El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, clausuró este sábado el Consejo de la Internacional Socialista (IS) arremetiendo duramente contra el secesionismo, contra lo que denominó “las dos derechas” (en referencia a PP y Ciudadanos) y contra la decisión de la alcaldesa de Barcelona, Ada Coalu, de echar del gobierno municipal al PSC.

Sánchez acusó a unos y otros de haber llevado a Catalunya “a la pobreza, el aislamiento y la fractura social”, y aseguró que la conclusión de ello es que todo está peor que hace cinco años.

El líder socialista indicó que los socialistas apuestan por más Estado autonómico que conduzca “a una España que es y se siente plural”. Por ello, advirtió a independentistas y a “las dos derechas”: “No dejaremos que nadie se apropie de la idea de Catalunya, ni de la idea de España”. Y añadió que el PSOE no se piensa que es España, “porque España somos todas y todos, sin exclusiones”.

Para el líder del PSOE, el independentismo basa toda su argumentación “en la insolidaridad”, lo que, en su opinión, ha conducido a una profunda fractura social y de la convivencia en Catalunya que, además, amenaza en un futuro próximo a miles de puesto de trabajo.

Pero, de haber llegado a esta situación, culpó a “las dos derechas” por haber reaccionado con una enorme ceguera ante el desafío secesionista, y dio tres razones: primero enfrentando territorios de forma irresponsable, segundo obviando el problema y encerrándose en la parálisis y el inmovilismo y, finalmente, volviendo a repetir el error de querer recentralizar y buscar una involución en la España autonómica.

Sánchez, además, volvió a preguntarse qué hay de izquierda en el independentismo, y denunció ante el foro mundial de la IS la expulsión del PSC del gobierno del Ayuntamiento de Barcelona por otra formación de izquierda. El líder socialista indicó que Colau “ha caído del lado equivocado” y se ha entregado “al independentismo”.

Finalmente, en un discurso más internacionalista, reivindicó la apuesta de la socialdemocracia por la globalización y el multilateralismo, por que censuró aquellas democracias que ahora sólo quieren mirarse a ellas mismas, “que es el relato que alimenta el Brexit y el secesionismo en Catalunya”.

También abogó por un Estado no asistencial, sino integrador que haga frente a los desajustes y a las desigualdades, apostó por liderar la lucha contra el cambio climático, pidió abordar la dimensión de la pobreza e hizo una bandera de la igualdad entre hombres y mujeres. “Somos socialistas, porque somos feministas”, afirmó.

El cónclave concluyó con once resoluciones aprobadas por unanimidad, y la creación por primera ver en la historia en el seno de la Internacional Socialista de una Comisión de Igualdad.