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Díaz coordinará cinco ministerios sin un Podemos que se pasa a la oposición

Sumar afronta su despliegue como organización desde la garantía de formar parte del Ejecutivo. Podemos ejercerá su autonomía política.

La líder de Sumar, Yolanda Díaz, junto a la portavoz parlamentaria de su grupo, Marta Lois, en el Congreso. Imagen de archivo.Fernando Sánchez / Europa Press

Alexis Romero

Cuando Unidas Podemos llegó al Gobierno de España en enero de 2020, recibió cinco carteras ministeriales para dar entrada por vez primera a la izquierda alternativa al poder ejecutivo. Tres años y medio después, y tras la celebración de una de las elecciones generales más cruciales de los últimos tiempos, este espacio protagonizará de nuevo el traspaso de cinco carteras. Este es el único punto en común entre ambos momentos, todo lo demás ha cambiado de manera radical.

Con el anuncio de este lunes por parte de Pedro Sánchez sobre la composición del Gobierno de coalición arranca una nueva fase en Sumar. Yolanda Díaz ve cumplido uno de los objetivos que se impuso tras los comicios del 23 de julio: entrar en el Ejecutivo; además, lo hace con un hito con el que Sumar no ha contado durante buena parte de la negociación llevada a cabo con el PSOE: conservar el mismo número de departamentos que en la anterior legislatura.

La idea que había cobrado más relevancia en los últimos meses es que Sánchez iba a aligerar su nuevo Gobierno, un proceso en el que la izquierda alternativa podría perder entre uno y dos ministerios, pero finalmente no ha sido así. Las carteras que mantiene Sumar no son las mismas que las que tenía Unidas Podemos, y el cambio más relevante es que Díaz pierde Igualdad, que cae en manos del PSOE, y obtiene Sanidad y Cultura, dos departamentos muy importantes para la dirigente gallega.

Con este reparto, Díaz se garantiza el despliegue de Sumar y su constitución como partido desde una posición muy parecida a la que se encontraba antes del 23J. Salvo por una notable diferencia: el espacio que lidera arranca la legislatura (ahora sí, con los poderes legislativo y ejecutivo constituidos) con una brecha interna que entierra cualquier percepción (si es que alguien la tenía) de un ciclo político calmado en el lado del muro en el que no están el PP y Vox.

Los elegidos para acompañar a la titular de Trabajo en el Consejo de Ministros son Pablo Bustinduy (Derechos Sociales, Agenda 2030 y Consumo), Mónica García (Sanidad), Ernest Urtasun (Cultura) y Sira Rego (Juventud e Infancia). Con Rego y García se dan por cumplidas las cuotas de Izquierda Unida y de Más Madrid, dos formaciones muy importantes para la puesta en marcha de Sumar (sobre todo IU, que participó activamente en la organización y desarrollo del denominado proceso de escucha que llevó a cabo la vicepresidenta).

Un espacio a la izquierda del Gobierno de coalición

Bustinduy es cuota propia de Sumar y Urtasun es representativo de uno de los sectores de los comunes de Ada Colau, el de ICV (aunque algunas voces apuntan a que su designación fue una decisión más tomada por Díaz que por la exalcaldesa de Barcelona). En este Gobierno de coalición no habrá ningún ministro de Podemos, y ahí radica la principal diferencia respecto a la anterior legislatura.

Más allá del cruce de reproches y de culpas que los de Ione Belarra y los de Díaz han protagonizado en los últimos días (que el viernes provocó que el ex secretario de Estado de Derechos Sociales, Nacho Álvarez, anunciara su marcha de la política y su regreso a la docencia universitaria), la situación se antoja, cuanto menos, compleja.

Podemos criticó este lunes no solo lo que consideran su exclusión deliberada del poder ejecutivo, sino que en el nuevo Gobierno triunfan las tendencias e inercias más conservadoras. En su lectura, la pérdida del Ministerio de Igualdad (para el que la formación morada proponía a Irene Montero y a su equipo), el hecho de que no haya ninguno de sus representantes en el Consejo de Ministros, y la permanencia de Margarita Robles y de Fernando Grande-Marlaska en Defensa e Interior, respectivamente, son señales de un giro conservador perpetrado, a su juicio, por Sánchez y por Díaz.

Una de las cinco diputadas de la formación morada en el Congreso, Noemí Santana, aseguró este mismo lunes que con esta composición, el Gobierno, más que de izquierdas, se escoraba hacia el centro derecha, después de asegurar no sentirse representada por este Ejecutivo.

Podemos había avisado de que su ausencia en el Consejo de Ministros les dejaba las manos libres (al no existir compromiso o acuerdo político rubricado por la organización) para tomar sus propias decisiones y marcar sus estrategias durante la legislatura, y esto es lo que se va a materializar a partir de ahora.

La “noche larga” de Belarra

En el partido creen que la reeditada alianza (de la que formaron parte la pasada legislatura) entre Sumar y el PSOE deja vía libre a la construcción de “una alternativa de izquierda realmente transformadora” desde la que fortalecerse en base a dos elementos. El primero es la hoja de ruta aprobada por su militancia hace unas semanas, que proclama la autonomía de la organización en su acción política (y, por lo tanto, la autonomía del espacio liderado por Sumar).

El segundo es que Podemos se haya quedado finalmente sin ocupar ningún ministerio, lo que de facto, a juicio del partido, pone las bases para desplegar la hoja de ruta aprobada al tener las “manos libres” respecto a Sánchez y a Díaz. Y todo ello en un ambiente de conflicto y tensión con Sumar.

“Nos quedamos sin Irene Montero, sin encabezar listas, con cinco diputados, sin portavocías en el Congreso, sin hablar en las investiduras de Feijóo y de Sánchez y, ahora, sin ministerios; el cómo hemos llegado hasta aquí contiene la misma respuesta sobre cómo vamos a afrontar el futuro”, comenta una voz destacada de la formación morada.

Pese a la situación, no está entre las intenciones de los de Ione Belarra salir del Grupo Parlamentario Plurinacional en el Congreso, ya que consideran que el capital político de este grupo también es el de Podemos: “Nuestros militantes y simpatizantes votaron a Yolanda Díaz en el 23J, que a nadie se le olvide”, recuerdan.

En una carta remitida por la propia Belarra a la militancia del partido este lunes, la secretaria general avanzaba lo siguiente: “Ha sido una noche larga, pero está empezando ya a amanecer. Han querido acabar con nosotros pero no han podido y lo único que han conseguido es hacernos más fuertes”.

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