La galería fotográfica que ofrece la web del Tribunal Constitucional (TC) arroja un dato desolador: durante casi una década, entre 1989 y 1998, no hubo mujeres en la composición del tribunal y después, entre el dominio absoluto de los varones, las fotografías de las sucesivas renovaciones comenzaron a mostrar a alguna magistrada y nunca, hasta 2017, coincidieron tres mujeres juntas en el tribunal de garantías; como mucho, fueron dos.

En total, han sido 10 las magistradas que han ocupado una plaza y la mitad de ellas están juntas ahora mismo, tras la última renovación. Los hombres, en cambio, han copado 61 nombramientos desde que el Tribunal Constitucional comenzó su andadura, en julio de 1980. 

La decimocuarta renovación del TC, este lunes, ha tenido una consecuencia inédita: que cinco magistradas coincidan en el mismo tribunal. Casi se alcanza la paridad, ya que en estos momentos son once los miembros del TC a falta de renovar la plaza a la que renunció Alfredo Montoya este verano por enfermedad y que corresponde hacerlo al Senado. 

No sólo se multiplica el número de mujeres que llegan al máximo tribunal de garantías constitucionales, sino que además una de ellas se postula para la presidencia, y tiene opciones de ganar la votación que este miércoles se celebra en el TC. La catedrática de Derecho Constitucional María Luisa Balaguer (Almería, 1953) reivindica, según fuentes de su entorno, su derecho a ser votada en igualdad de condiciones con el otro aspirante, el también progresista Cándido Conde-Pumpido (A Coruña, 1949), ex fiscal general del Estado, al parecer, el candidato favorito del bloque progresista, al que también pertenece Balaguer. 

De salir elegida, María Luisa Balaguer se convertiría en la segunda mujer en presidir el Constitucional, después de María Emilia Casas, que fue nombrada presidenta en 2004 y que estuvo en el cargo hasta 2011, en otro periodo convulso por la falta de acuerdo para la renovación del TC. 

Este martes el bloque progresista, que cuenta ahora con mayoría de siete a cuatro, no ha llegado a un acuerdo para presentar en el pleno una sola candidatura. Según ha podido saber este diario, Balaguer se ha mostrado firme en su deseo de poder llegar a la presidencia y se ha negado a ceder ante las pretensiones de algunos de sus compañeros progresistas que pedían unidad para lograr una única candidatura, la de Conde-Pumpido. 

Feminista y experta en Igualdad

El pleno decidirá, pues, quién va a dirigir el TC hasta finales de 2025, en una votación secreta, que no lo será tanto, ya que los cuatro magistrados del bloque conservador darán previsiblemente su apoyo a María Luisa Balaguer, en un gesto de rechazo a Cándido Conde-Pumpido por su vinculación con el PSOE, al haber sido fiscal general con el expresidente Rodríguez Zapatero. 

Los conservadores, sin opciones para hacerse con la presidencia por el actual equilibrio de fuerzas y liderados en estos asuntos por Enrique Arnaldo, prefieren a Balaguer, pese a ser una reconocida feminista y experta en temas de Igualdad; algo que choca con los postulados ideológicos del Partido Popular. Fue el partido de Núñez Feijóo el que propuso para el Constitucional tanto a Arnaldo como a Concepción Espejel; por cierto, la única mujer a la que el PP ha promovido para el tribunal de garantías. 

A los cuatro votos de los conservadores, Balaguer sumará el suyo propio y quizá el de la magistrada María Luisa Segoviano, recién llegada a propuesta del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Segoviano es otra magistrada progresista y feminista. 

La presidencia del TC está en manos de María Luisa Segoviano, según fuentes internas del Constitucional. Fue la primera mujer en llegar a la presidencia de una Sala del Supremo, la Cuarta, y ha manifestado en multitud de ocasiones la necesidad de que las mujeres accedan a puestos de responsabilidad. 

Esos seis hipotéticos votos que puede sumar María Luisa Balaguer le darían la victoria, que estaría muy reñida, ya que Conde-Pumpido, con una brillante trayectoria como magistrado, concita el apoyo de la mayoría de los progresistas. Sin embargo, aunque sumara los votos de esos cuatro magistrados --Ramón Sáez, Inmaculada Montalbán, Juan Carlos Campo y Laura Díez-- más el suyo propio se quedaría con cinco, insuficientes para superar a Balaguer. Todo depende, pues, de Segoviano. 

Las pioneras del Constitucional

Tuvieron que pasar 18 años para que tras la primera mujer en pisar el TC, Gloria Begué, en 1980, llegara otra magistrada, María Emilia Casas. En 2001 fue nombrada magistrada del Constitucional Elisa Pérez Vera, que fue la primera mujer rectora de una universidad pública, la UNED. 

En 2011 llegó, a propuesta de los senadores del PNV, la catedrática de Derecho Penal Adela Asúa, y al año siguiente, Encarnación Roca, primera magistrada de la Sala de lo Civil del Supremo. 

María Luisa Balaguer coincidió con Encarnación Roca cuando llegó al TC, en 2017. En 2021 se produjo un hito. Salió del tribunal Roca y entraron Concepción Espejel e Inmaculada Montalbán, la primera por el bloque conservador y la segunda, por el progresista. Coincidieron por primera vez tres magistradas.

De las cinco magistradas que actualmente componen el tribunal, cuatro son progresistas --Segoviano, Balaguer, Montalbán y Díez-- y una conservadora-- Espejel--. Un dato que no es baladí ni ajeno a los programas electorales y al papel que ocupa la igualdad efectiva de la mujer en ellos.

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