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ERC pide concentrar el voto independentista y de izquierdas para cerrar el paso a la "sociovergència"

Esquerra Republicana escoge Tarragona para terminar la campaña de unas elecciones que se prevén ajustadísimas y en las que la formación de Pere Aragonès se encomienda a los indecisos.

Pere Aragonès
Pere Aragonès, candidato de Esquerra Republicana. Àlex Recolons / ACN

Punto y final a la campaña electoral. Esquerra Republicana (ERC) ha escogido para su último acto la ciudad de Tarragona, capital de una provincia que es, en buena parte, feudo de la formación. Entre ceja y ceja, convencer a los indecisos. El dibujo que han esbozado las encuestas los sitúan como tercera fuerza, por detrás de PSC y Junts per Catalunya, pero se encomiendan a esos votantes que todavía dudan para dar la sorpresa. Piden concentrar el voto independentista y de izquierdas para cerrar el paso a la "sociovergència".

"Catalunya no es cosa de dos, es cosa de ocho millones", ha dicho Pere Aragonès en referencia a la pugna que han protagonizado, en las últimas semanas, Salvador Illa, candidato del PSC, y Carles Puigdemont, candidato de Junts, a los que ha acusado de personalistas. "No podemos dejar Catalunya en manos de los que destrozan el estado del bienestar, ni de los que lo dejan todo en manos de la Moncloa".

Es la base de la crítica que han hecho los republicanos durante toda la campaña —aunque, especialmente, en los últimos compases— a los socialistas y los posconvergentes. A Salvador Illa le acusan de querer dejar la política catalana en manos de Madrid, mientras que sobre Carles Puigdemont, que consideran que no tiene programa, dicen que devolverá las políticas de "recortes".

Unas 500 personas, según las organización, han asistido al acto en Tarragona, aunque no ha sido, para ERC, el acto central del final de la campaña. Ese fue el de este jueves, en el Palau de Congressos de Barcelona, donde se llegaron a congregar, según la organización, cerca de 2.000 personas. Los hilos conductores de ambos mítines, en cualquier caso, han sido los mismos.

Por un lado, tanto el propio Aragonès, como el presidente del partido, Oriol Junqueras, han sacado pecho de la gestión del Govern. "Somos un país con récord en exportaciones, en inversiones extranjeras, en ocupación, en tasa de ocupación femenina, en maestros de infantil y primaria o en plazas residenciales para la gente mayor". El dirigente republicano ha bromeado con el hecho de que prácticamente ha utilizado las mismas palabras que este jueves. "Ayer salió muy bien", ha comentado, "y me han pedido que lo repita".

"Demasiada gente, durante cuarenta años, ha visto cómo no se atendía a sus problemas... Nosotros hemos puesto sus problemas en el centro", ha insistido Aragonès, en la misma línea.

En el plano nacional, el candidato a la reelección ha pedido a los votantes "no dejar Catalunya en manos de alguien que renuncia a la lengua catalana", en referencia a Illa, y Junqueras ha recordado que ERC es la formación que "proclamó la república catalana en 1931", "restauró la Generalitat en 1932" y "votó en contra de la Constitución porque se le negó el derecho a la autodeterminación".

Fuera de toda duda, la clave para ERC es presentar a Aragonès como el único candidato con el que está seguro un voto de izquierdas e independentista. Tanto Junqueras y Rufián, como Marta Rovira, secretaria general del partido, y Rubén Wagensberg, que han aparecido en un vídeo; Gabriel Rufián, portavoz en el Congreso de los Diputados; Diana Riba, candidata a las elecciones europeas, o Raquel Sans, cabeza de lista en Tarragona, han insistido en quemar los últimos cartuchos y tratar de convencer a amigos y conocidos hasta el momento en que se abran las urnas el 12 de mayo.

Rufián explica por qué es independentista

Gabriel Rufián, el único de los intervinientes que no participó del acto central el jueves, ha explicado que es independentista porque "quiere una patria", que es un concepto "que nos han robado". El portavoz en el Congreso ha dicho que esa patria es toda la ciudadanía: "La patria es el otro". Ha apuntado, además, que  Joan Tardà, uno de sus mentores, le enseñó que "en una patria nadie puede ser más que nadie".

Ha remachado su argumentación enumerando todo aquello que, a su parecer, debe ser Catalunya. Entre otras cosas, ha dicho que debe ser una patria "donde al fascismo se le llame fascismo, aunque tenga detrás una estelada más grande que un camión", en referencia a Aliança Catalana; donde "no se asesine a mujeres por el mero hecho de ser mujeres"; y donde a los genocidas "se les llame genocidas".

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