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Madrileñofobia ¿Hartazgo de centralismo en València?

La guerra de declaraciones entre Ayuso y el gobierno valenciano tienen una lectura electoral, pero también podrían mostrar una desafección más profunda.

El president Ximo Puig durante una rueda de prensa ofrecida tras la reunión Interdepartamental de la Generalitat para la Prevención y Actuación ante la covid-19. EFE/Biel Aliño
El president Ximo Puig durante una rueda de prensa ofrecida tras la reunión Interdepartamental de la Generalitat para la Prevención y Actuación ante la covid-19. Biel Aliño / EFE

La presidenta de Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, respondió en una entrevista en Telecinco, ante una pregunta sobre la diferente incidencia de la covid en Madrid y València, que la capital española no podía compararse con "otras capitales de provincia", sino que lo tenía que hacer con "las grandes capitales europeas".

Las declaraciones de Ayuso se leyeron como un desprecio a los valencianos, que rápidamente llenaron las redes sociales de comentarios. Pero esta vez (y a diferencia otras ocasiones, como cuando la misma Ayuso dijo que València era "lo peor de España" junto con Euskadi, Navarra y Catalunya), también ha habido una contundente respuesta institucional. Al día siguiente, el presidente valenciano, Ximo Puig, convocaba una rueda de prensa con un inmenso mapa de España donde se marcaba la incidencia de la covid por autonomías y dejaba entrever que realmente el País Valencià y Madrid no se podían comparar en esta materia.

Menos sutil, la vicepresidenta, Mónica Oltra, respondía a preguntas de los periodistas que "Madrid le regurgitaba" haciendo referencia, más allá de la respuesta a Ayuso, al centralismo informativo: "Aquí sabemos más de lo que pasa a Alcorcón que en Xàtiva", remachaba. Y parece que el sentimiento no es exclusivo de Oltra. Las quejas a la monopolización mediática de Madrid cada vez se hacen más habituales, desde las bromas en redes sociales con la nevada de Madrid hasta columnistas conservadores, pasando por una entrevista de esta semana a Los Chikos del Maíz.

"A medida que los medios de comunicación, no solo los de ámbito estatal, sino también los valencianos, no paran de hablar de Madrid, esto genera una sobresaturación -explica la experta en comunicación política Teresa Ciges-, si a esto le sumas que el contexto en qué esto se produce es muy diferente, con bares abiertos allí y aquí cerrados, por ejemplo, se consigue generar un rechazo por parte de la ciudadanía, incluso en sectores que no son próximos al valencianismo o que en otras circunstancias esto no les molestaría". Para el periodista Francesc Viadel "la gestión de la pandemia ha generado malestar en todas las periferias, no solo en el País Valencià".

Ayuso
La presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, durante un acto de campaña electoral del Partido Popular este miércoles en San Sebastián de los Reyes (Madrid). Mariscal / EFE

A la saturación informativa hay que sumar la sensación que Madrid (entendido como lugar político, insisten todas las voces consultadas) cada vez centraliza más recursos, gracias a los cuales se desarrolla mucho más rápidamente que el resto. El sociólogo Vicent Flor ha estudiado la cuestión, y acaba de publicar un estudio sobre la centralización cultural donde revela como la capital española concentra casi el 90% de la inversión ministerial en museos, teatros y auditorios.

"Si analizas los indicadores socioeconómicos, ves muy claramente como hay dos españas: Euskadi, Navarra y Madrid por un lado, con resultados por encima de la media europea, y el resto en la otra. Después hay diferencias menores, pero la renta per cápita de Madrid duplica la de Extremadura", explica Flor. Y continúa: "Y cuanto más recursos concentra Madrid más refuerza su posición".

¿'Madrileñofobia'?

¿Esta desigualdad está generando una madrileñofobia, tal como denuncia a menudo Ayuso? "En el País Valencià hay una profunda tradición anticentralista, como se da a otras muchas periferias desatendidas -responde Flor- aunque las quejas de Ayuso habría que enmarcarlas en un contexto electoralista. En cierta forma, la consolidación del valencianismo político ha hecho que València entre en un juego que hasta ahora solo había vascos y catalanes".

Ciges apuntala esta tesis cuando destaca que con la llegada del gobierno de "izquierdas" se ha puesto el tema de la financiación sobre la mesa, así como un valencianismo pragmático, ligado a unos servicios públicos dignos, que puede sumar más sectores sociales al valencianismo o a un socialismo más federalitzante que representa Puig".

En cambio, Francesc Viadel no lo ve igual: "Si bien es verdad que hay cierto rechazo a los madrileños en las zonas turísticas, donde los sufren, pero también los necesitan, si realmente la sociedad valenciana estuviera harta de Madrid, esto tendría una articulación política más evidente".

Para este periodista, si bien ha habido "algún gesto" por parte de Puig con el tema de la financiación, no ve ni en los socialistas ni en Compromís "ninguna voluntad de confrontación antisucursalista" y señala precisamente el regurgitamiento de Oltra: "Si le preocupa tanto la vertebración valenciana ¿por qué no hace una televisión de verdad con una financiación digna, que pueda ser un muro a este centralismo? Declaraciones como la suya tienen un recorrido muy corto si no van acompañadas de hechos".

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