La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, ha mostrado su intención de aumentar las cargas fiscales a las grandes entidades bancarias de España, que han alcanzado ganancias récord durante 2023. "Queremos que contribuyan como deben al sostenimiento de lo común, toca blindar y hacer permanente el impuesto a la banca", ha asegurado Díaz en la red social X. Esta medida responde a su propósito de recaudar más de 600 millones de euros que irán destinados a mejorar los servicios públicos. 

Se calcula que las seis entidades bancarias del Ibex 35 (Santander, BBVA, CaixaBank, Sabadell, Bankinter y Unicaja) habrán ganado en 2023 la cifra récord conjunta de casi 26.000 millones, un 24% más, gracias a la subida de los tipos de interés y a pesar del impuesto extraordinario, que les ha supuesto más de 1.100 millones. 

Ante estos datos, y considerando la situación de inflación que atraviesa actualmente España debido a la influencia de la guerra en Ucrania en la economía del país, los sindicatos CCOO, UGT y FINE del sector bancario han iniciado una escalada de movilizaciones, sin descartar la convocatoria de paros, y siguen pidiendo un incremento salarial de entre el 17 y el 23% en 3 años.

Los bancos, que según alega la vicepresidenta "se quejan del impuesto extraordinario al tiempo que anuncian beneficios récord", han vivido un muy próspero 2023: el Banco Sabadell anunció este jueves un beneficio récord de 1.332 millones de euros en 2023, un 55,1% más que en 2022, elevando un 50% el dividendo. Por su parte, el Banco Santander batió por segundo año consecutivo su récord de beneficios, con unas ganancias de 11.076 millones de euros en 2023, un 15,3% más, mientras que BBVA también anunció un beneficio récord, con ganancias de 8.019 millones de euros en 2023, un 22% más frente al ejercicio anterior.

El impuesto a la banca grava el 4,8% de los ingresos obtenidos por cobro de comisiones y por los márgenes de intereses que se aplican, un impuesto que recae sobre todas las entidades que facturaron más de 800 millones en 2019. Además, se circunscribe a la actividad que las entidades desarrollen en España. En el primer pago, realizado en febrero, el Estado recaudó 637,1 millones por parte de los bancos. La estimación del Gobierno es que este nuevo impuesto suponga un incremento en la recaudación de 1.500 millones de euros al año.