupada en el sector industrial en Catalunya se ha reducido un 21% en los últimos 15 años, pasando de las 803.500 personas en el primer trimestre de 2008 hasta las 634.200 del primer trimestre de este año. A consecuencia de este descenso, el porcentaje de trabajadores ocupados en el sector industrial cayó del 22,3 al 17,1% durante el mismo periodo.

Las dificultades burocráticas

Tras la presentación de la línea de ayudas, el director del área de Economía y Empresa de la patronal Pimec, Carles Mas, muestra cierta satisfacción por la ampliación de la partida presupuestaria. "Al recibir más solicitudes de las esperadas, el Govern ha añadido dinero para cubrir las peticiones, ya que había demanda en aspectos como el cambio de maquinaria, la sostenibilidad y la digitalización". En un contexto para articular una estrategia hacia la transición energética en el cual "nos hemos autoimpuesto ir más rápidos, somos conscientes de que a corto plazo no se puede amortizar la inversión, pero esta apuesta se convertirá en un elemento para mejorar la competitividad".

Para conseguir este objetivo, Mas insta a mantener las líneas de ayudas, pero matiza la necesidad de que las subvenciones no sean generalistas. "Existe una dificultad de acceso por la burocracia, para lo que se requiere una mejora de las líneas, de forma que sea más fácil optar a ella y no se deba depender de la disponibilidad de recursos materiales y humanos en las empresas". Además, el responsable de Pimec pide que las subvenciones sean recurrentes en el tiempo para que el tejido industrial pueda planificar sus inversiones.

Carlos Mas lamenta que una parte importante de las empresas del sector industrial no pueden acceder a las ayudas porque no están incluidas en la Clasificación Nacional de Actividades Económicas (CNAE), ya que se consideran servicios empresariales. Por eso, solicita desatascar esta disfunción administrativa.

Transformar el modelo productivo

"En el marco del seguimiento del Pacte Nacional per a la Indústria, que consta de 152 actuaciones, resulta más adecuado analizar si se están alcanzando los objetivos estratégicos para transformar el modelo productivo e incrementar el peso de la industria en la economía, que analizar el grado de cumplimiento del acuerdo". Así lo explica Cristina Torre, secretaria de Acció Sindical del sindicato CCOO Catalunya.

Fruto del Pacte Nacional per a la Industria, más de 200 empresas catalanas se han beneficiado de las ayudas, lo que supone la ejecución del 22% de la iniciativa con datos de 2022. Justamente esta semana, se ha celebrado el seguimiento cualitativo del acuerdo, en el que se ha marcado llegar al 50% de la ejecución el próximo año.

Torre afirma que "el indicador que nos preocupa es el escaso despliegue de la energía renovable, ya que en un período de mayor actividad económica, el consumo eléctrico se ha incrementado sin haber estado acompañado del desarrollo de otras fuentes energéticas". De hecho, el mismo seguimiento del Pacte Nacional per a la Indústria concluye que todavía está lejos de los valores establecidos en Catalunya para el año 2025. Actualmente, el peso de las renovables en el mix eléctrico catalán es del 15,6%, más de 10 puntos por debajo del 27% fijado.

Más allá de estos requisitos, la situación económica y la ralentización del crecimiento pueden suponer que no se acaben de concretar los objetivos de la transición energética. Sin embargo, sindicatos y patronales creen que el grado de cumplimiento del Pacte Nacional per a la Indústria no es tan relevante como alcanzar los objetivos estratégicos para cambiar el modelo productivo y mejorar el peso el sector industrial en el peso de la economía catalana.

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