BARCELONA.- Catalunya Sí Que es Pot (CSQP) ha presentado este jueves su cartel de campaña, que pretende ser un guiño a la "Catalunya social" y busca, precisamente, movilizar a sectores de la población castigados por la crisis y con tendencia a la abstención en las elecciones autonómicas. Con el lema "La Catalunya de la gent. I tant que podem!" (La Catalunya de la gente. ¡Claro que podemos!) el cartel "busca destacar que queremos llevar a la gente a la Generalitat", en palabras de Lluís Rabell. El candidato a la presidencia del gobierno de CSQP ha añadido que "queremos que la gente normal, la gente trabajadora, se identifique con nuestro proyecto político. No sólo queremos representarla, sino que tenga una participación muy activa" y que su propuesta "aparezca como un esfuerzo colectivo".

La apuesta de CSQP por los barrios populares de Barcelona, su área metropolitana y las otras zonas más pobladas de Catalunya ya quedó clara ayer con el mitín celebrado en Rubí, con la presencia de Pablo Iglesias, y se repetirá este noche con el inicio oficial de la campaña en Nou Barris, el distrito más empobrecido de la capital catalana y que fue clave en la victoria de Ada Colau en las pasadas elecciones municipales. "Trias empezó a perder en Nou Barris y esperamos que Mas pierda en la confrontación con los barrios populares", ha apuntado Rabell, para insistir en que "pretendemos dar voz y movilizar a la gente que otros quieren silenciada y desmovilizada".

Tres ejes prioritarios

El hasta hace unas semanas activista vecinal ha expuesto también que la campaña de Catalunya Sí Que es Pot se centrará en tres ejes: la justicia social y el rescate ciudadano, la lucha con la corrupción, y la salida democrática y "fraternal" al conflicto con el Estado español, que debe pasar por la celebración de un "referéndum pactado" que permita "ejercer el derecho a decidir". Sobre esta cuestión, Rabell ha reiterado que la celebración de un referéndum "vinculante" es la "manera de abordar de modo democrático y civilizado un conflicto político" y se ha mostrado partidario de seguir el ejemplo de Escocia. "Lo que nos interesa y lo más importante es que la ciudadanía pueda hablar", ha insistido.

A pesar de que las encuestas apuntan que CSQP aspira a ser la segunda fuerza en las elecciones del 27-S, fundamentalmente en pugna con Ciudadanos y en menor medida con el PSC, Rabell ha afirmado que "salimos a ganar". Con todo, ha reconocido que "es difícil hacer pronósticos en una situación tan compleja y con actores nuevas" y ha afirmado que "estamos en un combate desigual, porque no disponemos del aparato propagandístico ni de los recursos que tienen otros". Pero apuesta por obtener un resultado que "nos haga ser determinantes y nos permita postularnos a la presidencia de la Generalitat".

"Estamos en un combate desigual, porque no disponemos del aparato propagandístico ni de los recursos que tienen otros"

El candidato también ha salido en defensa de Pablo Iglesias, a raíz de las críticas que han caído al líder de Podemos por pedir que vayan a votar el 27-S todos los que "no se avergüenzan de tener padres andaluces o abuelos extremeños". Para Rabell, Iglesias "apelaba a que la realidad de Catalunya es compleja y que sobre todo la clase trabajadora acoge gente de todas partes y esa es la Catalunya real". En contraposición, el líder de CSQP ha mencionado "carteles de Convergència que hablaban de la España subsidiada que es mantenida por la Catalunya productiva, lo que es un discurso etnicista típico de la Liga Norte".

Rabell, que ha reiterado sus críticas a TV3 y ha mencionado que ejerce de "servicio de propaganda electoral de una determinada propuesta política” -en referencia a Junts pel Sí-, ha comentado que mañana, durante la fiesta nacional de Catalunya, se plantea "salir a pasear por la tarde". El candidato confirmó hace unos días que no participaría en la movilización independentista de la Meridiana, convocada por la ANC y Òmnium Cultural. Su formación sí que celebrará actos durante la mañana, en concreto la ofrenda floral a Rafael Casanova y también un recuerdo a Salvador Allende, en la plaza de la capital catalana que lleva el nombre del antiguo presidente chileno.