Las empresas vinculadas a personas del entorno más cercano del líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, se beneficiaron durante años de ayudas y adjudicaciones de la Xunta de Galicia cuando éste era su presidente, un cargo desde el que también ascendió a puestos de responsabilidad a sus familiares directos.

El último ejemplo ha sido Universal Support, filial coruñesa de telemarketing de la multinacional Konecta que entre 2020 y 2023 recibió al menos 19,2 millones de euros en adjudicaciones del Servicio Galego de Saúde, la mayoría de ellas por el procedimiento de emergencia y sin concurso público.

Universal Support, sin vinculación alguna con el sector sanitario, farmacéutico o biomédico, se benefició de los fondos anticovid de la Xunta para prestar su call center como centro de información ciudadana sobre la pandemia; para rastrear casos de la enfermedad y para asesorar sobre citas, calendarios y certificados de vacunación.

En el único concurso público que ganó, por valor de más de 4 millones de euros, Universal Support presentó la oferta económica menos ventajosa, pero la mejor en materia de formación de personal, gestión y organización e infraestructuras física y tecnológicas.

El hermano de la pareja de Feijóo

El director comercial de la empresa es Ignacio Cárdenas Botas, hermano de Eva Cárdenas, pareja de Feijóo desde 2013, exdirectiva de Inditex y quien desde finales del año pasado ejerce como directiva en Mango. Previamente trabajó dos años en una empresa de la Fundación Sargadelos, que recibió ayudas de la Xunta pero cuando ella no formaba parte de la plantilla de la compañía.

Quien sí trabajaba en una sociedad que recibió cientos de contratos de la Xunta durante los mandatos de Feijóo fue su hermana, Micaela Núñez, directiva del Grupo Eulen, especializado en seguridad, limpieza y prestación de servicios diversos a empresas y administraciones públicas.

Según la investigación que este diario publicó entre febrero y marzo de 2022, la Xunta multiplicó las adjudicaciones a Eulen desde que Feijóo accedió a la presidencia de la Xunta en abril de 2009. Entre ambas fechas, la compañía y sus filiales se hicieron con al menos 140 contratos de la Administración autonómica por valor de más de 37 millones de euros.

El año en el que Eulen registró su récord adjudicaciones fue 2015, con 6,2 millones. Al ejercicio siguiente, Micaela Núñez, directora regional en Galicia, fue ascendida a la dirección para el noroeste de España.

Trato de favor o manejaba información privilegiada

La investigación de Público desveló indicios de que en numerosas ocasiones Eulen había recibido trato de favor o manejaba información reservada sobre las ofertas de sus competidoras y las condiciones de los concursos.

En varios casos se llevó los contratos con la propuesta económica más cara, por exclusión de los otros licitadores sin que en los expedientes consten explicaciones a esa decisión o incluso cuando presentaba ofertas en baja temeraria. Es decir anormalmente baratas, que podían poner en peligro el correcto cumplimiento de los servicios contratados o que se basaban en los bajos salarios del personal destinado a prestarlos.

Más del 77% del total del dinero público que Eulen ingresó con Feijóo al frente de la Xunta se adjudicó a través de entidades instrumentales como agencias, fundaciones, sociedades y empresas públicas, que disfrutan de criterios más laxos para la contratación y en muchas de las cuales el presidente gallego colocó a amigos, militantes y cargos del PP coincidiendo con aquellas licitaciones.

Precisamente, una de las profesionales que vio disparada su carrera cuando Feijóo accedió a la Xunta fue su prima, la doctora Eloína Núñez Masid, que tiene la misma edad que el presidente del PP y que había sido concejala de ese partido en el Ayuntamiento de Ourense.

Núñez Masid, que dirigía la atención primaria en esa ciudad, fue ascendida a la gerencia de todo el complejo hospitalario de la provincia sólo 40 días después de que su primo fuera investido presidente. En febrero de 2017, el Servizo Galego de Saúde volvió a ascenderla entregándole el mando sobre todos los hospitales públicos del área sanitaria de Santiago, la capital de Galicia.

Marcial Dorado

Feijóo había comenzado su carrera política en los años 90 como secretario xeral de la Consellería de Sanidade, que contrató en esa época el suministro de combustible para las ambulancias y la calefacción de los hospitales públicos con las gasolineras del narcotraficante Marcial Dorado, con quien Feijóo trabó una sonada y polémica amistad.

Casi veinte años después, y junto al ascenso de su prima, renovó las gerencias de las áreas sanitarias del Sergas con personas afines al PP. A partir de entonces, el Sergas se convirtió en el ente público autonómico que más contratos públicos adjudicó a Eulen.

En mayo de 2022, otra investigación de Público destapó que la Comunidad de Madrid, el Ayuntamiento de la capital del Estado y la propia Xunta, gobernados por el PP, habían pagado al menos 4,8 millones de euros a un empresario bien relacionado con la Administración autonómica gallega por la compra de mascarillas con sello falsificado y sobre las que se habían emitido alertas sanitarias.