Ciudadanos se ha reafirmado en sus planes de dejar el edificio que alberga su sede nacional en la madrileña calle de Alcalá, que ocupa desde finales de 2015, e instalarse en el centro de la capital, aunque todavía no ha encontrado nueva ubicación.

La formación naranja vio agravada su delicada situación tras las elecciones municipales y autonómicas del 28M, que han significado la pérdida del 80% de sus concejales de 2019 y su desaparición en los parlamentos autonómicos en liza y en plazas significativas, como el Ayuntamiento de Madrid.

El batacazo llevó a la ejecutiva de Ciudadanos a decidir no concurrir a las elecciones generales del 23 de julio, pero, lejos de disolverse, la dirección apuesta por iniciar un proceso de "hibernación" para llevar a cabo un "rearme" que les permita sobrevivir y presentarse a futuros comicios.

Y en esta fase de rearme se ha confirmado el plan de dejar la sede de Alcalá, que fue anunciado en abril por la dirección del partido. El edificio está situado en el número 253 de la citada calle, cerca de la Plaza de las Ventas, pero al otro lado de la vía de circunvalación M-30. El partido paga un alquiler por las cinco plantas del edificio, que pertenece a la aseguradora Caser.

Dentro del partido se mantiene la idea de buscar una nueva sede más céntrica y en una zona peatonal para evitar barreras y conectar mejor con la gente. Pero aún no tienen fichado ningún sitio y tampoco tiene la fecha de la mudanza definida.

Ciudadanos, que niega motivos económicos para cambiar su sede, tiene decidido que busca oficinas en alquiler y descarta la compra. La formación gastó en 2022 un total de 931.825 euros en pagar sus sedes en todo el territorio nacional, según datos que figuran en su página web.

El partido ha vendido cerca de tres millones de euros al año en subvenciones del Estado, que se distribuyen en función de la representación en el Congreso, pero tras el 23 de julio desaparecerá del reparto.