Una de las primeras decisiones de Antonio Garamendi como presidente de la CEOE, (tras revalidar su mandato al frente de la patronal el pasado mes de noviembre], ha sido modificar su relación laboral con la organización de empresarios. El jefe de la patronal pasa así de cotizar como autónomo a tener un contrato de alto directivo. De hecho, según recoge El País, un importante miembro de la patronal asemejó su situación a la de un falso autónomo.

Según apuntan algunos expertos en derecho laboral, haber estado contratado como autónomo ha ido en perjuicio de Garamendi que no ha cotizado todo lo que debería a la Seguridad Social. Además, Garamendi ha aprovechado la regularización de su relación laboral con la CEOE, para subirse el sueldo, ojo, hasta alcanzar los 400.000 euros. Para que nos hagamos una idea, su sueldo está muy por encima del de cualquier alto cargo del Estado.

Es cuatro veces mayor que el sueldo del presidente del Gobierno, que se sitúa en los 90.000 euros; tres veces superior al del presidente del Tribunal de Cuentas, que ronda los 125.000 euros y 2,5 veces mayor que el sueldo más alto de un funcionario público en nuestro país, que corresponde al presidente del Tribunal Constitucional, y está remunerado con 160.000 euros.

Así es, mientras Garamendi se sube el sueldo cerca del 9%, (muy por encima de la subida salarial pactada de los convenios colectivos que no llega ni al 3%), la organización patronal que dirige ha sido el principal obstáculo a la aprobación de la reforma laboral o la subida del salario mínimo interprofesional. Este martes, el Consejo de Ministros ha aprobado la subida del SMI en un 8%, que pasará de los 1.000 euros brutos en 14 pagas a los 1.080 euros.

Esta subida queda lejos de compensar la subida del coste de vida (solo la cesta de alimentos ha subido un 15% en el último año) pero, a pesar de ello, la CEOE se ha mostrado sistemáticamente en contra de aplicarla, de hecho Garamendi ni siquiera asistió a la reunión decisiva entre agentes sociales y dejó plantados al Gobierno y a los sindicatos. Una gran parte de los ingresos de la CEOE, no proviene de las cuotas o de las aportaciones de sus socios empresariales, sino de subvenciones públicas.

A pesar de que la CEOE tiene un compromiso de transparencia, lo cierto es que lo único que presentan es un cuadro resumen cuando se aprueban las cuentas anuales, que no está suficientemente desglosado. Una forma de conocer el dinero público que recibe la patronal es recurrir a la información pública del BOE y del Ministerio de Trabajo. El Real Decreto 1104/2020, del 15 de diciembre, que regulaba la concesión de subvenciones para la digitalización, asignó a la CEOE 15,3 millones de euros.

Y en el ejercicio de 2021 se aprobó un Real Decreto similar, por el que se asignaron otros 15,3 millones de los fondos europeos Next Generation. Desde su fundación en 1977, (a partir de empresarios que provenían del Sindicato Vertical franquista), la CEOE ha recibido miles de millones de euros en forma de subvenciones. Desde el diario Público, se desveló que según los presupuestos de 2010, en torno al 70%, casi 3/4 de los ingresos de la CEOE provenían de subvenciones públicas, en concreto unos 400 millones de euros.

Y esta dependencia presupuestaria del Estado, aunque supuestamente se ha ido moderando, se ha mantenido en el tiempo. En 2012, según publicaba Infolibre, la patronal recibió un total de 7,66 millones de euros en subvenciones públicas, el 34% de sus ingresos. De hecho, hay una encuesta muy interesante que la CEOE hizo a sus asociados en 2012. La patronal preguntó a los empresarios si querían mantener las subvenciones como forma de financiación. La respuesta fue abrumadora, y la mayoría de los empresarios preferían las subvenciones a las cuotas de los asociados.

Según el informe presentado por la CEOE, (aunque existía unanimidad para preservar la independencia de la organización), la mayoría de los empresarios veían como un "derecho" recibir subvenciones públicas. Hace apenas unas semanas la CEOE anunciaba un nuevo fichaje como director del Departamento de Asuntos Públicos y Relaciones con las Cortes. Se trata del exjefe de Gabinete de Mariano Rajoy, José Luis Ayllón. La CEOE destacaba su "amplia experiencia en el mundo parlamentario y la comunicación institucional y política".

Pero este no es el único caso de ex altos cargos del PP que acaban ocupando puestos directivos en la CEOE. En plena pandemia, Garamendi fichó a la exministra de Empleo de Mariano Rajoy, Fátima Báñez como presidenta de la Fundación de la CEOE. Y en 2019, sumó a Iñigo Fernández de Mesa, secretario de Estado de Economía con Mariano Rajoy, nombrándole presidente de su centro de estudios. Además, el vicepresidente de la CEOE, Lorenzo Amor fue asesor del Partido Popular Europeo. La también vicepresidenta, Pilar González de Frutos, fue directora general de Seguros con el PP. Y el también vicepresidente Josep Sánchez, fue diputado de la UDC.

Seguimos con las puertas giratorias. Gregorio Izquierdo, actual director del Departamento de Economía de la CEOE fue nombrado director del INE por el ejecutivo de Mariano Rajoy. La directora del Departamento de Comunicación Carmen Alsina, fue concejal en Gijón con Foro Asturias, el partido de Álvarez Cascos. Y Rosa Santos, exsenadora del Grupo Parlamentario Popular, es ahora la directora de Relaciones Laborales de la CEOE.