MADRID.- Solo el 5% de los que votaron en las pasadas elecciones generales del 20 de diciembre habría cambiado su voto si hubiera sabido el resultado de los comicios mientras que hasta el 78,4% habría votado por el mismo partido o coalición. Mientras, un 8% se habría abstenido o habría votado en blanco. 

Son datos que se desprenden de la macroencuesta postelectoral que ha hecho público este martes el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), justo el mismo día que el rey firma el decreto de disolución de las Cortes y de convocatoria de nuevas elecciones, que se celebrarán el próximo 26 de junio.

El CIS ha entrevistado en este panel a 6.242 personas, las mismas que ya entrevistó en la encuesta preelectoral. El trabajo de campo se realizó entre el 7 de enero al 19 de marzo, periodo en el que Mariano Rajoy decidió dar un paso atrás y no presentarse a la investidura y Pedro Sánchez fracasó en la suya tras el insuficiente pacto que firmó con Ciudadanos.

Del 78,4% que se reafirma en el sentido de su voto en diciembre, el 95,2% está dispuesto a votar de nuevo al PP, el 87,6 al PSOE, el 90,5 a Podemos y el 79,1 a C's

Según la encuesta, el 62,8% de los encuestados ya tenía decidido el voto desde hacía bastante tiempo (antes de la campaña electoral) y solo un 17,6 decidió el voto durante la última semana de campaña.  Además, el 19,95% de los electores dudó entre uno o varios partidos, de los cuales el 16,9% de los encuestados dudó entre votar al PP o a Ciudadanos mientras que el 11,6% lo hizo entre el PSOE y Podemos. Un 8,4% dudó entre votar a Ciudadanos o a Podemos y entre Podemos e Izquierda Unida, el 9,3%.

La fidelidad del votante del PP y del nacionalista

Del 78,4% que se reafirma en el sentido de su voto en diciembre, el 95,2% está dispuesto a votar de nuevo al PP, el 87,6 al PSOE, el 90,5 a Podemos y el 79,1 a C's. Sin embargo, los más fieles parecen ser los votantes de los distintos partidos territoriales o nacionalistas. Así, los de DiL repetirían en un 96,7%, los valencianos de Compromìs en un 95,7%, ERC el 93,8, los gallegos de En Marea en un 93,5 y los catalanes de En Comú Podem en un 93,3%.

Aunque en general son muy pocos los que habrían cambiado de partido tras el 20D, el 14,3% de los votantes de Ciudadanos admite que se habría decantado por otra opción, al igual que el 12,2% de los electores de IU. El porcentaje más bajo de 'infieles' corresponde al PP, ya que sólo un 1,4% de sus votantes hubiera cambiado el voto, frente al 6,5 del PSOE y el 5,6 de Podemos.

Distintos parámetros de la encuesta apuntan a que la influencia de la campaña electoral no fue decisiva en el voto final de los ciudadanos: un 65,8% asegura haber votado a su partido por "convicción", un 24,6% con "ciertas dudas" y el 8,7 reconoce que lo hizo porque se trataba "del mal menor". No obstante, el 50,8 de los encuestados asegura haber seguido con mucho o bastante interés la campaña electoral frente al 48,8 que dice que le suscitó poco o ningún interés.

Durante la campaña electoral, un 37,1% de los ciudadanos opina que ni Mariano Rajoy ni Pedro Sánchez ganaron su debate cara a cara; además se dividen entre un 26,9 los que dan como vencedor al candidato socialista frente al 26,1 que dice que ganó el presidente del Gobierno en funciones. Eso sí, en el debate a cuatro entre Pablo Iglesias, Albert Rivera, Soraya Sáenz de Santamaría y Pedro Sánchez, el 31,3% da como vencedor al líder de Podemos.

El independentismo se mantiene estable

El barómetro también refleja que el porcentaje de españoles que apuesta por un Estado en el que se reconozca a las comunidades autónomas como estados independientes no ha variado en los últimos meses y permanece fijo en el 10%.

Respecto al último barómetro de marzo, aumenta el número de españoles que aboga por un estado con comunidades que tengan menor autonomía -que pasa del 9,4 al 11,7-, así como el de los que apuestan por comunidades con más autonomía, que sube del 11,9 al 14%.

Mejora levemente la percepción de la política y la economía

Por otra parte, la percepción que tienen los españoles de la situación política y económica del país ha mejorado desde antes de las elecciones, aunque sigue siendo mala o muy mala para más del 60% de la población.

Si en el barómetro preelectoral de diciembre el 68,5% de los ciudadanos consideraba la situación política mala (37,1) o muy mala (31,4), en el publicado este martes ese porcentaje desciende al 61,2, ya que si bien aumentan los que la califican de mala (38,5), descienden casi nueve puntos los que la ven muy mala (22,7).

El porcentaje de los que califican la situación política de buena (0,1) o muy buena (3,8) es prácticamente el mismo, mientras que aumenta también considerablemente el segmento que apunta a que la situación política es regular, al pasar del 25,5 al 34,5 por ciento.

Respecto a la situación económica, también baja del 69,1 al 61% el número de los que la perciben como mala (40,8) o muy mala (20,2), al tiempo que aumentan los que la califican de regular -del 26,3 al 34,5-, incluso suben unas décimas los que la consideran buena (del 3,8 al 4 por ciento) o muy buena (del 0,1 al 0,2). El barómetro del CIS también refleja que la mayoría de los españoles cree que la economía ha mejorado un poco en los últimos cuatro años (33,7) o ha permanecido igual que estaba (32,1).