La ministra portavoz del Gobierno, Isabel Celaá, compareció a las pocas horas de la última advertencia de Quim Torra al Ejecutivo, para asegurar  que el Ejecutivo "no acepta ultimátums", pero  "mantiene su determinación de continuar por la vía del diálogo" en Cataluña.

Además, Celáa respondió tajantemente a la amenaza hecha a Sánchez por el presidente de la Generalitat, Quim Torra, referida a que si no presenta antes de un mes una propuesta para un referéndum, el independentismo "no podrá garantizarle ningún tipo de estabilidad en el Congreso". La portavoz contestó nada mas iniciarse la conferencia de prensa: "No tiene que esperar hasta noviembre para conocer nuestra respuesta: autogobierno y no independencia, convivencia y no independencia"., afirmó,

La firmeza de este mensaje la compaginó Celáa en todo momento con la apuesta inequívoca del Gobierno de seguir profundizando en el entendimiento y en los acuerdos con la Generalitat- "Ley y diálogo", afirmó la ministra portavoz, quien reprochó al president que "sobran gestos y falta responsabilidad".

Celáa, además, hizo un llamamiento a los fuerzas de la oposición para que estén al lado del Gobierno en un tema que consideró de Estado, recordando que el PSOE así lo hizo en la etapa de Mariano Rajoy, aunque rechazó las pretensiones del Partido Popular y Ciudadanos de volver a aplicar el artículo 155 en Catalunya.

Según la portavoz del Ejecutivo, "el el Gobierno no va a aplicar el artículo 155 mientras no haya razones evidentes para aplicarlo, lo que no se ha producido", dijo.

Al ser preguntada sobre si el presidente del Gobierno mantiene su visita a Torra este otoño, como estaba previsto, Celáa indicó que no era el momento más oportuno para hablar de ese calendario, pero no descartó que todavía se pueda producir este encuentro.

De hecho, pese al contundente rechazo al ultimátum de Torra, Celáa en todo momento siguió haciendo llamamiento al diálogo y al entendimiento como única salida al conflicto, y no dudó en pedir al president del a Generalitat, "distensión y calma".

Pese al revuelo levantado con las advertencias de Torra en el Gobierno hay tranquilidad. En buena parte, porque se esperaban una respuesta así tras lo ocurrido el 1-O y las presiones que tiene Torra del independentismo más radical, pero aseguran que no perderán la calma ni las ganas de buscar una solución política. "Al Gobierno no le van a retirar del diálogo las palabras, sino los hechos", apuntó un portavoz del Ejecutivo.