El independentismo -y especialmente el más cercano a los CDR y a la CUP- se ha mostrado este jueves estupefacto y rabioso a partes iguales. La entrada en prisión de siete militantes de los Comitès de Defensa de la República (CDR) ha sido como cruzar el Rubicón en las actuaciones policiales y judiciales para con estos núcleos. Y, si bien es cierto que ya había sufrido embestidas policiales con los casos de Tamara y Adrià Carrasco -también activistas de los CDR acusados inicialmente de terrorismo-, la dimensión de la operación, registros y encarcelamientos de esta semana es de un nivel desconocido. La estupefacción era evidente en las caras desencajadas y muchos abrazos entre familiares que se han visto esta noche. Y la rabia, en el tono de los gritos y la tensión ambiental en la plaza.

Hasta 3.000 manifestantes, según datos la Guardia Urbana, han llenado la plaza del doctor Robert, a las puertas del Ayuntamiento de Sabadell. También ha habido concentraciones en decenas de ciudades catalanas, como por ejemplo Barcelona, Vic, Girona, Lleida o Tarragona, que globalmente han reunido a miles de personas. Sabadell es la ciudad de origen de cuatro de los nueve detenidos el pasado lunes, aunque también hay de otros municipios de la comarca. El objetivo de los manifestantes ha sido mostrar el apoyo a las personas encarceladas. Pero especialmente a sus familiares, muchos de ellos presentes en el acto. Y a los dos detenidos que quedaron en libertad provisional el mismo lunes. Además, se ha pedido la libertad de los encarcelados.

El recientemente constituido grupo de apoyo a las detenidas en el ya conocido como 23S catalán ha convocado para este sábado una gran manifestación en Sabadell, que partirá a las 18.00 horas desde los juzgados de la misma ciudad.

"Me tocó vivirlo desde la puerta reventada de mi casa"

La convocatoria se ha hecho pública en una emocionante rueda de prensa, en la que la hermana de uno de los encarcelados ha conducido el acto. "Todo eran nervios y gente corriendo. No sabíamos qué pasaba. Además, un helicóptero sobrevolaba nuestras cabezas continuamente", ha narrado. "Cada uno lo vivió desde un lugar diferente, como muchas de nosotros lo hicimos desde la puerta reventada de casa". Un relato roto en muchas ocasiones por su propia emoción, con un hilo de voz y los ojos llorosos en la mayor parte de la comparecencia. Unos tristes silencios que eran respondidos por el público con un cerrado aplauso.

"Ya conocemos el caso de Altsasu, de Pandora, de Dixan, los Jordis [en referencia a Jordi Sànchez y Jordi Cuixart] y de tantas y tantas otras represaliadas", ha enumerado la portavoz de los familiares, para asegurar a continuación que la represión no es ninguna novedad. Y que, sencillamente, en esta ocasión ha tocado a Sabadell, Cerdanyola, Mollet y otras localidades catalanas. La portavoz también ha instado a los medios de comunicación a no generar un relato falso sobre la violencia de sus familiares. Finalmente, ha emplazado a "toda la sociedad catalana y también a la española a detener esta demencia represora".