El Consejo de Ministros aprobó este martes el anteproyecto de ley de startups, que incluye estímulos fiscales para la creación de estas empresas emprendedoras de base tecnológica e incentivos a la atracción extranjera para la inversión en estos negocios.

Esta norma, que ahora inicia su proceso de audiencia pública, la promovió el Gobierno de Pedro Sánchez en la anterior legislatura, pero quedó aparcada por la disolución de las Cortes.

La vicepresidenta segunda, Nadia Calviño, presentó este martes las líneas generales del nuevo texto en la rueda de prensa posterior al Consejo, y dijo que la ley busca "consolidar a España como un 'hub' de atracción de 'startups'.

La norma va dirigida a regular un marco común para unas empresas emergentes que deberán tener una antigüedad menor de cinco años, no ser cotizadas ni haber distribuido dividendos, y tener carácter innovador, base tecnológica y una facturación inferior a cinco millones de euros.

Estas empresas verán reducido el tipo impositivo en el Impuesto de Sociedades del general del 25% al 15% durante un máximo de 4 años, aplazamiento en sus posibles deudas tributarias, y medidas favorables para la retribución a los trabajadores mediante 'stock options', con elevación del importe de exención por este concepto de 12.000 a 45.000 euros anuales.

La ley crea asimismo un régimen tributario favorable para lo que se conoce como 'nómadas digitales', las personas en teletrabajo desplazadas a España, a las que se permitirá someterse al impuesto sobre la renta de no residentes con requisitos relajados. También se crea un visado específico para personas que trabajan en España para empresas extranjeras.

En materia de fomento a la inversión en 'startups', se eleva la base máxima de deducción por inversión en nuevas empresas de 60.000 a 100.000 euros anuales, el tipo de deducción pasa del 30 al 40% y el periodo en que se considera de nueva creación aumenta hasta 7 años.

El anteproyecto contempla la eliminación de la obligación de pagos fraccionados de impuestos de sociedades y no residentes, así como la exigencia de obtener número de identificación de extranjero para inversores no residentes. También facilita la creación de 'sandboxes' regulatorios.

Preguntada sobre si esta ley va a eliminar posibles agravios entre comunidades a la hora de fomentar la creación de startups, Calviño afirmó que el ecosistema hasta ahora incipiente de estas empresas "ha estado muy concentrado en Barcelona y Madrid", pero en los últimos años han crecido en otras ciudades como Valencia, Málaga o Bilbao.

"Pero con esta ley buscamos un marco que favorezca el surgimiento de 'startups' en todo el territorio español y fuera del ámbito de grandes núcleos urbanos. Otra cosa es que entre todos tenemos que evitar una carrera fiscal a la baja que nos empobrece a todos", señaló la ministra de Asuntos Económicos.