El Gobierno volverá a rendir cuentas ante el Congreso de los Diputados. Este martes, 5 de diciembre, el ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, comparecerá en la Cámara Baja, a petición del Partido Popular (PP), para dar explicaciones sobre la acción de España en el conflicto entre Israel y Palestina.

Se trata de un Pleno extraordinario, pero que servirá para que el Ejecutivo se enfrente a las preguntas de los diputados en materia de Exteriores. La última vez que el hemiciclo pudo fiscalizar en una sesión plenaria al Gobierno fue el 17 de mayo.

En este caso no se trata, sin embargo, de una sesión de control al uso ―esas empezarán el 13 de diciembre―, pero sí de un ejercicio igualmente de vigilancia en el que, tal y como apuntan fuentes parlamentarias, "el ministro comparecerá, el primero de todos, sin tiempo límite; después, los grupos dispondrán de 10 minutos cada uno de ellos; a continuación, volverá a tener turno de intervención el ministro; acto seguido, cada grupo tendrá cinco minutos para llevar a cabo una réplica y, por último, cerrará Albares con la última intervención de la sesión".

Desde el momento en que los populares solicitaron la comparecencia de Albares, el ministro accedió de buen grado. En la pasada Junta de Portavoces, en cualquier caso, se marcaron en rojo otras dos fechas más en el calendario parlamentario de diciembre. Que nadie piense que el camino a los turrones será dulce y sin espinas para el Ejecutivo. Especialmente, eso sí, por la tramitación de la ley de amnistía, todavía sin calendarizar, pero prevista, por parte de todas las fuentes parlamentarias consultadas, para el pleno del 12 de diciembre. 

Lo que es seguro es que este día 5 Albares rendirá cuentas a las 15 horas ante el resto de diputados; que el 13 de diciembre lo hará el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, sobre la crisis migratoria y que el 19, con la Lotería de Navidad a la vuelta de la esquina, será el presidente, Pedro Sánchez, quien se someta a la fiscalización de la Cámara Baja. No lo hará antes porque tiene la agenda comprometida, tal y como confirma el Partido Socialista, por su condición de presidente de turno del Consejo de la Unión Europea. 

Así, el primer miembro del Gobierno que se someterá a las preguntas del resto de grupos parlamentarios será Albares. Lo hará para hablar de Israel y Palestina y, más en concreto, del papel español en las arenas movedizas resultantes del conflicto en el ámbito internacional. Tendrá que explicar, fundamentalmente, la postura del Gobierno en un momento de tensión entre el Ejecutivo de Sánchez y el primer ministro ultraderechista israelí, Benjamín Netanyahu.

Sánchez visitó Israel y afirmó, ante el propio Netanyahu, que "el número de palestinos muertos es insoportable". Además, más adelante en el viaje, abrió la puerta a que el Gobierno español pueda reconocer el Estado palestino de forma unilateral sin esperar a una postura común de sus socios europeos. Suecia ya lo hizo en 2014. De todas formas, Sánchez también dejó claro que la prioridad continúa siendo hacerlo coordinadamente. Netanyahu recriminó de inmediato sus palabras al presidente español.

El PP acusó a Sánchez de haber desencadenado un conflicto diplomático, mientras que muchos de los aliados del PSOE elogiaron al presidente español por haber ido más allá que otros líderes europeos.

Este mismo miércoles, Pedro Sánchez afirmó en una entrevista en La mañana de La Uno que tiene "francas dudas" de que la ofensiva de Israel sobre la franja de Gaza respete el Derecho Internacional Humanitario. La respuesta de Netanyahu, en este caso, fue llamar a consultas a la embajadora de Israel en España, Rodica Radian-Gordon.

Dos días más tarde, el viernes, a primera hora de la tarde, Sánchez informó a través de un tuit en la red X de una conversación que había mantenido con Benny Gantz, ministro de Defensa israelí. El presidente español reiteró su voluntad de conservar las buenas relaciones con Isreal y remarcó su derecho a la legítima defensa, pero insistió en que es "insoportable" la muerte de civiles en Gaza y, de nuevo, en que "Israel debe cumplir con el Derecho Internacional Humanitario".

Este es el marco en el que se encuadra la comparecencia de Albares. Una semana más tarde, cuando se retomen las sesiones ordinarias de control al Gobierno, Grande-Marlaska rendirá cuentas, en su caso sobre la crisis migratoria y, en concreto, sobre la "gestión de Canarias", como solicitó, también, el Partido Popular. Sin embargo, casi todo el mundo mira hacia el 19 de diciembre. Pedro Sánchez se someterá a su primera sesión de control desde que ha sido reelegido presidente. Será, también, la última del año 2023.

Día de la Constitución

Además de la comparecencia de Albares y del runrún de la ley de amnistía, la semana entrante será, también, de celebración en el Congreso de los Diputados. El 6 de diciembre es el Día de la Constitución, que cumple, además, 45 años. Francina Armengol dará un discurso después del que ya pronunció con motivo de la solemne apertura de la legislatura y que enfureció a la bancada popular. Desde el equipo de Armengol deslizan que "el PP solo quiere deslegitimar la institución" porque "no acepta el resultado de las urnas".

A la celebración del Día de la Constitución asistirá también el popular Pedro Rollán, presidente del Senado, que, de la misma forma que Feijóo, desacreditó el discurso de Armengol.

En paralelo a todo ello, Partido Popular y Partido Socialista, que negociaron las presidencias de varias comisiones parlamentarias, tendrán que hacer público el reparto final. Sumar ya anunció que presidirá cinco Comisiones Permanentes Legislativas y una Mixta, mientras que Esquerra Republicana de Catalunya dirigirá dos permanentes legislativas. Entre este lunes y este martes, según aseguran varias fuentes parlamentarias, quedarán todas constituidas.