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La envenenada encrucijada de caminos a la que se enfrenta Sánchez

Cualquier decisión va a tener un alto coste para el PSOE que, aún sin quererlo, vuelve a tener el foco político y mediático. Gobierno de gran coalición, “sí, pero no”, abstención en el último momento, nuevas elecciones o nuevo intento de “Gobierno de cambio”, las opciones.

El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez (c), el secretario de Organización y Acción Electoral, César Luena,
y la presidenta de la formación, Micaela Navarro. /EFE

MADRID.- El líder del PSOE, Pedro Sánchez, ha pasado la semana como esos niños que se te tapan los ojos con las dos manos y dicen: “¡a que no ves!”. Pero tenía todas las miradas puestas encima suyo, y todo el mundo carcajeándose de la ocurrencia.

La dirección del PSOE y su líder, no así los barones, buscaba un perfil bajo, que la presión fuese para Mariano Rajoy o para otros partidos tras dejar fijada la posición socialista de que no apoyarán una investidura del PP ni por activa ni por pasiva. Sin embargo, el PSOE tiene la gran virtud de estar en todos los charcos, muchas veces por iniciativa propia y otras porque les empujan a ello.

A día de hoy nadie sabe qué va a decidir el PSOE y, podría darse la circunstancia de que Mariano Rajoy no se vaya a reunir con Pedro Sánchez antes del Comité Federal del 9 julio, para ver qué postura fija el PSOE, aunque lo normal sería que el líder socialista fuera al cónclave de su partido con la oferta de los populares, si es que la hay.

El PNV ya dijo el viernes que se lava las manos y que el PSOE es quien tiene que asumir el coste de dejar a Mariano Rajoy gobernar, y parece que el líder del PP piensa lo mismo, es decir, que decida Sánchez. Por ello, el líder del PSOE más pronto que tarde se tiene que destapar los ojos.

Todo escenario es envenenado para Pedro Sánchez, consulte o no a la militancia, porque se decida lo que se decida, “la culpa será del PSOE”

Pero todo escenario es envenenado para Pedro Sánchez, consulte o no a la militancia, porque se decida lo que se decida, “la culpa será del PSOE”, se lamentaba un veterano dirigente, “y todo escenario es envenenado para nosotros”, añadió.

Estas son todas las posibilidades que puede tener el PSOE con sus 85 diputados a la hora de tomar una decisión en las próximas semanas, y cómo está posicionado el partido ante cada una de ellas.

La "gran coalición"

Sigue siendo la opción preferida de Mariano Rajoy y de muchos poderes fácticos. Incluso, se especula con la posibilidad del ofrecimiento a Sánchez de una vicepresidencia y numerosos ministerios. Pero si en algo hay unanimidad en el PSOE es en no suicidarse definitivamente entrando en un Gobierno con Mariano Rajoy. Pedro Sánchez es el primer que lo ha rechazado y lo rechaza, y no caerá en los cantos de sirena por sillas o sillones.

Aquí los barones piensan lo mismo que Sánchez, y aunque sectores poderosos lo siguen considerando como la mejor opción para la estabilidad del país, está descartado que el PSOE sucumba a esas presiones. No habrá “gran coalición”.

Las rocambolescas opciones de lavarse las manos

Aquí se barajan dos hipótesis para que gobierne Rajoy, y el PSOE disimule. La primera es que se salgan del hemiciclo varios diputados socialistas antes de la votación o que no acudan a la segunda investidura posibilitando más votos afirmativos que negativos, aunque la bancada del PSOE vote en contra.

Otra hipótesis es que si Rajoy (137) lograra un acuerdo con Rivera (32), PNV (5), CC (1), el diputado del Grupo Mixto de Nueva Canaria (1) podría darle la mayoría absoluta

La otra hipótesis es que si Rajoy (137) lograra un acuerdo con Rivera (32), PNV (5), CC (1), el diputado del Grupo Mixto de Nueva Canaria (1) podría darle la mayoría absoluta. Fue en las listas del PSOE pero es de un partido distinto y no tiene disciplina de voto. El PSOE al completo votaría “no”.

No obstante, hasta Susana Díaz ha dicho que no quiere “triquiñuelas”, y parecería muy poco serio que el PSOE jugara a “un sí, pero no”, aunque de esta manera se lavaría las manos. En principio, no parece que vayan a darse ninguno de estos dos escenarios.

Abstenerse en el último momento

El presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara, lleva toda la semana diciendo que el PSOE tiene que facilitar la investidura de Rajoy, aunque sea en el último momento. También lo piensan otros dirigentes del PSOE, que creen que en el actual escenario no les quedará otra que ceder. Pero no son pocos los que creen que sería un nuevo error, con Podemos recordando en cada pleno que Mariano Rajoy sigue de presidente del Gobierno gracias al PSOE y erigiéndose en la voz de la izquierda. Un dirigente crítico con esta opción se preguntaba: “¿Sánchez puede ser el líder de la oposición si permite la investidura de Rajoy?” 

Si finalmente los barones quieren que triunfe esta opción de la abstención en el segundo pleno, que es muy aplaudida por Podemos, cabe alguna posibilidad de que Sánchez lo consulte con la militancia, aunque todavía no está decidido. Si fuese así, el “no” entre los afiliados del PSOE será rotundo.

Un "no" a Rajoy, y terceras elecciones o segundo intento

Si el PSOE cumple lo hasta ahora acordado por su Ejecutiva Federal de no dar ninguna posibilidad a Mariano Rajoy de contar con sus diputados para salir elegido, de nuevo la pelota estará en el tejado del PSOE. Es decir, que tendrá que decidir si se va directamente a terceras elecciones, o Sánchez lo vuelve a intentar con lo que él denomina “Gobierno del cambio”.

El PSOE tendrá que decidir si se va directamente a terceras elecciones, o Sánchez lo vuelve a intentar con lo que él denomina "Gobierno del cambio"

Si hay terceras elecciones parece, sobre el papel, que no pintarán bien para el PSOE, a quien se le puede culpabilizar de ellas y seguro que se hará. Se especula, además, con un mejor resultado aún del PP. Muchos dirigentes del PSOE también creen que sería catastrófico para los socialistas volver a las urnas.

Y la otra opción sería que Sánchez lo volviera a intentar con lo que llama el “Gobierno del cambio”, que sólo podría ser a través de Podemos y Ciudadanos, porque la vía de contar con partidos independentistas está cerrada por el Comité Federal. Sánchez tendría una amplia mayoría con Iglesias y Rivera si hubiera un acuerdo o se volviese a intentar.

En esta ocasión, parece que a Sánchez ni le van a dejar en su partido intentarlo. Y en el Comité Federal algunos quieren que se proponga que el PSOE pase directamente a la oposición en todas las circunstancias. El argumento, ya esgrimido por Susana Díaz, es que con 85 diputados de 350, sólo se puede estar en la oposición.

Con estos mimbres, el PSOE tiene que tomar una difícil decisión que condicionará su futuro inmediato. Aunque ahora prima más liquidar a Sánchez en el 39º Congreso que estas minucias de gobernabilidad.

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