Público
Público

Sólo cinco presos abertzales están en cárceles de Euskadi

Las calles de Bilbao acogerán este sábado una manifestación silenciosa contra la dispersión. 110 rostros de todo el Estado, entre los que figuran Willy Toledo, Bernardo Atxaga y 'La Otxoa', han mostrado su adhesión.

Foto de archivo de una protesta a favor de los presos de ETA. EFE

DANILO ALBIN

BILBAO.- No habrá gritos ni pancartas. El silencio, creen sus impulsores, será atronador: este sábado, las calles de Bilbao volverán a convertirse en el epicentro de los reclamos contra la dispersión de los presos de ETA y de otras organizaciones de la izquierda independentista. La gente caminará despacio, aunque no tanto como el Gobierno de Rajoy: 39 meses después del cese definitivo de la actividad armada de ETA, La Moncloa sigue negándose a acercar a los presos a cárceles de Euskadi. No en vano, la movilización del día 10 se resume en un eslogan escrito en varios idiomas: “Now. Ahora. Orain. Maintentant”.

“Lo diré de otra forma: hay que poner fin a la dispersión ya”, comenta a Público la periodista Teresa Toda, exsubdirectora del diario Egin, cerrado en 1998 por orden de la Audiencia Nacional. Tras ser condenada en diciembre de 2007 a diez años de prisión, Toda también vivió esta historia en carne propia. “Estuve en la cárcel de Topas, en Salamanca, y luego en Córdoba (Andalucía)”, recuerda. Su pena fue posteriormente rebajada a seis años por el Tribunal Supremo, hasta que en noviembre de 2013 recuperó la libertad. Además, el Supremo también acabaría anulando la declaración de ilicitud que la Audiencia había ordenado contra Egin.

Con esa experiencia en la mochila, la periodista oficia hoy como portavoz de Sare, la plataforma ciudadana que convoca a la movilización de este sábado. “¿Acercamientos? En el último año lo que ha habido son alejamientos. Está claro que en esta cuestión, al igual que en otras, el Gobierno de Rajoy está completamente enquistado”, comenta. El informe anual de Etxerat, la asociación de familiares de presos abertzales, lo confirma: de los 472 reclusos agrupados en el EPPK (Colectivo de Presos Políticos Vascos, según sus siglas en euskera), sólo cinco se encuentran en cárceles vascas. 64 están en prisiones situadas a más de mil kilómetros de Euskadi, mientras que otros 131 han sido enviados a más de 800 kilómetros.

“La dispersión no es una política encaminada a separar entre sí a las presas y presos políticos vascos, sino a mantenerlos lo más lejos posible de su entorno familiar, cultural y social; a infligir el mayor sufrimiento, tanto a este colectivo, como al nuestro, el de sus familiares y allegados”, denuncia Etxerat en su anuario. En junio pasado, el Parlamento Vasco –con los votos de PNV y EH Bildu– volvió a aprobar una moción a favor de este reclamo, subrayando que el acercamiento de los reclusos permitiría “reforzar la paz y la convivencia”. De momento, no ha servido de nada.


En ese contexto, la plataforma Sare ha conseguido que 110 personalidades de distintos ámbitos hiciesen público su apoyo a la movilización de este sábado.

“¿Acercamientos? En el último año lo que ha habido son alejamientos. Está claro que el Gobierno de Rajoy está completamente enquistado”, afirma Teresa Toda, portavoz de la plataforma que ha convocado la manifestación

En el listado de adherentes figuran la dirigente socialista Gemma Zabaleta; el ex presidente del parlamento catalán, Ernest Benach; la diputada de ERC y presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del parlamento de Catalunya, Gemma Calvet; y los ex alcaldes de Getxo y Vitoria, Iñaki Zarraoa y José Ángel Cuerda, ambos del PNV.

El acto contra la dispersión también ha recibido el apoyo del montañero Juanito Oiarzabal y del ex entrenador de la Real Sociedad, Jagoba Arrasate, así como del actor Willy Toledo, del mítico cantante José Antonio Nielfa La Otxoa y de los hermanos cineastas Amaia y Aitor Merino, creadores del film Asier eta Biok. La escritora Toti Martínez de Lezea, el también escritor Bernardo Atxaga, el profesor universitario Carlos Taibo y el filósofo Santiago Alba Rico son otros de los nombres que aparecen en la convocatoria difundida por los organizadores.

“Más allá de siglas”

Estos nombres son un reflejo de las intenciones de la plataforma Sare, que busca huir de las polémicas partidistas para crear un muro social contra la dispersión. “Creemos que el pilar fundamental es seguir tejiendo y profundizando en la creación de una red ciudadana que aúne sensibilidades diversas, que vaya más allá de siglas y objetivos políticos concretos. Que esté cimentada en el respeto de los derechos humanos para todas las personas”, afirma este colectivo.

A diferencia de anteriores manifestaciones, la movilización de este sábado se caracterizará por el silencio. A las 17.30, dos columnas saldrán de forma simultánea desde el parque de La Casilla –punto habitual de partida de las manifestaciones bilbaínas– y el Ayuntamiento.

“La dispersión no es una política encaminada a separar entre sí a las presas y presos políticos vascos, sino a mantenerlos lo más lejos posible de su entorno familiar, cultural y social; a infligir el mayor sufrimiento”, denuncia Etxerat

El punto de encuentro será la plaza Zabalburu, donde se dará por concluido el acto. Cada participante llevará un soporte lumínico, lo que permitirá crear una imagen muy especial para las cámaras. El objetivo, según Sare, es que “el mundo perciba que el final de la dispersión es necesario y urgente”.

A partir del día siguiente, todas las miradas se dirigirán hacia el despacho del juez de Vigilancia Penitenciaria de la Audiencia Nacional, José Luis Castro, quien en los próximos días deberá pronunciarse sobre las primeras peticiones de acercamiento por vía judicial que han formulado varios reclusos. En caso de que su respuesta sea negativa, los abogados de los presos abertzales empezarán a mirar hacia Estrasburgo. Al igual que en el caso de la doctrina Parot, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos volvería a tener la última palabra.

¿Te ha resultado interesante esta noticia?

Más noticias