La ultraderecha que se sitúa por fuera de Vox vuelve a chocar con la dura realidad. Falange Española de las JONS, única candidatura de ese espectro ideológico que se animó a concurrir a las urnas este 23 de julio, ha obtenido unos resultados totalmente anecdóticos. 

Los falangistas lograron presentar listas en 11 provincias, y en ninguna han logrado superar el 0,08% de los votos. La exhumación de José Antonio Primo de Rivera de Cuelgamuros en abril pasado, que inicialmente les sirvió para aparecer fugazmente en los medios, de nada ha valido a la hora de tratar de atraer a votantes de extrema derecha más allá de Vox. 

Las candidaturas conjuntas de Falange Española de las JONS y La Falange –unas formaciones políticas antes enfrentadas y ahora coaligadas para tratar de evitar la desaparición– lograron en todo el país 5.099 votos (0,02%), de los cuales 1.947 corresponden a los obtenidos en la Comunidad de Madrid. 

El porcentaje más alto recogido por Falange en estas elecciones se registró en Ávila, donde lograron el 0,08% de los votos. Eso significa que los ultraderechistas recogieron allí 77 votos, 16 más en relación a los obtenidos en las elecciones generales de noviembre de 2019 en esa misma provincia. 

La candidatura falangista también obtuvo un 0,08% en Guadalajara, aunque allí hay aún menos motivos para sonreír: este domingo se contabilizaron 115 votos frente a los 188 obtenidos en 2019, cuando pudieron presumir de tener el 0,14% de los sufragios. 

La alegría –limitada, eso sí– solo contagia a los falangistas de Castellón, que en estas elecciones consiguieron 232 votos, lo que supone un 0,07%. El humilde resultado suena algo mejor si se compara con los 137 votos reunidos en las generales de noviembre de 2019. 

Los porcentajes más bajos de votos falangistas han sido registrados en Valladolid y Zaragoza: 154 en la primera y 174 en la segunda, que se traducen en ambos casos en un 0,04%. 

Xenofobia y "españolidad"

Con estos resultados sobre la mesa, La Falange vuelve a ver así extremadamente lejos cualquier posibilidad de llevar adelante su programa electoral, que incluía cuestiones tales como otorgar "de forma exclusiva" a los españoles todos aquellos "servicios ofrecidos por el Estado del bienestar en los ámbitos de la educación, la sanidad, las ayudas económicas o las ayudas". 

También proponían la "afirmación de la españolidad de territorios hoy en cuestión como Ceuta, Melilla, las Islas Canarias, Cataluña o Vascongadas" aplicando todas las medidas y de la contundencia que sea necesaria para ello". El programa electoral no daba más pistas al respecto.