Carolina Bescansa, diputada de Podemos en el Congreso, no convence a los suyos en sus explicaciones a los medios de comunicación, tras conocerse el polémico borrador en el que esboza una "posible negociación" con Íñigo Errejón, para unirse a su candidatura a la Presidencia de la Comunidad de Madrid para las elecciones de 2019.

El texto contempla también una estrategia para que Bescansa releve a Pablo Iglesias como líder del partido morado, y desde la dirección afirman que Bescansa "miente" en sus explicaciones.

Según Bescansa, fue su equipo quien lo envió por la red de mensajería Telegram, y quien lo colgó "por error" en su canal en esta aplicación, abierto a las casi 2.000 personas que le siguen. Además, en declaraciones en los pasillos de la Cámara Baja, la diputada gallega ha afirmado que los contenidos del documento, sólo "un borrador",  "no han sido ni visados ni aprobados", ni por ella ni por Errejón.

Captura de pantalla en el que se observa que el documento se subió desde el móvil de Bescansa, o desde la cuenta asociada a este número, en el caso de que operase desde un ordenador.

No obstante, desde el partido morado rechazan esta versión: primero, porque en una captura de pantalla a la que ha accedido Público, se observa que fue Bescansa quien subió el documento a su canal desde su propio número de teléfono ─o, al menos, desde su cuenta, asociada a este número─. Segundo, porque niegan que, como diputada "rasa", Bescansa tenga un equipo propio. 

Por su parte, en conversación con este diario, la exdirigente de Podemos y cofundadora del partido insiste en que ella no envió este documento desde su número de teléfono. Afirma que fue su equipo quien lo hizo, operando desde su cuenta personal, asociada a su móvil, desde el ordenador de su despacho. 

En segunda instancia, sobre este equipo, Bescansa precisa que, aunque la actual dirección de Podemos retiró a las personas a su mando tras el congreso de Vistalegre II, cuando ella dejó de formar parte de la cúpula, sí cuenta con el respaldo de un par de "personas militantes". De forma altruista, apunta, estas personas le ayudan a afrontar su volumen de trabajo: "Si no, no podría hacerlo", apostilla.

Además, la diputada morada lamenta el daño que esta cuestión puede hacer en su partido. El momento no podría ser más delicado: con Cristina Cifuentes más vulnerable que nunca, a raíz del escándalo de su máster, pero con Errejón amagando con no formalizar una candidatura que se daba por hecha entre las filas de Podemos desde hace ya casi un año. 

La desconfianza entre Iglesias y Errejón ha vuelto a crecer en los últimos días, y el polémico documento contribuye a avivar el fuego.