MADRID.- La vicepresidenta ha asegurado hoy que el Gobierno de Marruecos ha tenido "buena voluntad" tratando de realizar el rescate de los tres alpinistas españoles "de la mejor manera posible". Asimismo, Soraya Sáenz de Santamaría, en rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, aseguró que el Ejecutivo de Mariano Rajoy "ha hecho todo lo que ha podido" en esta operación donde todavía quedan muchos interrogantes. El último, por qué el rey de Marruecos, Mohamed VI, no dio orden de que se dejara acudir de forma inmediata a los equipos de rescate españoles al lugar donde se encontraban los tres alpinistas accidentados si recibió la llamada del rey Felipe el Viernes Santo pidiéndoselo. Esta información -ya confirmada- se conoció ayer durante la entrevista que la Cadena Ser hizo al único superviviente de los montañeros, Juan Bolívar, en el programa El Larguero. La vicepresidenta ni siquiera ha mencionado hoy esta conversación entre ambos monarcas y sólo ha hablado de los contactos mantenidos por su Gobierno.

El Ejecutivo español trata de hacer auténtico encaje de bolillos para intentar cerrar la polémica sobre el intento de rescate de los tres alpinistas españoles en Marruecos, que terminó con dos de ellos muertos y el durísimo testimonio del único superviviente. Juan Bolívar realizó ayer un tour por varios medios de comunicación y una rueda de prensa, acompañado de la federación de montañeros de Granada, en los que denunció la negligencia, mentiras y "chapuza" que fue el rescate por parte de la Gendarmería marroquí. Bolívar aseguró que uno de sus compañeros, malherido tras el accidente que originó el rescate, murió por la incompetencia de los rescatadores de Marruecos, que lo dejaron toda la noche en la camilla, vivo y bajo una cascada.

La vicepresidenta ha recordado que existen "recomendaciones" en la web de Exteriores para tener en cuenta antes de viajar a determinados

Soraya Sáenz de Santamaría quiso trasladar públicamente todo el "apoyo y solidaridad" del Gobierno a las familias de los alpinistas en estos "momentos complicados y de dolor", aunque, antes de nada, quiso subrayar cómo el Ejecutivo se preocupa "de lo que pueda pasar" a todos los españoles en el exterior y recordar que, en la web del Ministerio de Asuntos Exteriores, existen una serie de "recomendaciones" para tener en cuenta a la hora de viajar a los países.

La número dos del Ejecutivo aprovechó estas explicaciones para recordar "los numerosos incidentes" a los que ha tenido que hacer frente el Gobierno, como "secuestros, repatriaciones", etc. Concretamente, Sáenz de Santamaría citó el secuestro en Siria de tres periodistas españoles, finalmente liberados. La vicepresidenta, muy cauta con su valoración sobre la actuación de Marruecos, ha recordado además, que éste "es un Estado soberano", con sus propios "modelo y protocolos" de actuación, advirtiendo así que si Rabat se opone a la entrada de ayuda española, hay que aceptarlo, como explican otras fuentes del Ejecutivo.

Cordialidad pendiente de un hilo

Todos los gobiernos españoles han intentando mantener unas buenas relaciones con Rabat, pues a España interesa sobremanera la cooperación de Marruecos en la lucha contra la inmigración ilegal a través de sus fronteras o el terrorismo yihadista, particularmente ahora que éste ha recrudecido y sofisticado sus métodos.

El Gobierno sostiene que Marruecos sabe de la separación de poderes existente en España

Por ello, la vicepresidenta ha sido hoy extraordinariamente cuidadosa en sus valoraciones sobre el asunto del rescate de los alpinistas y cuando fue preguntada si el procesamiento por parte del juez Pablo Ruz de once mandos militares marroquíes por un presunto delito de genocidio en el Sáhara (50 asesinatos y 202 secuestros ocurridos tras la retirada de España de su antigua colonia y hasta 1992) iba a afectar a las relaciones bilaterales, teniendo en cuenta el precedente francés, que provocó la ruptura de las relaciones diplomáticas durante un año.

Sáenz de Santamaría ha asegurado que España siempre ha informado a Marruecos de que una cosa son las relaciones entre los gobiernos de ambos países y otra "las decisiones judiciales". Asimismo, ha advertido de que el Gobierno del país vecino sabe perfectamente "cuál es la postura" del Ejecutivo español sobre el Sáhara, que aboga por una decisión "justa en el marco de la ONU".