"Desde hace varios meses, los investigadores de la policía judicial federal sospechan que un país del Golfo influye en las decisiones económicas y políticas del Parlamento Europeo, y lo hace mediante sumas considerables de dinero u ofreciendo importantes regalos a personas con una posición política y/o estratégica significativa en el seno de la Eurocámara". Así de contundente fue el comunicado hecho público por la Fiscalía federal belga el pasado nueve de diciembre.

El "país del Golfo" es Catar, y los principales sospechosos de recibir sobornos son eurodiputados socialistas de Italia, Bélgica y Grecia, asistentes parlamentarios y representantes de ONGs y organizaciones sindicales. Hasta este lunes se han producido seis detenciones por corrupción y se han incautado más de 1,5 millones de euros en efectivo, pero la investigación sigue abierta.

La persona más relevante de la trama es la eurodiputada griega Eva Kaili. Kaili era miembro del ala más conservadora del PASOK, (el partido socialista griego), y hasta el pasado martes ocupaba una de las 14 vicepresidencias del Parlamento Europeo. Desde el viernes nueve de diciembre está en prisión acusada de participación en organización criminal, blanqueo de capitales y corrupción.

Según informó el diario belga Le Soir, durante el registro de su domicilio los investigadores encontraron 150.000 euros en efectivo, y el padre de Kaili, Alexandros Kailis, fue pillado infraganti mientras trataba de huir de un hotel del centro de Bruselas con 600.000 euros en un maletín. La eurodiputada griega intercedió a favor de la liberalización de visados entre Catar y la Unión Europea, y hace apenas unos meses había alabado las condiciones laborales de Catar, señalando que se sitúa a la vanguardia de los derechos laborales.

Otro de los detenidos es el compañero de Kailis, el asesor parlamentario Francesco Giorgi. El asistente trabajaba para el socialista italiano Andrea Cozzolino, presidente de la delegación para las relaciones con los países del norte de África y la Unión del Magreb Árabe.

Giorgi, actualmente en prisión, ha confesado haber formado parte de una organización (la ONG Fight Impunity) para influir en las resoluciones del Parlamento Europeo. También ha acusado directamente al propio Cozzolino, que ha sido suspendido del Partito Democrático, y al eurodiputado socialista belga, Marc Tarabella, vicepresidente de la delegación del Parlamento Europeo para las relaciones con la Península Arábiga.

La ONG Fight Impunity que supuestamente "lucha contra la impunidad por graves violaciones de derechos humanos y crímenes contra la humanidad" habría sido el engranaje principal de la trama corrupta. Su presidente es el eurodiputado italiano Pier Antonio Panzeri, y está acusado por la policía belga de participación en una organización criminal, lavado de dinero y corrupción.

Según Le Soir, en su residencia de Bruselas se encontraron 600.000 euros en efectivo. Panzeri habría recibido sobornos tanto de Catar como de Marruecos por interceder a su favor desde su puesto en la subcomisión de Derechos Humanos del Parlamento Europeo, y desde la delegación responsable de las relaciones con los estados del Magreb. Panzeri recibía el dinero a través del diplomático marroquí Abderrahim Atmoun, actual embajador en Polonia, y antes al frente de las relaciones bilaterales con la Unión Europea. Además, Panzeri también tenía contacto directo con los servicios de inteligencia marroquíes y con su director, Yassine Mansouri.

Esto cuestiona, además, la credibilidad de algunos de los informes de los que Panzeri fue ponente en el Parlamento y que estaban atravesados por cuestiones como el control fronterizo o los fondos de la Unión Europea, ambos asuntos de gran interés para Marruecos.

Marruecos tiene muchos intereses que defender en Bruselas, entre ellos los acuerdos de pesca con la UE, el estatus del Sáhara, o evitar condenas por incumplimiento de los derechos humanos.

Hace apenas unos meses, el pasado seis de septiembre, la constructora griega Archidoron envió una carta a varios eurodiputados pertenecientes a la Comisión de Exteriores, para pedirles que votaran en contra de una enmienda de las diputadas del GUE Idoia Villanueva y Marisa Matias en defensa del Sáhara. Se trataban de enmiendas a un dossier de vecindad dirigido por el diputado del PP Antonio López-Istúriz, muy afín a las posiciones de Marruecos.

Pues algunos de sus asistentes y exasistentes, como Francesco Giorgi, pero también la socialista belga Maria Arena, buena amiga de Panzeri y relacionada vía sus asesores con la ONG Fight Impunity, que señalábamos, y con el diputado belga Marc Tarabella. Arena ha dimitido de su cargo como presidenta de la subcomisión de derechos humanos del Parlamento.

Otro imputado es el italiano Niccolo Figa-Talamanca, director de la ONG No Peace Without Justice, (una organización que supuestamente trabaja para promover los derechos humanos, la democracia, el estado de derecho y la justicia internacional) pero que en la práctica actúa como un grupo de presión en el Parlamento Europeo.

También fue arrestado Luca Visentini, secretario general de la Confederación Sindical Internacional, una organización que engloba a más de 300 sindicatos, y que cuenta con 200 millones de miembros en más de 160 países. Visentini se reunió con el ministro de Trabajo de Catar, hace un par de meses y afirmó que Catar debería "considerarse una historia de éxito".

El abogado de Eva Kaili, la vicepresidenta del Parlamento Europeo detenida, ha señalado a Josep Borrell en la trama de corrupción de Catar. Según el abogado, Borrell estaba al tanto de todos los viajes de los europarlamentarios corruptos y aprobó sus visitas al país.

Otro sospechoso de participar en la trama es el diputado de Ciudadanos y expresidente Balear José Ramón Bauzá. Bauzá ha viajado en varias ocasiones a Catar y nunca ha escondido sus simpatías por el régimen catarí. Hace apenas un año tuiteaba lo siguiente: "En el mundo de la aviación ya están también testando la vuelta a la vieja normalidad. Hoy Catarairways lanza su primer vuelo con pasajeros y personal de abordo 100% vacunados".

Pero este tuit tiene sentido si tenemos en cuenta que el año anterior Bouzá había viajado a Catar a cargo de esta aerolínea, que además le pagó el alojamiento en un hotel de lujo.

Además, preside el grupo de amistad UE-Catar, un grupo no oficial formado por trece eurodiputados que se ha visto forzado a suspender su actividad tras el escándalo del Catargate.