Ni tregua ni colaboración. La comparecencia del ministro de Sanidad, Salvador Illa, este jueves en el Congreso para informar del estado de alarma decretado en Madrid se ha convertido desde el principio en un capítulo más del conflicto entre el Gobierno de la Comunidad de Madrid y el Ejecutivo central. Illa ha centrado su intervención inicial en explicar los motivos y los datos que, a juicio de Sanidad, avalan la necesidad de aplicar las restricciones extraordinarias aprobadas el viernes de la pasada semana.

"La obligación de cualquier gobierno es frenar al virus. Era importante que el alto nivel de contagio de Madrid no se extendiera al resto de España. El objetivo del Gobierno siempre ha sido la protección de la salud", ha insistido el ministro, que ha explicado que, en principio, la intención del Gobierno no es prorrogar el estado de alarma más allá de los 23 días de vigencia previstos (los ocho días de restricciones anteriores a su declaración y los 15 días previstos en la norma).

Illa ha recordado que por encima de los 120 casos por cada 100.000 habitantes el Consejo del Centro Europeo para el Control de Enfermedades considera la situación de muy alto riesgo, y por encima de los 240 casos, de "riesgo extremo": "El objetivo es bajar de los 100 casos positivos, porque solo así podremos hablar de frenar la curva", ha insistido.

Ha zanjado su primera intervención el ministro apelando a la "unidad" y pidiendo zanjar el conflicto entre el Gobierno y la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso: "Trabajemos juntos. El adversario común es el virus. No es tiempo de distraernos en disputas y discusiones estériles. Si queremos seguir siendo eficaces debemos seguir reforzando los instrumentos de cooperación en materia de salud pública".

Las peticiones del ministro de Sanidad han sido replicadas por el PP con reproches y un tono duro en el que la portavoz del Grupo Popular en el Congreso, Cuca Gamarra, ha pedido su dimisión y que levante el estado de alarma en Madrid. La diputada ha centrado su intervención en cuestiones como la proposición de PSOE y Unidas Podemos para cambiar el sistema de elección del Consejo General del Poder Judicial o la "colocación de Pablo Iglesias en el CNI".

"Se niega a pedir perdón, se niega a dimitir, y nos presenta una decisión autoritaria y abusiva. Las medidas que ha tomado en Madrid carecen de fundamento científico, son decisiones arbitrarias, no se exigen en todo el territorio. Son discriminatorias. Impone un estado de alarma con unos datos falsos, basados en unos indicadores improvisados con la intención de cerrar Madrid a cal y canto y arruinar a miles de madrileños", ha asegurado Gamarra sobre el estado de alarma.

Gamarra: "Las medidas de Madrid son arbitrarias"

La portavoz del PP ha acusado a Illa de seguir una "deriva autoritaria": "Su deriva autoritaria se inició con el nombramiento de Dolores Delgado como fiscal general del Estado; el asalto al Consejo General del Poder Judicial es el último movimiento".

"El estado de alarma es una imposición contra los madrileños, una decisión desleal. La salud ha sido una coartada para el Gobierno, porque los datos estaban mejorando con las medidas del Gobierno de la comunidad. No podían aceptar que la Comunidad de Madrid estuviera doblando la curva. Le exigimos que levante inmediatamente el estado de alarma en Madrid, trabaje como debe y después váyase", ha añadido Gamarra.

En su segunda intervención, tras la participación de los portavoces de los grupos parlamentarios, el ministro de Sanidad ha endurecido el tono y le ha reprochado a la portavoz del PP su estrategia, que ha situado en el "extremismo". "Fíjese lo que están provocando alimentando a Vox. Si habla como Vox, piensa como Vox y tiene su mismo estilo, no se extrañe de que todos los españoles pensemos que son como Vox", ha defendido Illa.

A su juicio, la intervención de Gamarra podría haber pasado, en realidad, por una intervención de Pablo Casado: "Entiendo que es el señor Casado el que habla por usted. Tengo una noticia que darle: no vamos a entrar en sus provocaciones. Se han situado en una foto antisanitaria de Colón junto a Vox. No son más que los teloneros de la moción de censura de Vox", ha dicho.

En su última referencia a la portavoz del Grupo Popular, el ministro ha vuelto a pedir unidad para contener la situación pandémica: "Claro que habrá que evaluar la gestión de todos los gobiernos, incluido este. Pero le pido que pongamos nuestro empeño en derrotar al virus".

También ha reprochado la actitud del PP la portavoz del Grupo Socialista, Adriana Lastra: "¿Quién cree que con este momento en España se sentirá satisfecho con ese discurso de insultos? Desde luego no será el personal sanitario, señora Gamarra. Tampoco creo que contente a la inmensa mayoría de los españoles que están tan lejos del extremismo en el que se han situado. El PP se ha convertido en el partido más extremista y Casado se ha convertido en el dirigente más extremista del PP, y no era fácil".

La portavoz socialista ha cargado también contra la gestión de Ayuso y lo que considera una estrategia para confrontar: "La realidad de la política en España es la de la lealtad institucional. No da titulares, pero funciona. Ayuso convierte la política en un barrizal de confrontación. No se he escucha a nadie más, a ninguna comunidad autónoma, solo se le escucha crispar a Ayuso y al PP".

"Dejen ya de enfrentar a los españoles ¿Dónde están los rastreadores, los médicos y el personal sanitario que dijeron que iba a contratar? ¿Por qué siguen cerrados los centros de salud? ¿Qué ha pasado con los 1.500 millones de euros que el Gobierno de España le entregó para hacer frente a la pandemia? El Gobierno de España ha hecho lo que no ha querido hacer el Gobierno de Madrid", ha zanjado Lastra.