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Garzón, la alternativa más joven de IU

JAIRO VARGAS

Nació en Logroño hace 29 años, pero creció y se formó en Málaga. Alberto Garzón, que hoy ha decidido ser candidato a las primarias de Izquierda Unida para la presidencia del Gobierno, representa la renovación de un partido que, pese ha haber hecho una lectura acertada de la crisis económica, política y social que atraviesa el país, no ha sabido canalizar ese descontento y transformarlo en intención de voto. Su decisión es la culminación del proceso que inició IU el pasado junio, con la creación de un Área de Proceso Constituyente y Convergencia que coordina el diputado.

Ilusionar de nuevo a la militancia y a los simpatizantes y la posible y necesaria confluencia con otras fuerzas que apuestan por el cambio político en los comicios municipales, autonómicos y generales -sobre todo con Podemos, serán los retos del candidato que elijan el 8 de febrero los militantes y simpatizantes de la coalición de izquierdas, para lo que Garzón es el claro favorito ante cualquier posible rival.

Muchos eran los que demandaban este paso de Garzón, por su formación económica y su juventud, que aporta una visión política más acorde a los tiempos, que apuesta por la unidad popular y evita el patriotismo de siglas de cara a posibles acuerdos que derroten al bipartidismo.

Estudió Economía en la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad de Málaga, para cursar posteriormente el máster en Economía Internacional y Desarrollo en la Facultad de Economía Aplicada de la Universidad Complutense de Madrid. También es miembro de agrupación internacional de economistas ATTAC (Asociación por la Tasación de las Transacciones financieras y por la Acción Ciudadana).

Su implicación en el movimiento 15-M, donde trabajó en las comisiones de economía de las acampadas de Málaga y Sevilla, y su labor como investigador en la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla le convirtieron en el candidato más joven de una federación de IU, la de Málaga, con apenas 26 años.

Consiguió el escaño en las generales de 2011, y se convirtió en el diputado más joven del Congreso, donde ha destacado por sus debates en la Comisión de Economía con los ministros Montoro y Guindos y, sobre todo, por acusar al presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, de representar a una 'poder antidemocrático' durante su comparecencia en Cámara Baja en febrero de 2013. Una intervención que se hizo pública pese a la censura del Congreso, que impedía el acceso a la prensa.


Durante esta legislatura ha pasado de un perfil de seundo plano tanto en el grupo parlamentario como en los órganos de dirección federales de IU, a reemplazar a Cayo Lara durante el debate de los Presupuestos Generales de Estado para 2015, en los que tildó de 'antisisetma' al ministro de Hacienda.

Tampoco le tiembla el pulso para denunciar las vergüenzas de su organización, como la participación de represententesde IU en la irresponsable y delictiva gestión de Caja Madrid-Bankia, por la que pidió, en 2013, responsabilidades penales para los representantes de IU implicados. No conforme con eso, también ha pedido responsabilidades políticas, 'limpiar la casa de saqueadores', siendo consciente de que la convergencia pasa por la ruptura total con parte de la organización.

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