El candidato de la CUP a la Generalitat, Carles Riera, ha asegurado este jueves que "la república del 1-O ha ganado" y ha admitido que la formación ha obtenido un mal resultado pero que harán valer sus cuatro escaños.

En rueda de prensa en la sede de la noche electoral, en la Nau Bòstik, se ha mostrado orgullosos de los cuatro escaños, que ha calificado de oro, obtenidos ante un Estado que "ha jugado todas sus cartas y no ha podido ganar".

Ha afirmado que en estas elecciones Cs "era y es el partido del Estado, del régimen del 78, que ha estado dispuesto a sacrificar al PP para concentrar el voto del 155 en Cs", y ha reconocido que ha obtenido un resultado importante pero ha dicho que los partidos constitucionalistas no suman.

Riera ha dicho que la CUP ha logrado sus objetivos de alcanzar una mayoría republicana junto a JxCat y ERC y de que ésta tenga una mayoría de izquierdas, pero ha admitido que no ha logrado que el Parlament tenga una mayoría de izquierdas y obtener un buen resultado.

El candidato ha subrayado que el resultado obtenido esta bastante lejos de las expectativas y objetivos, ha explicado que una parte importante han ido a parar a otros partidos como ERC y JxCat, pero ha dicho que son "cuatro escaños de oro claves" para una mayoría republicana.

Carles Riera ha afirmado que "el golpe de Estado del 155 ha quedado derrotado y deslegitimado", y ha abogado por comenzar a partir de este viernes la construcción de una república catalana, con la implementación de decretos de la dignidad y un proceso constituyente.

El candidato de la CUP ha insistido en la vía unilateral para construir una república catalana, y ha vuelto a decir a JxCat y ERC que es la única posible ante un diálogo "imposible" con el Estado. "Si ERC y JxCat quieren dialogar, les esperaremos cuando vuelvan con las manos vacías para construir república de forma unilateral", ha dicho, volviendo a mostrar su predisposición a entrar en un Govern.

Ha admitido que con los resultados obtenidos la CUP tiene menor "capacidad de incidencia" que en la legislatura pasada, pero ha señalado que los cuatro escaños anticapitalistas serán determinantes en momentos clave. El resultado de la CUP ha supuesto perder la mitad de los diputados que consiguió en las elecciones de 2015 -cuando logró diez con el 8,21% de las papeletas- y volver a registros de su irrupción en el Parlament en 2012, cuando tuvo tres representantes.