Esta vez parece que va en serio. La corrupción está pasando factura por fin al Partido Popular y los electores conservadores madrileños le están dando la espalda: uno de cada tres votantes del PP (30,6%) cree que la situación actual de la Comunidad de Madrid es "mala o muy mala" y la mayoría de ellos lo atribuyen a la corrupción.

En general, siete de cada diez (70,1%) electores califican la situación política de la Comunidad como "mala o muy mala", igual que hacen el 62% de los madrileños con respecto a la gestión del Gobierno autonómico. No obstante, a la hora de juzgar el principal motivo de esa situación son precisamente los votantes de formaciones derechistas lo que ponen el dedo en la llaga de la corrupción, más aún que los izquierdistas.

Esto es lo que reflejan los resultados preliminares de la amplia encuesta elaborada por Idea Nomina Data para Público, de la que se ha hecho una explotación parcial de datos, con las primeras 1.005 encuestas telefónicas (CATI) realizadas hasta el 18 de abril, lo que arroja (en este punto) un margen de error de +/-3,15%

Entre los votantes de derecha se disparan los índices de los que opinan que el "principal motivo de la mala situación política es la corrupción"

Entre todos los encuestados que consideran "mala o muy mala" la situación política de la Comunidad de Madrid, pocos más que uno de cada tres (36%) consideran que eso se debe a la corrupción, puesto que los demás opinan que el principal motivo son o bien "la mala gestión del gobierno de la CAM" (24,8%), "los políticos, los partidos" (18,6%), "los recortes en sanidad, educación y servicios públicos" (7,4%) u otros.

Sin embargo, entre los votantes de la derecha se disparan los índices de los que opinan que el "principal motivo es por la corrupción", algo que sostienen más de la mitad (52,5%) de los que apoyaron al PP en las elecciones de 2014, y el 41% de los que votaron a UPyD, pero que sube hasta el 58,3% entre los seguidores de Ciudadanos, formación hacia la que se están marchando los votantes del Partido Popular, según pusieron en evidencia las recientes autonómicas en Andalucía y corroboran todos los sondeos.

Una situación especialmente llamativa cuando en el sondeo de Idea Nomina Data el tema de la corrupción no figura entre los tres primeros que citan espontáneamente los encuestados cuando se les insta a nombrar el “principal problema en la Comunidad de Madrid”. Para los madrileños, el más grave es el paro (máxima preocupación para el 25,5% de los entrevistados), seguido de la sanidad (el 14,7%) y, a distancia de estos dos, la educación (6,9%). La lacra de la corrupción queda relegada al cuarto lugar (sólo el 6,3% la citan espontáneamente como problema principal), eso sí, algo por encima de la situación económica en general (6,2%).

En cambio, cuando a los encuestados se les plantea una lista de problemas (sin que se les tengan que ocurrir a ellos), el cáncer de la corrupción salta hasta el segundo puesto, más que duplicando (hasta el 13,3%) el porcentaje de los que consideran que es el más grave que afronta la Comunidad, quedando sólo por detrás del paro (21,8%).
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Por partidos, los más preocupados por la corrupción son los votantes de IU (18,2%) y de Podemos (17,4%), siempre detrás del paro. Aunque es significativo que los seguidores del PP son los únicos que no sitúan a la corrupción en segundo lugar: ese puesto lo ocupa la respuesta “no sabe / no contesta” (16,9%).

Ahora bien, la dirección del Partido Popular también debería preocuparse de que sus propios votantes, preguntados sobre el “principal responsable” (no “el motivo”, sino el responsable) de que la situación de la Comunidad de Madrid sea “mala o muy mala” (entre los que la consideran así), el 43,8% de los que votaron PP en 2014 responden: “Los políticos en general”, un porcentaje que más que duplica el del siguiente “responsable” en la lista pepera y que sólo es superado por el de los que apoyaron a Ciudadanos (51,6%) en las europeas.

Así que ahora resulta que los que más se han creído aquello de que “todos los políticos son iguales”, han sido los votantes del PP. Circunstancia nada halagüeña para Génova.