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Comisiones de investigación: ¿útiles, inútiles o las dos cosas a la vez?

El 'caso Koldo' ha puesto en el centro del tablero político la herramienta parlamentaria de la comisión de investigación y ha abierto un debate sobre su eficacia.

Koldo García
Koldo García, exasesor del exministro José Luis Ábalos, durante su interrogatorio en la sesión de investigación en el Senado que lleva su nombre. Eduardo Parra / Europa Press

En este punto de la legislatura, hay cinco comisiones de investigación en danza. Cuatro en el Congreso y una en el Senado. Es cierto que, de todas ellas, solo dos han empezado a funcionar: las que hay en ambas Cámaras sobre el caso Koldo. Las tres que se mantienen en la casilla de salida son las que negociaron los partidos independentistas con el PSOE en los albores de este ciclo político: Pegasus, operación Cataluña y atentados en Barcelona y Cambrils de 2017. Es esa abundancia la que ha puesto otra vez sobre la mesa el debate acerca de su utilidad.

¿Sirven para algo las comisiones de investigación del Parlamento? No es una pregunta de respuesta rápida. Antes de nada, en la propia definición que da el Reglamento del Congreso de esta herramienta ya se especifica que las resoluciones o conclusiones a las que se llegue en cualquier comisión de investigación "no serán vinculantes para los tribunales ni afectarán a las resoluciones judiciales". Así que si su utilidad se calibra en la medida de si tienen o no efecto directo en el ámbito judicial para los interrogados, la respuesta es que no son útiles.

Pero las voces consultadas van más allá. "El Parlamento no solo sirve para legislar", explica Lluís Orriols, doctor en Ciencia Política por la Universidad de Oxford y profesor en la Universidad Carlos III de Madrid. El Congreso y el Senado, remacha Orriols, tienen una función de control y "esas comisiones pueden ayudar". 

La profesora de Ciencia Política en la Universitat de València (UV) Aida Vizcaino Estevan apunta a la necesidad de "evitar el vaciamiento de las instituciones". También en lo referente a este tipo de comisiones. "No podemos seguir con esa idea de pérdida de sus funciones", completa: "Lo institucional también es importante en democracia".

En su conversación con Público, Orriols añade que no se puede negar "el impacto en la agenda legislativa y pública que pueden tener las comisiones de investigación". Y eso tiene utilidad para los grupos parlamentarios. Desde luego, el interés mediático que suscitan se ha comprobado con el caso Koldo o con comisiones que se llevaron a cabo en legislaturas anteriores como la de Kitchen o la que investigó la posible financiación ilegal del PP.

También en declaraciones para este medio, el portavoz de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) en la Cámara Baja, Gabriel Rufián, que ha formado parte de cuatro comisiones de investigación desde que ingresó en el Congreso de los Diputados como diputado, desliza que "los que suelen decir que no sirven para nada son los que no quieren que se interrogue desde la sede de la soberanía popular a supuestos corruptos y corruptas".

Rufián da otra clave en ese sentido: "Me quedo con que a mucha gente les llega; lo que ocurre en la comisión acaba en los WhatsApps de mucha parte de la población". De nuevo, como decía Orriols, la agenda pública. Así, el portavoz de ERC destaca el papel que cumplen las comisiones de investigación para exhibir ante la opinión pública a "los supuestos corruptos y corruptas", en sus propias palabras.

"La premisa es que la comisión sirva para esclarecer los elementos en que pueda haber responsabilidades políticas en actuaciones de dudosa legalidad o ética", resume, en este caso, el diputado del Bloque Nacionalista Galego (BNG) Néstor Rego. Y concreta: "Si del trabajo de la comisión se deduce que puede haber responsabilidades penales, siempre se puede trasladar al ámbito judicial". 

Por tanto, las voces consultadas, partiendo de la base de que lo que se concluye en una comisión de investigación no es vinculante —con que no repercute de forma directa en los eventuales procesos judiciales que estén abiertos— sí encuentran importante su función en la colocación de temas importantes en la agenda pública, el control a los distintos poderes, el señalamiento de la corrupción o el fortalecimiento de las funciones de Congreso y Senado.

Todas las fuentes, eso sí, coinciden en que el papel de los grupos parlamentarios —para qué utilizan las comisiones y cómo las utilizan— es fundamental para que sean útiles.

El papel de los políticos

"Los propios partidos utilizan las comisiones como una arena de disputa más", desliza Vizcaino Estevan. Se refiere a que, como ocurre con cualquier herramienta de las que se utilizan en el parlamentarismo para hacer política, muchas veces su efectividad no reside tanto en la propia herramienta, como en el uso que se hace de ella. Y Néstor Rego está de acuerdo: "A mí me parece que lo que sucede es que muchas de ellas se montan con el objetivo fundamental de desgastar el adversario político".

Semana tras semana, hay sesiones de las dos comisiones de investigación gemelas sobre la compra de mascarillas en las dos Cámaras. El viernes día 7 de junio, sin ir más lejos, la presidenta del Congreso, Francina Armengol, comparecerá en la del Senado. En todas ellas abundan las discusiones encarnizadas y acusaciones cruzadas entre bloques políticos. Lluís Orriols señala que una de las condiciones que tendrían que cumplir las comisiones es que "los participantes sean escrupulosos con su ámbito de acción". En otras palabras, que no se inserten en la batalla política cotidiana.

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