No ocurrirá lo mismo que en 2019. El Gobierno cree que los Presupuestos Generales del Estado se tramitarán en el Congreso y salvarán la votación del próximo 12 de noviembre de las enmiendas a la totalidad que, con toda seguridad, presentará Vox, y que el PP esta estudiando si también lo hace.

De hecho, la mayoría de los partidos que aprobaron la investidura y hasta Ciudadanos han mostrado su disposición a negociar las Cuentas Públicas para 2021, por lo que es necesario que se tramiten en el Congreso, lo que hace suponer que no serán devueltas al Gobierno el próximo día 12, fecha fijada para esta primera y fundamental votación.

En 2019, los Presupuestos decayeron en la votación de las enmiendas a la totalidad que, por aquel entonces, presentaron hasta seis grupos parlamentarios. Cuando se da esta circunstancia, los Presupuestos son devueltos al Ejecutivo sin opción de presentar otros. Esto pasó hace un año, y fue lo que llevó a Pedro Sánchez a convocar elecciones anticipadas.

Para que las enmiendas a la totalidad que se presenten salgan adelante y se devuelvan los Presupuestos tienen que tener más votos a favor que en contra, lo que no parece probable en esta ocasión, ya que difícilmente los grupos que apoyaron la investidura den su apoyo a las enmiendas a la totalidad que pueda presentar la derecha.

Solo un primer paso

No obstante, esto sólo es un primer paso y la espada de Damocles estará pendiendo sobre el Gobierno hasta que, una vez pasados por la comisión, vuelvan a su votación al pleno, entre finales de noviembre y principios de diciembre.

En esta definitiva votación el Gobierno se juega la legislatura. Hay que recordar que si un solo capítulo de los Presupuestos no gana una votación, decaen al completo las cuentas del Estado. Es decir, entre el 30 de noviembre y el 3 de diciembre, que es cuando está fijada la votación presupuestaria en el pleno del Congreso, se sabrá si hay Presupuestos para 2021  y, lógicamente, si continuará la legislatura.

Luego, efectivamente, deberán ir al Senado que, de no modificarlos, quedarían aprobados directamente y, en el caso de introducir enmiendas, volverían a una segunda votación en el Congreso, que ya se espera para principios de años, aunque se quieren apurar al máximo los plazos. Algunas miembros del Gobierno todavía aspiran a sacarlos antes de que finalice 2020 si hay una voluntad de acuerdo para hacerlo e los grupos parlamentarios.

Por ello, el Gobierno está centrado ya en la negociación una vez superado el trámite de las enmiendas a la totalidad. donde no solo se busca la aprobación, sino conseguir el mayor apoyo posible.

Como si de un reparto de papeles se tratase, Unidas Podemos se va a centrar más en buscar los apoyos del bloque de la investidura, que le sería suficiente al Gobierno para sacar adelante las Cuentas del Estado. Pero desde el entorno socialista se quiere contar también con Ciudadanos.

El objetivo del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, es sumar los más votos posibles, pero a nadie se le escapa que también se juega la baza de que si ERC o Bildu deciden tumbar los Presupuestos en un determinado momento, pueda estar abierta la opción  de sacarlos adelante con PNV, Ciudadanos y, ahora, con los diputados de PDyC.

Lo que el Gobierno tiene claro es que, de la forma que sea, tiene que aprobar los Presupuestos Generales de Estado para 2021 porque, en caso contrario, la legislatura habrá tocado a su fin.