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La CUP descarta investir a Mas al exigir un "presidente de consenso y que nos represente" tras el 27S

La formación independentista y anticapitalista se desmarca de la hoja de ruta de Junts pel Sí y plantea una hoja de ruta de tres pasos tras las elecciones catalanas si hay mayoría soberanista en votos y escaños: ruptura con el orden constitucional y proclamación unilateral de la independencia, negociación de un gobierno provisional de la República catalana que abra un proceso constituyente y, finalmente, elegir a un president de la Generalitat, descartando la opción de Artur Mas

Regidores y alcaldes de la CUP en Catalunya y Balears durante el acto central de la formación de cara a las eleccciones del 27S.- EFE

MARC FONT

BARCELONA.- “Si el 27 de septiembre hay una mayoría de votos y escaños a favor de la independencia se tendrá que declarar unilateralmente la independencia”. Con estas palabras, la número dos de la candidatura de la CUP para las elecciones catalanas, Anna Gabriel, ha presentado a su formación como la “garantía” para la culminación del proceso soberanista y ha expuesto las diferencias que existen entre su propuesta y la de Junts pel Sí, que habla de un período de 18 meses para culminar la independencia y de conformarse con la mayoría de escaños para iniciar la “desconexión” con el Estado español. Gabriel ha aprovechado el acto central de campaña de la CUP, que ha reunido a unas 3.000 personas en el Auditori de Barcelona entre las que han llenado la sala Pau Casals del espacio y las que lo han seguido desde el exterior en una pantalla gigante, para desgranar la hoja de ruta del partido independentista y anticapitalista, que no contempla investir a Artur Mas como president de la Generalitat.

Siempre en el caso que exista mayoría absoluta independentista tanto en escaños como en votos, la CUP exigirá primero la “ruptura con el orden constitucional”, para después pasar a “negociar un gobierno provisional de la República catalana que abra un proceso constituyente” y, finalmente, “escoger a un presidente que sea de consenso y que nos represente”, condiciones que no cumple el líder de CDC. Gabriel ha afirmado que los pasos a dar después del 27-S tienen que seguir “este orden”. La número dos de la candidatura ha sido la encargada de cerrar el acto, junto al cabeza de lista, Antonio Baños, quién ha expuesto otra de las exigencias de la formación: la aplicación de un “plan de choque” desde el primer minuto, que ha definido como “triple cero”, en alusión a “cero desahucios, cero privatizaciones y cero corrupción”.

Con las encuestas de su parte -las últimas la sitúan en una horquilla de entre siete y once diputados, una gran mejora respecto a los tres que tiene actualmente-, el acto se ha desarrollado en un clima prácticamente de euforia, en los que las ovaciones atronadoras han sido constantes, así como los gritos de “independència” y “anticapitalistas”, entre otros. El acto ha sido muy coral y ha contado con la participación de los candidatos de las cuatro provincias catalanas, así como de decenas de cargos electos municipales del partido y del diputado de Amaiur en el Congreso Sabino Cuadra. Encima del escenario, había enormes cartas de póquer con los rostros de responsables de la crisis, según la CUP, como Angela Merkel, Mariano Rajoy o el presidente de la patronal CEOE, Juan Rosell, a parte de los del exministro Jose Ignacio Wert y los consellers Felip Puig -extitular de Interior y actualmente responsable en funciones de Empresa- y Boi Ruiz -que comanda la sanidad catalana-. Quién no figuraba en esta particular selección era Artur Mas.

“Ganarle el pulso al Estado y a la oligarquía”

Para Antonio Baños, la República Catalana debe contar con un plan para recibir a “emigrados y refugiados” y ha incidido que “no queremos marcar distinciones entre ellos, porque no escogeremos entre el hambre y la guerra, ya que ambas son hijas de la gran catástrofe de este planeta, que se llama capitalismo”. Baños ha resumido el 27-S como “la vieja y eterna lucha entre la oligarquía y la unidad popular”, en la que se trata de “decidir entre los que gobiernan y los que votamos”.

Poco antes que Baños y Gabriel cerraran el acto, han intervenido los tres diputados que ha tenido la CUP en la última legislatura: David Fernàndez, Quim Arrufat e Isabel Vallet. Fernàndez se ha centrado en retratar y denunciar la corrupción -uno de los ámbitos en los que la formación ha tenido un gran protagonismo durante su etapa parlamentaria-, para sentenciar que “con la corrupción no hay independencia y con impunidad no hay democracia”. Vallet se ha dedicado a denunciar las privatizaciones de servicios públicos y ha afirmado que la CUP quiere “que todos aquellos servicios imprescindibles para la vida, como la luz o el agua, están bajo control público”. “Sabemos que somos el muro de contención del capitalismo en las instituciones y además somos la esperanza y esto le genera pánico” a las élites, ha añadido.

Para Quim Arrufat, Catalunya ha cambiado mucho desde 2012, cuando la formación se presentó por primera vez a unos comicios autonómicos. “Podemos estar orgullosos del país que tenemos y nos plantamos al 27 de septiembre con posibilidades reales de ganarle el pulso al Estado español y a la oligarquía”, ha dicho Arrufat, para rematar que “hemos perdido el miedo como pueblo”. El hasta ahora diputado ha citado a David Fernàndez para resumir en tres puntos el programa que tenía la CUP en 2012: “desobedecer el miedo”; “desafiar al régimen”, lo que incluye la impugnación de una clase dirigente que “no gobernó para los intereses de la mayoría”, además de la impugnación del discurso “neoliberal” que “nos dice que no hay alternativa” y, finalmente, la impugnación de la “autoridad política y moral del Estado español sobre los Països Catalans”; y, como tercer punto, “reconstruir la esperanza”. “Si en 2012 la CUP era el caballo de Troya de las clases populares en el Parlament, el 27-S seremos Esparta de pie, todo un pueblo en movimiento”, ha rematado Arrufat.

“Seremos la tumba de la Troika”

La CUP es la única formación que concurre a los comicios catalanes con un programa en el que se defiende la salida de la UE. El economista Josep Manel Busqueta, número tres de la lista en Barcelona, ha argumentado las razones: “Desde el primer momento este proyecto de construcción europea ha estado diseñado para los intereses de los poderosos. Han construido la Europa del capital a su medida y ahora negocian el TTIP con los Estados Unidos”. Para Busqueta, “Europa se ha convertido en una pesadilla para la ciudadanía, basada en la narrativa de la deudacracia y en la transferencia de recursos permanente de abajo hacia arriba”. El futuro diputado ha concluido diciendo que “queremos la Europa de la luz, no de la muerte” y ha proclamado que los Països Catalans “seremos la tumba de la Troika”.

El feminismo, el ecologismo y la lucha en defensa del medio ambiente, el equilibrio territorial o el municipalismo han sido otros de los temas destacados de los parlamentos, en boca de candidatos o ediles de la formación. La CUP empezó su trayectoria como partido en los ayuntamientos y sigue reivindicando que su auténtica base es la municipalista y lo ha querido visualizar con la subida al escenario de decenas de cargos locales.

Sabino Cuadra, diputado de Amaiur en el Congreso, se ha encargado de visualizar el apoyo de la izquierda abertzale a la independencia de Catalunya. “Frente a vuestros razonamientos y a vuestras urnas el Estado sólo ha tenido el no y el rechazo”, ha afirmado para añadir que “el Estado español no es hoy un estado de derecho, sino de desecho total”. Cuadra ha considerado que el “derecho a decidir corresponde a los pueblos, no a los estados”, por lo que “no puede ser nunca una concesión, sino un reconocimiento”. El diputado ha finalizado con la confianza que Catalunya consiga la independencia “porque por la puerta que vosotros abriréis, también podremos pasar nosotros”.

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