Por cuarta tarde consecutiva y en el marco de las jornadas Puig Antich. El Compromís vigent 1974-2024, la antigua prisión Modelo, hoy convertida en un espacio de cultura y memoria, ha abierto sus puertas para recibir a 300 personas que han querido recordar la figura de las dos últimas víctimas por garrote vil en el territorio español: el militante antifascista Salvador Puig Antich y el joven alemán Georg Michael Weizel, conocido entonces como Heinz Chez.

En esta ocasión, la conversación en el escenario de la cuarta galería de la Modelo ha girado alrededor del teatro como arma combativa y, en concreto, alrededor de La torna, una obra de autoría colectiva que reinterpreta el consejo de guerra que dictó la sentencia de muerte de Chez. Un montaje teatral estrenado en 1977 ―tres años más tarde de las últimas ejecuciones― que desencadenó, irónicamente, otro consejo de guerra y el exilio y encarcelamiento de diversos miembros de la compañía Els Joglars.

Uno de sus exintegrantes, el actor Ferran Rañé, ha contado este martes cómo nació la idea de la obra y qué consecuencias tuvo su representación en un país en transición que, pese a vender una apertura y un alejamiento de la oscuridad del franquismo, aún arrastraba la censura y la represión de libertades. "Queríamos mostrar lo que había pasado. Una tragedia, pero acabó siendo una obra ácida. Queríamos desenmascarar que Chez había sido prejuzgado", ha contado Rañé durante su charla con el periodista y conductor de las jornadas David Fernández.

A pesar de ser una producción colectiva, Albert Boadella fue el primer citado a declarar ante la justicia en 1977, dado que fue el encargado de dirigir el espectáculo resultante. "La torna era muy potente, pero pensábamos que como mucho nos caería una prohibición o una multa", ha explicado Rañé. El actor ha añadido que "hubo una ola de solidaridad inmensa" a favor de la libertad de expresión y que, en el momento en que pasó todo esto, "los políticos de la Moncloa estaban pactando" y no les "iba bien" el conflicto. Rañé recuerda que "no tuvieron la respuesta política que necesitaron en aquel momento".

Teatro de combate de ayer y de hoy

A la conversación se han unido Jordi Coca, autor de Dies meravellosos, un libro que traslada el lector a los días de Puig Antich y la transición. Además, también han participado los dramaturgos Sergi Belbel, Berta Prieto, directora de la serie Autodefensa, y Xantal Gabarró, autora de Jenin Feat Raval, un proyecto de La Material Teatre en colaboración con la entidad The Freedom Theatre que conecta Palestina con el barrio del Raval de Barcelona.

Mientras Coca ha explicado su vivencia personal en los años "turbios" de la transición, Belbel ha hecho una radiografía de la evolución del teatro en Catalunya desde finales del siglo XIX hasta su reinvención en los años 80. "Con el modernismo y la irrupción de la ciudad se crea una dramaturgia catalana que se rompe con la llegada de la Guerra Civil. Grandísimos autores que podrían haber tenido una proyección internacional ―Salvador Espriu, Joan Brossa― se vieron obligados a hacer teatro en las casas. El teatro de autor desaparece, pero en los años 60 y 70 renace de la mano de compañías como Els Joglars y posteriormente La Fura dels Baus", argumentó Belbel.

Como clausura de la jornada, los seis invitados, junto a Fernández, han reflexionado alrededor del teatro como herramienta transversal de combate, como un manifiesto, un espacio de reflexión y una oportunidad para crear un relato contrahegemónico que se rebela contra el status quo. El ciclo de las jornadas Puig Antich. El compromís vigent 1974-2024 se alargará hasta el próximo jueves 7 de marzo y contará con una decena más de personalidades, para homenajear la memoria del revolucionario y poner sobre la mesa cuestiones que, lejos de permanecer en el pasado, siguen más vivas que nunca.