MADRID.- "Quien no es capaz de limpiar su casa, no puede limpiar España". Esta es una de las frases más repetidas por los miembros de Ciudadanos en los últimos tiempos. Una frase que este miércoles se hizo todavía más contundente cuando Albert Rivera se subió a la tribuna del Congreso y pidió a "la gente válida" del PP rebelarse contra su líder y apostar por "reformar España". 

El líder de los naranjas pidió "coraje y valentía" a quienes entre sus filas ya no apoyan al presidente en funciones y desechó la posibilidad de apoyarle en caso de que intente ser investido: "¿Por qué tengo que creer que alguien que ha dicho no a la eliminación de los aforamientos, la reforma de la administración pública y de la ley electoral y a hacer primarias en los partidos va a hacerlo con un gobierno liderado por él y el apoyo de otros dos partidos?", se preguntó. Y, tras acusarle de inmovilista y de no querer reformar España "para mejorarla, no para romperla", sentenció rotundo: "Usted no es creíble para liderar esta nueva etapa", le espetó.

No fue el único. En los pasillos, otros diputados de C's se mostraron en la misma dirección: "La etapa de Mariano Rajoy si no ha acabado, está muy cerca de acabar", zanjó también el portavoz del grupo parlamentario, Juan Carlos Girauta. Y es que en Ciudadanos ya dan al presidente en funciones por 'muerto' políticamente, aunque sean reacios a usar esa palabra en público. "Rajoy ha dejado la iniciativa política a otro candidato; ahora que se atenga a las consecuencias", concluyó tras el pleno de investidura

Muchos de ellos llegaron a burlarse, en privado, de la intervención del líder conservador en el debate de investidura en la que tiró de retranca para burlarse del pacto PSOE-C's y atacar al candidato socialista con la herencia de Zapatero. Para los Ciudadanos, un síntoma más de que era "su último discurso en el Congreso", bromearon algunos de ellos. 

Asimismo, todos los consultados por este diario ponen en duda que el rey pueda volver a ofrecerle ser el candidato a la investidura en caso de que el próximo viernes el intento de Sánchez resulte fallido. No quieren decirle al jefe del Estado lo que tiene que hacer, aclaran, pero ninguno cree que vaya a darse ese escenario. De hecho, ni siquiera se plantean el tener que 'pedir la cabeza' de Rajoy en una hipotética negociación con el PP porque, simplemente, consideran que, sea como sea, ya no estará al frente del mismo: "No puede abanderar esta nueva etapa de regeneración y lucha contra la corrupción", repiten todos el argumentario del partido. 

No obstante, Ciudadanos mantiene la "mano tendida" a los conservadores de cara a la próxima semana, en la que, son conscientes, tendrán que seguir "trabajando duro" para intentar sumar apoyos a su acuerdo con el PSOE. Aunque lo ven "difícil" tanto con el PP -a quien desde el primer momento intentaron convencer para que se abstuviera y permitiera a Sánchez gobernar-, como con Podemos, a quien también atizó Rivera pese a haber pedido a ambas formaciones que no hicieran una "pinza" y les dejaran gobernar. 

El cambio de opinión de Rivera

Ahí Rivera se incluyó en un hipotético Gobierno con Sánchez. Una contradicción con su discurso de campaña electoral, en la que repitió una y otra vez que nunca apoyaría ni a Sánchez ni a Rajoy y que nunca entraría en un Ejecutivo que no liderara. Ahora ya no descarta lo segundo y, en la primera votación, los 40 de Ciudadanos dieron su "sí" al PSOE. 

Pese a todo, el candidato socialista no conseguirá sumar escaños suficientes para convertirse en presidente del Gobierno el próximo viernes. Y, aunque tanto C's como PSOE seguirán intentando negociar a partir de la próxima semana con PP, unos y con Podemos, otros, los naranjas ya barajan la posibilidad -que siempre intentaron evitar- de tener que repetir elecciones.

¿La estrategia a seguir en ese caso? Es obvio que Ciudadanos no puede usar ya su baza de "salvar al soldado Sánchez". Es decir, no atacarán al PSOE duramente, aunque aún sostengan que son "partidos distintos"  a los que aún les quedan "medidas distintas" que proponer más allá de su "acuerdo de Gobierno". No obstante, dan por hecho que el PSOE también rebajará su tono con ellos.

Lo que les queda a ambos entonces será culpar al PP y a Podemos de no haber sabido "leer los resultados" del 20-D, buscar consensos y, en consecuencia, haber obligado a la ciudadanía a repetir elecciones. "A quienes piensan en estos términos tacticistas les digo una cosa" —les advirtió Girauta a conservadores y morados— "Los ciudadanos no son tontos y van a acabar premiando a los que hacen cosas constructivas y castigango a quienes se dedican a hacer la siesta durante tres meses para que pasen los plazos (PP) y a quienes pretenden dar lecciones de superioridad moral a los compañeros de escaño (Podemos)", aventuró.