La cabeza de lista de la CUP-Alternativa por Barcelona, Basha Changue, ha asegurado este sábado que, después de "cuatro años fuera del ayuntamiento", pero "luchando desde las calles", volverán al consistorio este 28 de mayo para "recuperar su lugar" y para "combatir las políticas tibias" que, a su parecer, ha desarrollado el Gobierno de Colau.

Una vez dentro, afirma Changue, cualquiera que busque su apoyo tendrá que apostar por "una Barcelona comprometida con los derechos nacionales y lingüísticos", por el "decrecimiento turístico" y la "defensa radical de la vivienda". "Señores Maragall, Trias, Colau y Collboni, no hay medias tintas: es el capital o las vecinas", ha sentenciado.

Su voz se ha hecho escuchar ante decenas de personas en la plaza de Can Fabra de Barcelona, en el distrito de Sant Andreu, en el acto central de la campaña para las elecciones municipales del día 28.

El diputado en el Parlament Carles Riera ha señalado que "la única candidatura independentista en los Països Catalans es la CUP" y que "volverán al Ayuntamiento de Barcelona para combatir el gran capital y la agenda de la patronal".

Riera se ha mostrado combativo, animando al público a movilizarse para el "voto de confrontación al Estado, el voto que más daño les hace".

También ha cargado contra Junts per Catalunya y ERC, "que son la fuerza constructiva", la de los "macroproyectos que trinchan el territorio" -citando los Juegos Olímpicos de invierno, el Quart Cinturó, la ampliación del aeropuerto y el complejo turístico del Hard Rock.

Ha añadido que ya han entendido "por qué Junts ha renunciado al independentismo en su programa: quiere volver a ser Convergència i Unió y quiere poner los ayuntamientos al servicio del gran capital a cambio de poder".

El 28-M como "punto de inflexión"

La diputada en el Congreso Mireia Vehí ha apuntado que son "la alternativa al modelo que sustituye aquello público por aquello privado, que hace frente al Trias de la alfombra roja y al Collboni del escaparate".

Haciendo referencia a los electores descontentos con los partidos independentistas, ha asegurado que "los Països Catalans libres también se hacen desde el municipalismo" y que "votar a la CUP es un voto de orgullo y revuelta".

La CUP quiere garantizarse la presencia en el pleno y revertir los resultados de la mayoría de las encuestas que los dejan fuera del consistorio.

Changue ha afirmado que les "invisibilizan" porque les "tienen miedo" y que la transformación de Barcelona "no será posible mientras los que están en el poder sigan abriendo las puertas de las instituciones al fascismo y blanqueen sus discursos en los ayuntamientos y en los parlamentos".

En la misma línea, el número dos de la lista en Barcelona, Jordi Estivill, ha puesto el énfasis en que hay "una estrategia" para silenciarlos, pero que responderán "con más determinación y un voto de castigo, que llevará las miserias al centro".

El acto de la plaza de Can Fabra, donde también han intervenido la número tres en Barcelona, Adriana Llena, y el alcaldable de la CUP en Sant Cugat del Vallès, Marco Simarro, se ha desarrollado simultáneamente a otro acto de la Candidatura d'Unitat Popular a Palma.

La diputada en el parlamento Eulàlia Reguant lo ha dejado claro: "Estamos un punto de inflexión. Vamos a por todas. Estamos en San Andreu y en Palma porque la CUP creemos y somos Països Catalans".