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El Congreso tramitará la reforma de la ley mordaza con el rechazo de las derechas y el apoyo crítico de Podemos

La reforma de la Ley de Seguridad Ciudadana inicia este martes una nueva tramitación parlamentaria. Las negociaciones se prevén muy duras especialmente con Podemos y Junts.

Jon Iñarritu
Jon Iñarritu, diputado de EH Bildu, durante el debate sobre la reforma de la ley mordaza de este martes. Eduardo Parra / Europa Press

Sale adelante la toma en consideración de la reforma de la ley mordaza con el voto a favor de las izquierdas del arco parlamentario, además de Coalición Canaria. Partido Popular (PP), Vox y Unión del Pueblo Navarro (UPN) se han opuesto, pero el apoyo de la mayoría de investidura ha sido suficiente para que la iniciativa supere esta primera barrera parlamentaria. "Hoy ponemos la primera piedra para poner fin a una ley que ha coartado nuestra libertad de expresión", ha aseverado el socialista David Serrada.

Lo cierto, en todo caso, es que este martes se inicia un proceso que dista mucho de ser sencillo. Podemos ya ha avisado en tribuna parlamentaria que tratará de enmendar el texto porque, como explicó ayer este medio, no consideran que el acuerdo entre EH Bildu y PSOE para la reforma de la Ley de Seguridad Ciudadana asegure totalmente la prohibición de las pelotas de goma y de las devoluciones en caliente.

El apoyo de los de Ione Belarra es, por tanto, crítico y constituye el inicio de lo que serán unas arduas negociaciones. También el de Junts lo es. Los posconvergentes aspiran a una "derogación total" de la ley y a que incorpore matices concretos para Catalunya.

De todas formas, los socialistas y varios de sus aliados en el Congreso han celebrado que la reforma de la ley eche a andar. Serrada ha asegurado que "para el PP", esta norma "debe proteger a una parte de la sociedad" y para los socialistas "tiene que proteger a toda la sociedad". En ese mismo sentido, Enrique Santiago, diputado de Sumar y portavoz de Izquierda Unida (IU) en la Cámara Baja, ha insistido en que "la práctica del PP en el Gobierno es el recorte de derechos".

Buena parte del discurso de los de Alberto Núñez Feijóo en contra de la reforma de la ley, que impulsó el Ejecutivo de Mariano Rajoy, se centra en la "desprotección" de los agentes de policía, tal y como ha expuesto Miguel Tellado en sus intervenciones en la tribuna.

Santiago ha salido al paso de esas críticas y ha asegurado que la policía dispondrá "de más medios para hacer su trabajo" y ha querido enviar un mensaje de tranquilidad a los sindicatos policiales. Algunos de ellos se han manifestado en las inmediaciones del Congreso en contra de la reforma de la norma este mismo martes. Los diputados de Vox y algunos populares, entre ellos, el propio Feijóo, han salido a la ronda de San Jerónimo para mostrarles su apoyo.

Jon Iñarritu, por su parte, ha puesto en valor que su partido, EH Bildu, y el PSOE hayan logrado ponerse de acuerdo en los puntos que durante la legislatura pasada obligaron a los abertzales y a ERC a oponerse a la aprobación de definitiva de la norma. El republicano Francesc-Marc Álvaro ha deslizado que ERC celebra que "por fin" el PSOE se haya acercado "a su terreno" y entendido sus demandas.

Cuatro puntos conflictivos

Durante la pasada legislatura, la reforma de la ley mordaza estuvo a punto de salir adelante, pero EH Bildu y ERC rechazaron que lo hiciera si no se contemplaba a prohibición de las pelotas de goma, las devoluciones en caliente y una modificación de las sanciones por faltas de respeto a la autoridad y desobediencia. Los cuatro puntos sí se encuentran en el actual acuerdo. 

Iñarritu ha puesto especialmente en valor los cambios en las sanciones por faltas de respeto a la autoridad y por desobediencia. "Son los dos artículos de la ley que más sanciones han comportado". En ambos casos, siempre según Iñarritu, se elimina la "arbitrariedad" y, en el de las faltas de respeto a los agentes, se añade un punto para que se elimine cualquier multa o sanción si hay retractación. Es un cambio que "convierte la ley en más progresista". 

Donde ve problemas Podemos e, incluso, alguna otra formación como la propia ERC es en la poca calendarización para retirar las pelotas de goma y sustituirlas por un material menos lesivo. Es algo que tendrán que trabajar los grupos en la fase de enmiendas. También el hecho de que la prohibición de las devoluciones en caliente dependa de la aprobación de una posterior reforma de la ley de extranjería, como dicta el acuerdo entre socialistas y abertzales.

En cualquier caso, la reforma acordada avanza este martes en el Congreso y vuelve a la tramitación parlamentaria. Es una cuenta pendiente de la pasada legislatura, además de un fracaso de las fuerzas progresistas, que no supieron llegar a un consenso para sacarla adelante. Los mimbres de la actual negociación parecen algo mejores, pero no estará exenta de matices y complejidades.

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