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Blesa sale del juzgado protegido por agentes antidisturbios de los preferentistas

El ex presidente de Caja Madrid, tras su declaración ante el juez, ha ido caminando a su coche entre los gritos y abucheos de manifestantes, concentrados a las puertas.

ANDRÉS MUÑIZ

El ex presidente de Caja Madrid Miguel Blesa ha tenido que ser protegido por los antidisturbios de los preferentistas —que se manifestaban a las puertas de los juzgados de Plaza de Castilla— después de declarar durante dos horas ante el juez de Instrucción de Madrid Juan Antonio Toro. Mientras se dirgía andando al coche, Blesa ha sido increpado por los manifestantes. Una pancarta de los preferentistas ha llegado a volar sobre su cabeza, informa Europa Press.

El ex banquero ha entrado en los juzgados de Plaza de Castilla por la puerta de atrás y más de una hora antes de lo previsto. El juez Toro ha interrogado este viernes a Blesa —y a siete antiguos directivos de la entidad financiera— por presuntos delitos de abuso de posición dominante y administración social fraudulenta cometidos en el marco de la compra del City National Bank de Florida en 2008. Blesa ha vuelto a los Juzgados de Plaza de Castilla en una causa en la que ahora actuará como parte perjudicada Bankia.

El sindicato Manos Limpias, que ejerce la acusación popular en la causa, pidió al juez la celebración de una vistilla para acordar la retirada del pasaporte del ex banquero, una medida cautelar que Toro rechazó y también la Fiscalía. Blesa, por tanto, sigue imputado pero en libertad. Por ello, Manos Limpias censurado que 'esté paseando por la calle el mayor depredador del sistema financiero español', ha dicho su portavoz, Miguel Bernad. El sindicato también pide al juez que reclame los correos corporativos del resto de imputados en la causa,

El ex presidente de Caja Madrid, que llevaba gafas de sol y el ojo izquierdo vendado, ha entrado en los juzgados entre gritos de 'este presidente es un delincuente' y 'Bankia ha robado y el Gobierno ha apoyado'. A diferencia de lo sucedido en anteriores declaraciones —en las que el juez Silva no restringía el acceso a los juzgados a la prensa—, el juez Toro ha acordado unas medidas de seguridad excepcionales. Cuatro policías custodian la puerta del pasillo en el que se encuentra el juzgado 36, donde declara Blesa, impidiendo de este modo el paso de los periodistas. Sin embargo, un pequeño grupo de jubilados ha logrado colarse en el pasillo con la intención de verle, pero los policías les han pedido la identificación y, al comprobar que no tenían citación alguna para el juzgado, los han conminado a marcharse, informa Europa Press.

Además, en las puertas del juzgado, se ha desplegado un amplio dispositivo policial, formado por cinco furgones.

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